lunes, marzo 01, 2010

VIERNES SANTO SERÍA


Después de mi Primera Comunión me cortaron las trenzas. Mi padre solía decirme, años más tarde - cuando ya las había vendido - que cada trenza era del tamaño de mi muñeca y que mi madre no tenía fuerzas para peinarme. No recuerdo el momento mismo del doble corte umbilical, así podríamos llamarlo ya que me sentía tan unida a ella. Si que recuerdo los tirones de pelo y mis protestas, para desenmarañar la melena que después sería trenzada con habilidad y dulzura. . Esos peinados, para mi contento, empezaron a ocurrir con menos frecuencia y acabarían con un corte de pelo como el de una de mis muñecas . En poco tiempo las siestas de mi madre se convertirían en prolongadas horas en cama, a cualquier hora del día. Yo interrumpía los juegos en la calle para subir a verla .

Uno de esos días, día caluroso de primavera, vi calle abajo a mi tía con un grupo que vestía de negro. Llevaban cestas, un balón y mantas. Eran vecinos de mis abuelos y amigos de la menor de mis tías. Se les acababa de morir un hermano: el padre de Manolín, el niño de la foto que viste de negro. Lo miré con curiosidad, parecía otro niño, nunca me había fijado en él y ahora lo veía como algo único. Intenté imaginar cómo me quedaría el negro: sabía que me estaban haciendo un par de vestidos; me los habían probado a escondidas de mi madre y era ‘un gran secreto’. Siempre me ilusionaron los vestidos que mi madre me hacia: recuerdo en una ocasión -mi padre tenía una tienda- que me hizo uno del material de los sacos de azúcar, o era arroz? Adornándolo después con tiras bordadas en blanco. Nadie en el barrio tenía nada parecido. Me temo que, incluso estos vestidos negros, despertaron en mi cierto misterio e importancia. No sé hasta que punto me daba cuenta el pago que requerían.

Esa tarde, lloriqueándole a mi tía, conseguí que me llevara de merienda a las afueras de mi barrio con ellos. Pero no sin antes lavarme la cara, manos, rodillas y ponerme el abrigo para tapar los lamparones que el vestido tenía. Ahí está la foto. No recuerdo mucho más, pero a partir de aquel día Manolín y yo fuimos inseparables. Yo visitaba a mi abuela y jugábamos en La Plaza del Pato, o él se escapaba calle arriba hasta llegar a la Magdalena. Se diría que nos considerábamos ‘novios’ por afinidad y entendimiento de nuestras penas.

Cuando murió mi madre pasaba el día, y a veces la noche, en casa de mi abuela. El tabique de su cocina daba al dormitorio de Manolin: bajando al segundo piso cuando todos dormían recuerdo haber dado con los nudillos en esa pared y con frecuencia haber oído una respuesta. Mi abuela acabó instalando un catre en ese rincón de la cocina, sin saber porqué “la niña se ha encaprichado en dormir ahí.”

Todo llega a su fin, y como todos los finales que no los trae la muerte, hubo un tiempo de desapego. Viernes Santo sería: estábamos sentados en el balcón, balanceando las piernas que colgaban entre los barrotes. ¿Quién pudiera recordar la conversación que nos traeríamos a los ocho años? Por aquello del ruido, nos hablábamos al oído. Al otro lado del balcón, mi hermano - unos años mayor que yo - con sus amigos. Nosotros sentados en las frescas baldosas y ellos de pie. Mi hermano, sujetándose a la barandilla y extendiendo los brazos se echó hacia atrás; mirando a Manolín le grito : ¡Eh, cuidado con lo que haces que te estoy viendo! Yo no entendí; por un momento pensé que se refería a que iba a perder los zapatos con el balanceo. Manolín algo pilló porque dejó de hablar. Se alejó de mí lo que sus piernas atrapadas le permitieron, se puso nervioso y antes de que llegará el primer paso, sin decir nada, se levantó y se fue. Mi hermano, mi gran protector en esos tiempos, quedó satisfecho…yo confundida.
Desde aquel día, cuando Manolín me veía en la calle se metía en el portal de su casa. Mis golpecitos dejaron de tener respuesta.
Concluí que el luto pasa y con él la magia, las ilusiones, el dolor…pero la aventura queda en el recuerdo y en este caso, por fortuna, en una foto.
Otros recuerdos:

30 comentarios:

Elvira dijo...

Preciosa historia, Chiqui. Y tan bien contada que la errata de la H escapada del habla nada importa. Aquí es donde está tu acento, amiga. Esto es lo que a mí más me gusta. Trazos de biografía, y no en tono menor precisamente, gracias a tu profundo sentir del recuerdo, de la vida. Tres hurras.

estrella dijo...

Elvi, hay alguna que otra H en el español que tendría que ser eliminada. Las nuevas generaciones ya están despedazando la historia de la lengua. Qué buena vista tienes. Gracias por esos piropos. Se me ocurre que estas cosas semi biográficas pueden ser de interés algún día para mis hijos – que creen saberlo todo – pero en especial para mis nietos, si algún día los tengo.

el cartero dijo...

hoooooooolaaaaaaaa chiiiiquiiiiii

¿por qué lo ha titulado .viernes santo sería?

estrella dijo...

Pues hombre, lealo, bien cortito es. Ya veo que ha estado en Chile...

Angela dijo...

Que linda Estrella, se te reconoce inmediatamente. Mire tus trenzas en la narracion de los pendientes, si que eran grandes. Un hermoso regalo para tus descendientes. Estoy de acuerdo con Elvi, esta es la parte de tu blog que mas me gusta, cuando cuentas tus cosas. Un beso, Angela.

Elvira dijo...

Los hijos siempre creen (o creemos) saberlo todo de los padres. Y no tienen (tenemos) ni pugnetera idea. Ayer volví a ver la peli Big fish, de Tim Burton. ¡Qué bien lo cuenta!

amalia dijo...

Chiqui me sumo al coro de adoradores de los relatos de tus recuerdos.
Sé que no te gustan las alabanzas, pero es muy conmovedor leerte.
Siempre pensé en un diario íntimo de una madre que se lo deja a su hija, y ella escribe a su vez para dejarlo a su hija a su hija, y en muchas generaciones alguna niña sabrá lo que sentía aquella antecesora suya que jamás conoció.

Manuel Montero dijo...

Ese amigo de infancia posiblemente no estaba en realidad "haciendo" nada en especial. Los chicos grandes como tu hermano pueden tener una cierta perversidad propia a su edad. El chaval se pudo sentir avergonzado mas por lo que no sabia (y que tu hermano ya conocia) que por lo que hubiera podido estar "realmente" haciendo. Te lo digo porque yo recuerdo ese tipo de situacion.

Elvira dijo...

Con lo bien que lo pasaban juntos Chiqui y el chiquillo. La pérdido de la inocencia siempre interfiere en los que aún la conservan para fastidiarles. A los 9 años yo aún creía en los Reyes Magos hasta que una malvada compañera del colegio de las Carmelitas me vino a chotearse de mi bobería. ¿Qué bobería? me pregunto. Con lo feliz que era yo.

estrella dijo...

No me voy a los madriles (como Elvi siempre dice) sino a mis queridos chicagos. Les cuento cuando vuelva.

el c dijo...

cuente cuente de sus chicagos, chiqui.
¡buen viaje¡

Anónimo dijo...

Hello. And Bye.

el cartero dijo...

acabo de releer--esta vez con tranquilidad-- ´viernes santo sería`, y efectivamente el título tiene un claro porqué.

no debe de ser fácil tener que vivir sin madre desde tan chica. difícil tuvo que ser también verla tan cansada en su cama... un día y otro... espero que no fueran demasiados, chiqui.

cambiando de tema, tengo ganas que nos cuente qué tal por sus chicagos. espero que este viaje la aleje del bajón que le ha dado por el largo invierno --¡quéjese siempre que le dé la gana¡-- y piense que la primavera cada vez esta más cerca.
por aquí no hemos sentido la que han llamado ´la tormenta perfecta´
afortunadamente. de hecho el tiempo ha estado estable y hasta agradable, ¡con sol y todo¡

me gusta ver fotografías. la que nos ha puesto parece que gira en torno a la mujer del centro, parece enérgica y agradable; no sé si será su mamita, pero me recuerda a usted un montón.
a usted se la ve en plan interesantón, con la mano sobre los labios parece estar reflexionando sobre el momento. se nota que ya apuntaba maneras, dear.

my best and a besillo

Manuel Montero dijo...

No sé qué me ha dado, que he pasado al tuteo. Disculpas. (ver mas arriba)

Aparte de eso, yo creo que alguno por aqui hace un poco de flooding (cosa que yo espero no cometer a sabiendas).

el cpregonero dijo...

comunicado de última hora:
doña chiqui, se ha quedado dormida
como una santa.
despertará cuando deje de roncar.

tex dijo...

Chiqui, si nos estas leyendo, dale un abrazo de mi parte a Leda y a Graciela.
Cartero, tendra que volver a leer otra vez. Estrellita no es la de las trenzas, que ya se las habian cortado y la mujer del centro es su tia. Venga hombre, y mire que yo soy de ciencias .

el cartero dijo...

por eso se parece a la niña de las trenzas, porque se las cortaron a chiqui para ponérselas a la niña.
además una es estrellita y otra es chiqui. y otra es .me.

si la señora del medio es su tía (no me refiero a su tía, tex), pues fenomenal, todo queda en casa.

las otras dos señoras que están a ambos lados de su tía se parecen mucho (entre ellas). en reallidad todos se parecen unos a otros.
los que veo un poco diferentes son el señor y el novio.

gusto volver a verle, tex.

el c dijo...

así que es usted de ciencias, tex.
yo soy mixto, tomé un poco de todo
porque no tenía claro que iba a ser

otro saludo, mi hijito

Anónimo dijo...

Una fotografía preciosa y evocadora. Yo creo reconocer el lugar y seguramente está tomada en el "Cerrete de Los Lírios" con el olivar del viejo Jaén al fondo.

estrella dijo...

Bueno, cartero, ya veo que entabló conversación con Tex, o viceversa. Tex no se da cuenta de que usted o no lee o se hace el tonto (creo yo, y bien podría estar equivocada). Entretenido su intercambio.


Tex, no llegué a darles ese abrazo de tu parte, pero leen los comentarios y lo recibirán.

estrella dijo...

Amalia, Manuel y Elvi. Gracias por los comentarios.
Acertados, incluso el de Amalia sobre los halagos.

Manuel, ya nos tuteábamos. Por qué ese cuidado con el tuteo después de tantos años de comunicarnos en los blogs?

estrella dijo...

Anónimo, que bonito nombre “Cerrete de los Lirios”. Lo recuerdo como un sitio poblado de olivos , como se ve en la foto. Nosotros nos encontrábamos en la meseta de una pequeña colina. Era un día caluroso: el abrigo que mi tía María me hizo poner, para tapar las manchas, está a mi izquierda. Otro detalle son los zapatos de comunión que llevo puestos…serían los únicos presentables que tenía. Enredada entre mis piernas la cuerda de saltar; era una experta con la comba, sencilla y doble.
Anónimo, me gustaría saber quién eres. Por qué no entras con un seudónimo reconocible para mi. Seguro que nos conocemos.

Que ha ocurrido con esos olivos. Estaban cerca de mi casa porque fuimos andando.Se ha construido por ahí?

No sé si lo he dicho, pero si se pincha en la foto se ve el paisaje con más detalle.

elvinosécuántos dijo...

Bueno, y ¿qué tal por esa bella ciudad de Shicago? Guardo muy buenos recuerdos de allá.

BLAS dijo...

Efectivamente, Chiqui, aquí tienes a un seguidor de tu blog que vivió en Jaén hasta edad adulta y guarda entrañables recuerdos de aquélla hermosa ciudad; por eso conozco muy bien ese lugar y el paisaje para mi es inconfundible aunque hoy está muy cambiado, ya que el inevitable progreso y el desmedido afán urbanistico lo han poblado de bloques de hormigón y chalés.
Por cierto, y permíteme la licencia, deduzco por la foto y por su innegable sabiduría personal que ahora debes de ser una señora muy bella e interesante, haber si algún día tengo el placer de verla en persona.

el cartero dijo...

((déjame correrporque sino...))
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póngase a la cola, blas, colega
qeu primero voy yo. tengo sacado número desde ante de viernes santo.

el cartero dijo...

y chiqui no es sabia es profe, y tiene una deformación profesional que la lleva a corregir y corregir,
debido a su inseguridad con el andalú. el gallego lo contrala perfectamente.

estrella dijo...

Querido Blas. Seguidor del blog? Pues para decir esas cosas tan bonitas de mí te habría agradecido que hubieras entrado antes. Es mejor que no me conozcas y sigas con esa imagen tan buena. Anímate y sigue comentando.
Muchísimas gracias por esa información. Era lo que me temía, que los olivos habrían sido arrasados. Esperemos que esas viviendas hayan sido destinadas para los pobres que en mi niñez vivian a la falda del Castillo…mucho me temo que si son chales no haya sido así.

estrella dijo...

Cartero, me ha hecho mucha gracia con lo de ‘póngase a la cola’; hasta me ha hecho reír. Paciencia con lo de Chicago (ha estado usted por allí?). Ya contaré, hasta por los codos, cuando tenga tiempo.
Lleva usted razón, los profesores no son sabios (con alguna excepción) suelen ser ‘sabihondos’. Yo, ni siquiera eso!
Le prometo nunca más corregirle nada

el c dijo...

no, no he estado nunca en chicago..
se refiere a eso o se trata de algún blog...

no prometa nno prometa, chiquiticha, ¡siga teachereando¡ ... creo que está pensando...
pues NO, no soy incorregible. y si no lo estaba pensando, da igual, por si acaso.

tenía que decirle otra cosa... nada se me ha ido

me dijo...

Cartero, lo confundí con elvinosécuántos ( yo leí ‘el vino’) Nada, no digo que usted sea incorregible pero todos los incorregibles se corrigen cuando ellos quieren y no cuando los demás lo esperan.

Vuelva cuando se acuerde de lo que quería contarnos. Yo, que trabajo en el segundo piso, cuando bajo a la cocina - a veces - me quedo pensando 'que demonios quería yo?'. Ya ve lo que la edad y el mal vivir puede hacer con la memoria. En mi caso el mal vivir es el 'multitasking' de toda una vida.