lunes, agosto 31, 2009

EDWARD KENNEDY,EL HOMBRE QUE NO CONOCIAMOS


No tenía pensado escribir nada sobre la muerte de Ted Kennedy. Una figura expuesta a las garras de la prensa durante tantos años. ¿Qué se puede decir de él que no se haya dicho antes? Un día gris y lluvioso nos impidió trabajar en el exterior de la casa; todas esas preparaciones que se hacen a final del verano para recibir el duro invierno de New England. La lluvia decía adiós al menor de los Kennedy y nosotros nos encontramos - sin buscarlo - viendo la ceremonia de despedida: primero en Boston en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro; después en Washington... su parada ante las escaleras del Capitolio para que los que habían estado a su servicio durante más de 40 años le rindieran tributo antes de la llegada a la meta , el Cementerio de Arlington.
Ya en la completa oscuridad la escena se volvió más íntima y apenas se oían los comentarios y sollozos de los más cercanos a Teddy, como su numerosa familia lo llama.
Teddy, que en el congreso era conocido como ‘ el león’: su voz convertida en ‘rugido’ su risa en ‘trueno’. Ese Teddy que muchos hemos descubierto, incluida la prensa, después de su muerte.

Tuvieron que venir esos compañeros que jugaron al fútbol con él: sus amigos - y enemigos - en las Cortes y el Senado…y particularmente sus hijos y nietos, sus sobrinos - esos hijos heredados después de la trágica muerte de sus dos hermanos mayores - veintitantos, creo. Y los muchos que adoptó al proporcionarles lo que les faltaba, y que estaban en las calles de Boston y Washington aguantando el aguacero para despedirlo; y los millones que lo hacíamos en nuestras casas como una vez lo hicimos con sus hermanos. Tuvieron que venir todos ellos para dejarnos entrever la esencia de ese gigante que cayó y se levantó para volver a empezar y ser mejor de lo que era antes de la caída. Su hijo Ted Kennedy Jr. lo expresó elocuente y apasionadamente. Fue el momento en que muchos no pudimos retener esas lágrimas que nos recuerdan nuestra frágil existencia.

Durante la ceremonia eché de menos la mención de Joan Bennett, con quien estuvo casado 22 años y quien le dio sus tres hijos. Esta mujer lo ayudó en sus primeras campañas políticas y tuvo que pasar el trago del accidente en Chappaquiddick. Acabó recurriendo al alcohol, por lo cual le atribuyen - injustamente- el final de ‘Camelot’. Se dice que heredó de su familia el alcoholismo; el alcoholismo no - necesariamente - se hereda, a no ser que la vida te ponga a prueba y recurras a él. Ted Kennedy no fue el marido ideal; quizás ella no fuera la mujer que él necesitaba, pero no podemos ignorar que en 22 años juntos y tres hijos en común, esa mujer tuvo que ver en el éxito de su carrera. Nadie durante la ceremonia mencionó a Joan ni una vez; me pareció injusto.
La prensa dice que estaba allí, discretamente alejada de sus hijos y de Vicki, la segunda mujer de Ted Kennedy que fue la que recibió, como es natural, todos los elogios y gratitudes.

Veintidos años y tres hijos no se pueden ignorar. No, si consideramos el lema de Ted Kennedy: levantarse cada vez que uno cae y volver a empezar para ser mejor persona.

martes, agosto 25, 2009

“Carpe diem” susurra una voz …

Tengo una planta en mi patio que me embelesa al mismo tiempo que me angustia. Trenzados los troncos por manos artesanas, los colores de las flores van del pálido al rosado salmón y a un rojo vivo. Los pétalos – cuando se abre del todo – se superponen en un perfecto desordenado peinado.

Me siento enfrente y no puedo quitar los ojos de ellas. Absorbo su exuberante belleza con avaricia. Lo hago porque sé que llegada la mañana siguiente se habrán cerrado. Así es, sólo duran un día. Con frecuencia, no creyéndome la brevedad de su existencia, me dejo engañar y pienso: ah! no se han cerrado, están por abrirse. Aunque bien sé que no; al medio día, cuando están a punto de caerse, las arranco con resentimiento, como si ellas tuvieran la culpa de su propia brevedad. ¿Cuántos días podría uno decir que ha disfrutado y aprovechado hasta el último momento? No recuerdo muchos en mi caso. Quizás estén casi todos en mi niñez. Después de ella, más que ‘to seize the day’ - como dicen por aquí - ‘I seized the clock’.

Pero hay un día al que vuelvo con la sensación de que fue completo en mi vida: el 2 de agosto de 1976.

Estaba yo en el aeropuerto de Barajas camino a Barcelona; pensaba quedarme un día – nunca había estado allí – y después seguir a un pueblo de la costa a ver a mis tíos. Sentado, observando como si esperara a alguien, estaba él. Me flaquearon las piernas por unos segundos pero me recuperé de inmediato. Sonrió al verme, sin sorprenderse. Conseguimos asientos juntos…Éramos amigos, sólo amigos, por más de dos años: amigos en las miradas furtivas, las sonrisas, los silencios y las conversaciones interrumpidas con un adiós precipitado, antes de tocar temas imposibles. Y por eso, por habernos quedado en la amistad, duró tanto.

¿Qué iba a pasar ahora? Durante el viaje él se ofreció - mas bien insistía - a enseñarme Barcelona, la conocía bien. También le parecía una tontería que me quedara en un hotel que estaba enfrente del suyo…Precisamente porque estaban tan cerca, argüí yo, daba igual. No había necesidad de cambiarse y no cambié. La conversación me puso un poco inquieta. Tan segura que había estado en el pasado de que nada que yo no quisiera pasaría, ahora… no estaba segura de lo que quería. La ilusión con que empecé el viaje tenía tintes de desasosiego, pero al mismo tiempo me atraía la ‘no aventura’. La superaría, seguro.

La azafata nos ofreció el periódico de la tarde. Sin desdoblarlo se leía el tremendo titular. Cecilia había muerto esa madrugada. Su SEAT se había estrellado contra un carro de bueyes. Me trastornó la noticia. Cecilia era la cantante que en esos momentos más me interesaba. Su desaparición en la plenitud de su vida me parecía devastadora. Fue en esos momentos que pensé en términos de ‘disfruta hoy’, que mañana...¿quién sabe? Sin comentar nada con mi compañero de viaje decidí dejarme llevar. Así lo hice: me dejé y dejé y dejé…hasta las 5 de la madrugada; diez horas de dejarme llevar a su capricho. A la hora de la despedida: él a su hotel y yo al mío. El a regañadientes y yo como si no se pudiera ser más feliz de lo que era. Claro, me equivocaba, pero en ese momento lo era, no cabía en mi imaginación más. Ahora, de tarde en tarde, pienso que tendría que haberle dejado cruzar el umbral de mi puerta esa noche. Por otra parte…
Los dos decidimos no volver a vernos.

Querido amigo, dondequiera que estés, después de tantos años, mi recuerdo más entrañable por toda la atención que me diste, sin pedirme nada a cambio, sin yo ofrecértelo… mi cariño por aquel día que me regalaste. Generoso y gentil fuiste.

viernes, agosto 21, 2009

MAROLA, GAZA, THE ARCHONS

Hola Estrella. Me recordás? No soy la tabernera del puerto pero si hicera buenas croquetas igual me apañaba. Sobre Leonard Cohen: nos enterneció. Ahora, su opción sionista nos enfurece. Esa corona del imperio, the archons, la lleva puesta.
Aquí Alberto Arce:http://www.wipeoffthemap.com/Abrazos, Marola.

Erased-Wiped off the map from C.I. COMUNICACIÓN on Vimeo.

domingo, agosto 16, 2009

FICCION: HOMBRES SIN LIMITES

Lolita. La película de Stanley Kubrick que cuenta la patética historia de un hombre en su madurez - James Mason - dispuesto a hacer lo que sea necesario para estar al lado de una ‘Lolita’, un poco más crecidita que la de la novela. Interpretada por Sue Lyon (de 16 años) Shelley Winters, madre, y Peter Sellers en el papel de Quilty. Vista por una servidora anoche cuando curioseaba decenas de canales sin encontrar nada que mereciera la pena.


De lo primero que nos enteramos es del final …De la misma forma que leo las revistas y los periódicos. A qué se deberá esto, lo de leer de atrás hacia delante? Supongo que habrá una explicación sicológica, o tendrá que ver con algún rincón de mi cerebro que nunca se desarrolló… Lo más probable sea que esté conectado con lo de decir ‘a la izquierda’ al mismo tiempo que hago señales hacia la derecha.


Considerando que esta película fue realizada en 1962, no es de extrañar los cambios de edad de la pequeña de 12 años, en la novela de Nabokov, por una jovencita de 16. Tampoco lo sutil de la relación y trato entre Lolita y el profesor – más tarde padrastro. Sólo al final de la película el espectador se entera de que ha habido algo más de lo que le acaba de ofrecer la pantalla. El padrastro entra en casa de la ya casada Lolita y, al ver que le va a presentar a su marido, atropelladamente y en voz baja le pregunta “Have you told him…?” Ella lo interrumpe y le dice “ I told him that you are mi stepfather”. De esperar también era que Lolita acabara casada, embarazada y fiel a su marido.

La excelente interpretación de este grupo de actores y el dialogo - divertido en ocasiones con Sellers - mantienen la atención de alguien cansada, aburrida y sofocada por una noche de verano sin una chispa de brisa.

Me quedó un gustillo agridulce que tragué con un vaso de agua helada!

Después de la película llegué a otro señor más madurito aun que el anterior. La televisión pública - para recaudar fondos - ofrecía el concierto de Leonard Cohen celebrado en Londres este verano. Qué casualidad, otro hombre dispuesto a dar hasta su último aliento por una mujer…esperemos que en esta ocasión no se trate de una nena. Esta era la canción que cantaba en ese momento…Casualidades.

If you want a lover,
I'll do anything you ask me to,
And if you want another kind of love
I'll wear this old mask for you
If you want a partner,
Take my hand
Or if you want to strike me down in anger,
Here I stand.
I'm your man.

If you want a boxer
I will step into the ring for you
And if you want a doctor
I'll examine every inch of you
If you want a driver
Climb inside
Or if you want to take me for a ride
You know you can
I'm your man.

But the moon's too bright
The chain's too tight
The beast just won't go to sleep
I've been running through these promises to you
That I made and I couldn't keep
Ah but a man never got a woman back
Not by begging on his knees
Or I'd crawl to you baby
And I'd fall at your feet
And I'd howl at your beauty
Like a dog in heat
And I'd claw at your heart
And I'd tear at your sheet
I'd say please, please
I'm your man.

And if you've want to sleep
for a minute on the road
I will steer for you
And if you want to work the street alone
I'll disappear for you
If you want a father for your child
Or only want to walk with me a while
Across the burning sand
I'm your man

But the moon's too bright,
the chain's too tight... etc.

If you want a lover
I'll do anything you ask me to
And if you want another kind of love
I'll wear a mask for you.
If you want a partner
Take my hand
Or if you want to strike me down in anger,
Here I stand.
I'm your man.

lunes, agosto 10, 2009

KATRINA. ONE LAST DRINK ON BOURBON STREET WITH JOHN, PLUS...

Queridos, terminemos el verano con música.
Para que la transición no sea muy brusca pasaré del mural ‘controversial’ de José Maria Antolin a una canción protesta de nuestro ya conocido John Bohlinger.
No, Obama no tuvo nada que ver con este desastre; la naturaleza y la incompetencia del gobierno de Bush colaboraron mano a mano.

clik picture for sound


One last Drink on Bourbon Street.
John Bohlinger

Jesus walked out of New Orleans
right across Lake Ponchatrain
With the Devil smiling over his shoulder
Laughing and dancing in the rain

She combs her hair in a broken mirror
Scrapes the mud from her read dress
Wades out into the deep water
says goodbye to nothing left

Chorus:
When the saints go marching in
and the oceans wash away all our sins
and the levee breaks and the waters meet
we'll have one last drink down on Bourbon Street

Gape Mouth Brown played the quitar
Could make it talk and sing the blues
it's a shame they took him away
he should have died on that biyou

Chorus:
When the saints go marching in
and the oceans wash away all are sins
and the levee breaks and the waters meet
we'll have one last drink down on Bourbon Street


Bridge: The Vampires dressed in black leather
need the junk that they lost back home
and they look for a fix that's going to make them feel better
but they won't find Marie Lavaue, in Boise Idaho, no no no no

What was the president thinking
When they gave him the news
"It's just poor blacks that are sinking
What am I supposed to do?"

When the saints go marching in
and the oceans wash away all our sins
and the levee breaks and the waters meet
we'll have one last drink down on Bourbon Street

PARA LOS ADICTOS!

Sweet Addiction - John Bohlinger

miércoles, agosto 05, 2009

J.M. ANTOLIN. MURAL SOBRE EL 11 DE SEPTIEMBRE ( 9/11) BIN LADEN

Work in progress/2002


RECIEN LLEGADAS:
Tres interesantes criticas del mural de J.M. Antolín
BLOOMBERG NEWS:
Bin Laden Grabs Kid as Hendrix, Mutants Party in Edgy Painting
Review by Katya Kazakina
El Guernica Norte americano
‘Negación de la mascarada’,
un documento histórico de José María Antolín
Blogs. ABC.es
NY sin complejos. Anna Grau
"El Guernica Americano"
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Como nos anuncia Adolfo en los comentarios, la revista “The Nation” pone un enlace a la primera entrada sobre José María Antolín en este blog. Una vez en “The Nation” pinchen en la palabra controversial y los traerá de nuevo aqui.
Dada esta oportunidad, Incluyo la versión en inglés de la entrevista de Cesar Cobarros a J.M.Antolin para ICAL.
Cortesía para los angloparlantes.
Abajo dejo el original en español.

J.M. Antolín: “The human soul needs to know the shape of the crime.”
Interview by César Combarros, ICAL News agency July 18, 2009 (translated from Spanish)

The painter and poet José María Antolín (Valladolid, 1968) has a monumental work on exhibit at the 2/20 Gallery in New York City titled “The Archon,” which has worked on for the past eight years.Antolín has been installed in New York for almost a decade, and the Big Apple is the backdrop he chose to introduce his most recent work to the public. After working on it for eight years, he completed 'The Archons,' a huge canvas measuring approximately 13' h x 8' w and subtitled “Denial of the Masquerade.” This controversial painting, executed in oil on very thick-grade canvas (“almost burlap,” he explains in this interview with ICAL, the news agency from Spain), will be on exhibit for the next month at the 2/20 Gallery in Manhattan. The closing reception is scheduled for Wednesday, August 12. The work offers a poetic look at the recent history of the United States after 9/11, in the key of bloody carnival.

How much time have you dedicated to this project?
You could say that I've been working on it intensively since 2003. The previous year an image from the work had already appeared in La Coronación Eterna, the catalogue of my work published by the Government of Castilla and León (Spain). This work belongs to that cycle; it portrays a quasi-Visigothic crown hanging over two of the characters. The work draws on ancient history and current events, and the information took time to “get to” me, which explains that specific time lapse. There are several kinds of crowds in the painting.

How has The Archons evolved from your first glimmer of it?
It was more of a chemical than a formal evolution, sort of like a melding of the elements. The painting's vectors were decided from the beginning because I knew which ritual I was painting, like when you paint a requiem of sorts.



Why did you choose a large format for the piece?
I needed a cinematic frieze: time within. I wanted to do something similar to The Solstice Heals the City, the film I shot in Valladolid four years ago about the Pisuerga River [and the wounds of 9/11]. This painting also seeks to provide healing. The human soul needs to know the shape of the crime, which is what I need, too, as a New Yorker and as a Castillian-Leonés. That's why I conceived a painting that could encompass something like that.



Has it ever been on exhibit before? And those who’ve already seen it, do they understand it as a provocative painting?
I'd given it a semi-private exhibition with the Hispanic Attack! Collective, and as a backdrop for the Aviador Dro band… close to science fiction. And yes, it's generating responses. As a matter of fact yesterday an Orthodox Jewish man entered the gallery and asked me point blank what my message was. He had a very visceral reaction to certain elements, such as the features of bin Laden. Without knowing I'm a Spaniard, he made the remark to me that it seemed to him like an American Guernica.


What was the germ of the work?
None other than the almost obsessive interest in the morality of the figures under the crown (Uneasy lies the head that wears a crown, perhaps?) in the face of the crime: their professionalism, their spokesmen, the folklore that follows... Most definitely, it's the genre of fiction that is gets invented after incidents of genocide such as September 11th and the many others occurring at this very moment; I call it the poisonous fiction that is charged with keeping us on siesta, free of responsibilities and with the scapegoats on posters in the living room, on television and in e-mail, everything reused from previous circumstances no doubt. It seems dehumanization and chaos are other topics that you wanted to touch on. I have the sensation that all rituals of this world seek and find the magic for dehumanization, and the real chaos starts when the second and third masks resemble the first face.Bin Laden appears weeping in the tableau, resolved to decide the future of civilizations while a masquerade has been organized. It doesn't seem like too optimistic a vision of what awaits us.The topic of the Empire is legendary and ancient, and in my opinion can still be felt today. For example: Star Wars resembles an anthropology textbook.

Is there any better way to tell the story of how a child becomes a man and even changes his name for ever?
The tears coming from bin Laden almost overwhelm us. I don't understand why. We seem to have forgotten that the Mafioso is precisely the one who melts listening to a Puccini aria as his people do his work. The use of color itself seems to underline another element such as the aggression level of a hostile world in which the only innocent one (the only figure in white) is the child the terrorist holds. A friend from Boston wrote in her blog that she interpreted the scene as a Salomonic scene: An innocent is in the middle of two contending parties. For me there are only two sides: those who believe in the sacredness of life and the criminal syndicates that field offers from various parties. As for the level of hostility and aggression... I think every carnival has an element of aggression, a buffoonish, obscene reality… There's revenge, subversion... Many revolutions have had the appearance of masquerades with an uncertain finale, ending in exhaustion when identity returns to its habitual state of normality.



Do you think this is your most ambitious work?
It's… let's call it one of my symphonies. A work that I began almost at the same time as the enormous canvas on display at the Fundación Cidaut titled La Membrana, which is even larger in scale but belongs to an absolutely different cosmos, its antipodes. La Membrana is a mandala, a haiku with three living beings, and above all... an icon for a religion that does not yet exist. The Archons is the ritual of the public crime celebrated with an almost unbearable level of façade, simulacrum. New York viewers are telling me this each and every day, what they express takes on the shape of healing in its embryonic stage. So as for whether it's an ambitious work, that’s not really not the case. It's simply art. Whenever I've been able to foresee a work that grows out of a profound need, as if it were oozing from matter or language, I always imagined a state resembling this state; yet on the other hand, I'm not sure yet whether the painting in each of its parts is fully naked, -- I mean naked in the manner of a true apparition. The realm of the material, including the paint itself, constantly tells you that it's gratifying to lie. There goes the odor of gnosis wafting up again. And the reason is these Archons are none other than the Gnostic Magistrates, still standing from the ancient pre-Greek era to this day. Somehow this subject is intrinsically pictorial: the crowning of the elements, the fate of the light both inside and out, with a king or without...

What difficulties did the development of the piece present to you? I couldn't tell you. Thousands… I remember the words of the great Mahmud Shabistari who said that the very ancient and the accidental are not separate. It's incredible to grasp this. I've attempted to embrace it in some measure. On the other hand, when I mentioned nakedness in painting, on the surface itself, what comes to my mind is a little-known poem by Basho… he writes that the moon reminds him of the day a renowned Japanese actor performed without his mask. That comes the closest to what I'm talking about. In my judgment, it's an observation of infinite complexity; it makes me think of the molting of a skin the world had not yet owned before Basho uttered it.

Is New York the canvas's natural milieu?
Do you hope the work can remain there? I feel it belongs to New York, but now they have to adopt it -- and that's what's out of my hands. I believe I've carved a statue for the tribe, and of course I know the tribe I was thinking of is larger than the Big Apple.

A year after 9/11 you remarked that that traumatic incident would yield benefits to the creative environment in the U.S. Has that really been the case?
When you have death on the living room table the authentic poet usually remains silent or makes a pronouncement but does not engage in ironies. When all the dismissiveness comes to an end and the ‘smart asses’ shut up, then everything might change. In any case for the few, the authentic artists - crises are propitious adagios. If New York doesn't change the rest of the world will do it for her, though I don't know whether this is good or bad... I have to admit I really love this land.

After your exhibit at 2/20 Gallery where can it be seen?
Right off the bat, I'd like someone in Spain to request that I exhibit it there, and be able to exhibit it in Madrid or at the Musac in León, which through a twist of fate is currently awaiting the arrival of a new director. I only hope this one knows a bit more about painting than the previous one !

What stage are you at in selecting and translating the Anthology of U.S. poetry? Have you signed a contract with a publisher? When can it be expected to see the light?
I have settled on a contract with my friend César Sanz, from the Difácil publishing house. Writing and translating an undertaking as huge as the last 30 years of U.S. poetry is the work of four men - but I only read and enjoy as one. When this project sees the light I'd like to do something similar with Spanish-language poetry. I've got to admit, sometimes I take a breather and work on El Alimento No Humano (Non-Human Nourishment), which contains all the poetry I've written over the last ten years in the United States and which, by the way, I promise to my friends every six months. That's my way of reminiscing about my homeland, our language, being able to talk in Spanish as in the conversation I held with José Jiménez Lozano on my last visit.

Good night from The Bronx.
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VALLADOLID / CULTURA / Sábado - 18 julio de 2009
José María Antolín: “Nuestro espíritu necesita conocer la forma del crimen”
César Combarros / Ical

Lleva cerca de una década instalado en Nueva York, y la ciudad de los rascacielos ha sido el escenario escogido para presentar en sociedad su último trabajo. Tras ocho años
dándole forma, José María Antolín (Valladolid, 1968) ha culminado ‘Los arcontes’, un lienzo monumental, con más de cuatro metros de ancho y dos y medio de alto, que lleva por subtítulo ‘La negación de la mascarada’. La controvertida pintura, realizada en óleo sobre lienzo muy grueso (“casi una arpillera”, explica en esta entrevista concedida a Ical), se exhibe durante el próximo mes en la galería neoyorquina 2/20, y en ella ofrece una mirada poética en clave de carnaval sangriento a la historia reciente de Estados Unidos,
tras los ataques del 11S.

¿Cuánto tiempo ha dedicado a este proyecto?
Se puede decir que intensamente he trabajado en él desde el 2003. Un año antes ya había salido publicada una imagen del cuadro en ‘La coronación eterna’, el catálogo sobre mi obra que publicó la Junta de Castilla y León. Esta pieza pertenece a ese ciclo; en ella, una corona cuasi visigoda pende sobre dos de los personajes. La obra se nutre de historia antigua y presente, y era preciso esperar a que la información me llegase, por eso ese tiempo. Hay varios tipos de multitudes en el cuadro.

¿Cómo ha evolucionado ‘Los arcontes’ desde su primera idea?
La evolución fue más química que formal, como de emparejamiento de elementos. Los vectores del cuadro estaban decididos desde un principio, porque sabía qué ritual estaba pintando, como quien pinta un tipo de réquiem.

¿Por qué eligió el gran formato para la obra?
Necesitaba un friso cinematográfico, con tiempo dentro. Quería hacer algo parecido a ‘El solsticio cura la ciudad’, la película sobre el Pisuerga que rodé en Valladolid hace cuatro años. Aquí también se busca una curación. Nuestro espíritu necesita conocer la forma del crimen, y eso es también lo que yo necesito como neoyorquino y como castellano y leonés. Por eso pensé en un cuadro que pudiera acoger algo así.

¿Se había exhibido con anterioridad? ¿Se está entendiendo como un lienzo provocador por la gente que ya lo ha visto?

Lo había mostrado de forma casi privada entre el colectivo Hispanic Attack!, y como telón de fondo del grupo Aviador Dro… casi ciencia ficción. Y sí, está produciendo reacciones. Ayer mismo un judío hasídico entró en la galería y me preguntó de forma directa cuál era mi mensaje. Su reacción fue muy visceral ante algunos elementos como las facciones de Bin Laden. Sin saber que soy español, me comentó que le parecía el Guernica americano.

¿Cuál fue el germen de la obra?
He tenido un interés casi obsesivo por la moral de aquellos bajo la corona ante el crimen, su profesionalismo, sus portavoces, el folclore que viene después... En definitiva, el género de ficción que se desarrolla tras genocidios como el 11 de septiembre y otros muchos que en estos momentos están en marcha. Ésa es la ficción venenosa encargada de hacernos ‘en siesta’, sin responsabilidad y con los chivos expiatorios en los pósters del cuarto de estar, la televisión y el correo electrónico, todo reutilizado de otras ocasiones seguramente.

Parece que la deshumanización y el caos son otros temas que quería tocar.
Tengo la sensación de que todos los rituales de este mundo buscan y encuentran una magia de deshumanización, y el caos real comienza cuando las mascaras segunda y tercera se asemejan al primer rostro.

En la escena aparece Bin Laden con lágrimas, dispuesto a decidir el futuro de las civilizaciones mientras hay organizado un baile de máscaras. ¿No parece una visión muy optimista de lo que nos espera?
El tema del imperio es legendario y antiguo, y en mi opinión continúa siendo palpable hoy. Por ejemplo, ‘La Guerra de las Galaxias’ parece un manual de antropología. ¿Hay alguna forma mejor de contar cómo un niño se convierte en hombre e incluso cambia de nombre para siempre? Las lágrimas en Bin Laden casi apabullan. No entiendo por qué. Parecemos haber olvidado que es precisamente el mafioso quien se derrite escuchando un aria de Puccini mientras su gente hace su trabajo.

El propio uso del color parece subrayar otro elemento como la agresividad de un mundo hostil, donde el único inocente (la única figura blanca) es el niño que sujeta el terrorista.
Una amiga de Boston interpretó la escena en su blog como una situación salomónica, un inocente que se presenta a las dos partes contendientes. Para mí sólo hay dos bandos: los que creen en lo sagrado de la vida y los profesionales del crimen, recibiendo ofertas de varios partidos. En cuanto a lo hostil y agresivo, creo que todo carnaval tiene un elemento de agresividad, realidad bufa y soez. Hay venganza, subversión... Muchas revoluciones han tenido el aspecto de mascaradas de final incierto, de agotamiento final cuando la identidad regresa a su estado habitual de normalidad.

¿Cree que se trata de su trabajo más ambicioso?
Es, digamos, una de mis sinfonías. Una obra que comencé casi a la vez que el gran lienzo que esta en el hall de la Fundacion Cidaut llamado ‘Membrana’, que tiene mayores proporciones pero que pertenece a un cosmos absolutamente distinto, su antípoda. ‘Membrana’ es una mandala, un haiku de tres seres y, sobre todo, un icono para una religión que todavía no existe. ‘Los arcontes’ es el ritual del crimen publico celebrado por un nivel de simulacro casi insoportable. El público de Nueva York me está diciendo eso cada día y lo que expresan toma la forma de una incipiente sanación. Creo que sencillamente es arte. Cuando he podido tener el sueño de una obra manifestada a causa de una necesidad profunda, supurada por la materia o el lenguaje, siempre imaginaba un estado cercano a éste, pero por otra parte aún no estoy seguro de que toda la pintura esté completamente desnuda, quiero decir desnuda como aparición verdadera. La materia te esta diciendo continuamente que es gratificante mentir. De nuevo reaparece el olor a gnosis. Y es que estos arcontes son los magistrados gnósticos que se mantienen desde la
antigüedad pre-griega hasta el día de hoy; en cierta forma es un tema pictórico por antonomasia: la coronación de los elementos, el destino de la luz fuera y dentro, con rey o sin él...

¿Qué dificultades le planteaba desarrollar la pieza?
No sabría decirte. Miles..... Recuerdo las palabras del gran Mahmud Shabistari cuando decía que lo antiquísimo y lo accidental no están separados. Es increíble comprender esto. Yo acaso he tratado de abrazarlo. Por otra parte, cuando se habla de desnudez en la pintura, en la superficie, me viene a la mente un poema poco conocido de Basho en el que decía que la luna le recordaba el día en que un famoso actor de teatro japonés actuó sin mascara. A eso se acerca al asunto. A mi juicio, la complejidad de esa observación es infinita; me hace pensar en la caída de una piel que el mundo no tenía hasta que Basho lo
dijo.
¿Nueva York es el contexto natural del lienzo? ¿Espera que la obra pueda quedarse allí?
Siento que pertenece a Nueva York, pero ahora tienen que adoptarla y eso ya es lo que no está en mis manos. Creo que he tallado una figura para la tribu, y desde luego sé que la tribu en que pensaba es más extensa que esta gran manzana.

Un año después del 11S comentaba que aquel trauma acabaría suponiendo un beneficio para el ambiente creativo norteamericano. ¿Realmente ha sido así?
Cuando hay muertos sobre la mesa del cuarto de estar, por norma general el auténtico poeta calla o se pronuncia, pero no ironiza. Cuando se acabe el descreimiento y los ‘smart asses’ se callen, entonces quizá todo cambie. De todas formas para los escasos artistas auténticos las crisis son adagios propicios. Si Nueva York no cambia el resto del mundo lo hará por ella, aunque no sé si eso es bueno o malo… Tengo que reconocer que quiero mucho esta tierra.

Tras su paso por la 2/20, ¿dónde podrá verse?
A bote pronto, me gustaría que alguien de España pidiese mostrarla allí, y poder exponerla en Madrid o en el Musac, que creo que por azares del destino está a la espera de un nuevo director. Solamente, espero que sepa algo más de pintura que el anterior.

¿Cómo lleva el proceso de la edición y traducción de la antología poética norteamericana? ¿Tienes cerrada la editorial? ¿Cuándo podría ver la luz?
Tengo un contrato firme con mi amigo César Sanz, de la editorial Difácil. Editar y traducir un campo tan enorme como los últimos 30 años de la poesía americana es un trabajo para cuatro hombres y yo leo y disfruto sólo uno. Cuando vea la luz ese proyecto me gustaría hacer algo parecido con la poesía en español. Tengo que reconocer que a veces me tomo un respiro y trabajo en mi libro ‘El alimento no humano’, con toda la poesía que he hecho en América los últimos diez años y que prometo a mis amigos cada seis meses. Así echo de menos mi tierra, nuestra lengua, poder hablar en castellano como en la conversación que mantuve con José Jiménez Lozano durante mi ultima visita.
Buenas noches desde el Bronx.




‘Los arcontes’, un lienzo monumental, con más
de cuatro metros de ancho y dos y medio de alto,
que lleva por subtítulo ‘La negación de la
mascarada’ del pintor y poeta vallisoletano José
María Antolín