De Fray Luis de Granada:
Y ya que en este capítulo señalamos todas las especies de canes, no puedo dejar de maravillarme de la suavidad y regalo de la providencia divina en haber criado otra especie muy diferente de canes, que son perricos de falda, los cuales nadie puede negar haber sido criados por la mano del Criador. Porque, dado caso que un individuo se engendre de otro individuo, como un can de otro can, mas tal o tal especie de canes o de otros animales sola la omnipotencia de Dios puede criar. Pues, ¿qué mayor indicio de aquella inmensa bondad y suavidad que haber querido criar esta manera de regalo, de que se sirven las reinas y princesas y todas las nobles mujeres? Porque este animalico es tan pequeño, que para ninguna otra cosa sirve de las que aquí hemos referido, sino para sola esta. De modo que, así como él crió mil diferencias de hermosísimas flores y perlas y piedras preciosas, muchas de las cuales para ninguna cosa más sirven que para recrear la vista, y darnos noticia de la hermosura del Criador, así crió esta especie de animalillos para una honesta recreación de las mujeres. Porque como ellas hayan sido formadas para regalar y halagar los hijitos que crían, cuando estos les faltan, emplean este animal afecto en halagar estos cachorrillos, los cuales tienen tanta fe con sus señoras, que no se quieren apartar de ellas, y sienten mucho cuando van fuera de casa, y alégranse y hácenles gran fiesta cuando vuelven, y búscanlas por toda la casa cuando desaparecen, y no descansan hasta las hallar. Por lo cual me dijo una muy virtuosa y noble señora que una cachorrilla que tenía la confundía, viendo que no buscaba ella con tanto cuidado a Dios como la cachorrilla a ella. Veía, pues, el Criador que el corazón humano no podía vivir sin alguna manera de recreación y deleite, y porque esta inclinación, que es muy poderosa, no lo llevase a deleites ponzoñosos, crió infinitas cosas para honesta recreación de los hombres, porque recreados y cebados con ellas, despreciasen y aborreciesen las feas y deshonestas. Y con esto daremos fin a este primero capítulo del mantenimiento de los animales.
(Gracias por la cita a mi querido amigo Mario Hernández)
7 comentarios:
Preciosas fotos y preciosos perritos que tanto amor han dado y recibido.
de Doña Mencia de Mendoza y Figueroa
Lo siento mucho Estrella, es una compañía que se pierde.
¿Y el perrito blanco?, ¿es su hermano? se habrá quedado muy triste también.
"Eché a correr y una ausencia saltó detrás de mí"
Gracias a todos.
Estas fotos las hice dos días antes de la muerte de Toby. Quién lo diría.
Sentada en frente de ellos eché mano al móvil y esperé la ocasión; sabía que serían las últimas fotos juntos.
Como se ve, en unos minutos Toby se movió hasta llegar a su hermano para reposar la cabeza en él. Esta costumbre nació hace dos años, después de la muerte de Tana, la madre.
Lo mismo está ocurriendo ahora que Chiqui (el blanco) se ha quedado solo; Chata, la gata, ha renunciado a su independencia – al menos en estos días – para acompañarlo…como madre.
En esta casa ha quedado un vacío enorme.
La ausencia del pequeño Toby es sobrecogedora. Qué maravilla.
Pena, Chiqui. Acabo de enterarme, he estado ausente. Te comprendo bien pues he experimentado la ausencia de esos seres queridos (Evelyn Waugh dixit)
Se que lo sientes, GomuKa. Gracias!
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