martes, octubre 28, 2008

JOE THE PLUMBER


GONE TO CAMPAIGN

FOR JOE THE PLUMBER…!!




Love those bald, muscular men....!
Back after the elections!

lunes, octubre 27, 2008

KILL GIL


El viernes por la tarde caí en el sofá rendida… La tensión del día, a la espera de que mi perrita saliera de una simple operación quirúrgica donde la mayor complicación era la anestesia. Me había tumbado cerca de ella. Las únicas señales que daba mi vieja compañera eran que la dejáramos en paz.

Puse la tele y salió el canal de la noche anterior Sundance, que miro con frecuencia. El documental que ofrecían captó mi atención
Un hombre sonriente, aun en su evidente dolor, es trasladado de una cama a otra. Tiene una herida cerca del cóccix, una llaga producida por el tiempo que lleva sin moverse de esa posición horizontal (pienso, recordando la muerte de mi madre) pero también - explican ahora - por una infección de estafilococo que está comiendo la piel y todo lo que encuentra a su paso, hasta el hueso. La herida parece la boca de un pequeño volcán. Algo me dice que debería cambiar a otra cosa menos sobrecogedora ya que no he pasado un día particularmente tranquilo. Este hombre va explicando - unas veces en inglés y otras en italiano - el proceso por el que está a punto de pasar: limpiar la llaga hasta el hueso, rellenarla, y ponerle un remiendo. Su sentido del humor es impecable: se refiere sin rodeos al sitio de la llaga como ‘culo’. Debe tener unos cuarenta y pocos años…alto, atractivo y con un cuerpo en forma. No es posible que haya pasado mucho tiempo en esta situación de paralítico. Definitivamente de origen indio. Sus ojos y su sonrisa son un imán poderoso.



Está en una clínica en Suiza. Su habitación es amplia, moderna, con grandes ventanales. Se me ocurre que si algún día pierdo mi movilidad me gustaría ir allí. Claro, debe costar un dineral…pero quizás es gratis para todos los ciudadanos suizos. Ah! nadie - que viva en un país desarrollado - tiene peor medicina que EE.UU.… Las enfermeras son como ángeles de manos mágicas, parecen haber sido elegidas para una película. Entre tanto dolor y desgracia para este hombre de tan buen humor y graciosa ironía... ¡qué suerte estar ahí! El documental sigue.
Deduzco que está en una clínica para parapléjicos donde le enseñarán a valerse por si mismo en una silla de ruedas. Todos ellos, los otros pacientes, parecen gente importante que ha sido decimada por no sé qué plaga y ahora aprenden en esta clínica de lujo - casi un hotel- a vivir sin el uso de sus piernas.

En una de las escenas me quedo con el nombre del protagonista de este documental, Gil Rossellini. Tengo mi ordenador cerca y Google me explica que es hijo adoptivo de Roberto Rossellini. Hijo de la guionista india, Sonali Das Gupta, con la que se casó en 1957, cuando el pequeño Gil tenía sólo un año. Me había parecido haber visto, en una de las escenas, a Isabella Rosselini visitarlo. No le había dado importancia, pensé que la actriz haría una de esas visitas de caridad-publicidad. Ahora Google me dice quién es Gil Rosselini: cómo llegó a esta situación y con que entereza ha sufrido sus últimos años; al mismo tiempo que ha filmado una serie de tres documentales sobre este calvario. El que yo veo es “Kill Gil” II. Las últimas escenas tienen que ver con la reconstrucción de las llagas en sus brazos. Los cirujanos intentan averiguar qué ocurre con los tendones de varios de sus dedos, que no le permiten tocar su guitarra, compañera en esta miseria. Descubren que no hay tendones, la bacteria los ha destruido hasta el punto de su desaparición. Gil está desanimado, casi al borde del llanto. Se permite la expresión ‘mierda’ en alguna ocasión.

Gil Rosselini recuerda el centenario del nacimiento de su padre adoptivo, ‘un buen padre’. Habla de lo apegado que está a su hermana Isabella ‘por su espíritu practico’ que le ayuda a crear un futuro donde desenvolverse bajo las condiciones presentes, que solo pueden empeorar.
Gil había muerto dos semanas antes de yo ver este documental. El volumen dos y medio de “Kill Gil” (nunca llegó a ser III) se presenta en Roma este miércoles 29.

Y yo me siento afortunada de haber encontrado, por pura casualidad, por este ‘mágico’ estado de ánimo en que estaba y que no me permitió cambiar de canal, con alguien a quien merece la pena conocer - aun después de su muerte - y que seguiré atenta a lo que de él se haga en el futuro.

domingo, octubre 26, 2008

MANUEL MONTERO EN PARIS



Manuel Montero, pintor y escritor granaino con residencia en Paris, conocido en este blog por sus asiduos paseos, acaba de lanzar al mercado su colección de seis novelas, publicadas por la editorial Meligrana. Por el enlace que dejo podrán ver que están cuidadosamente impresas e ilustradas con dibujos del pintor. De gran interés es el párrafo que la editorial aporta - en francés y español - y en el que señala las intenciones de la escritura de Montero:

Él confiesa que lo que le mueve a seguir escribiendo es el puro interés de vender mejor su pintura, de cerrar varias polémicas que su obra pictórica ha suscitado, pero posiblemente el placer de contar lo más íntimo, lo más secreto de sí mismo, lo impulsa a añadir desnudez a la desnudez pintada.

En mis, también cortos paseos por su blog, descubro a un escritor influenciado por los movimientos de vanguardia : por la raiz del pensamiento de Tzara, la necesidad de romper con el canon literario; por los surrealistas . . . Pero así como estos experimentaron con los sueños para recrearlos en una escritura automática, en lo poco que he leído de Montero, este intento en él es intencionado y elaborado. Su escritura fluye desordenadamente mostrándonos a un lector conpulsivo y por tanto un escritor erudito. En su escritura aparecen sus copiosas lecturas, desde los clásicos (Platon, Séneca) hasta los menos convencionales (Sade , Artaud) y cómo no, el Quevedo escatológico, obsesionado con el cuerpo, y Lorca... y su aficción al psicoanálisis. Un artista que quiere ‘escandalizar’ a su lector: cuando éste menos lo espere se abrirá la gabardina y nos mostrara el sexo de una forma bestial. Abrirá su boca y proferirá obscenidades y nos mostrara la violencia de tipo sexual.

La mujer es el objeto principal de su obra; retratos inquietantes para algunos, mostrándola - por escrito y en su arte - a veces con brutalidad otras con una sensualidad casi ingenua. Estos contrastes son los que hacen que algunos nos desanimemos en el intento de querer entender mejor su obra.







El Montero que me interesa es el que nació en los años 70, ya crecido, y que más tarde decide vivir en Paris, en ese Paris que patearon sus maestros: Hemingway, Picasso, Breton, Artaud, Man Ray, Dalí... El que busca esos tiempos pero descubre que el café que él se toma en el Ritz habría sido prohibitivo para la mayoría de los bohemios de esas décadas que él parece añorar.



Manuel Montero nos manda una muestra de uno de sus largos textos « Bar Hemingway” que forma parte de una de sus seis novelas.

Cuatro y pico de la mañana. No consigo dormir. Esta noche me tomé el café más caro de mi vida. Veinte euros en el hotel Ritz, de la place Vendome. Para colmo he vomitado la copiosa cena que tomé en la Closerie des Lilas, justo antes de ir al Ritz. Julia Kristeva va mucho por allí, digamos que es un sitio de intelectuales ricos y algunos actores y músicos. Me pregunto qué me pudo sentar mal. No estoy acostumbrado a beber vino en todo caso.
Mi tía me estuvo diciendo que hago los mismos gestos, y tengo las mismas gafas, que Peter Sellers.
Yo no sé si es el yoga, pero realmente consigo parar el pensamiento. Estaba allí, en medio del lujo, y me parecía como si hubiese vivido toda mi vida entre algodones.
Incluso me pude permitir estar pensativo.
Cuanto más tarda el reconocimiento más se prepara uno. Nadie es profeta en su tierra. Me había planchado la camisa yo mismo. Me había cosido solo el botón del pantalón. Y entraba en esos templos de la fama con una gran sonrisa.
Bartrihari, el poeta indostánico, dice de Lakshmi, la diosa de la riqueza, que es voluble como una prostituta, en el sentido de que no es fiel. Pero se puede hacer la otra lectura, algo transversal, de que esa diosa, nacida de un océano de leche, está al alcance de todos, con tal de pagarle la sesión.
Desde que voy a psicoanalizarme tengo una simpatía creciente por las prostitutas, con su dignidad remendada, y sus mentiras piadosas, porque tienen, al igual que la diosa indostánica, mucho de terapeutas.
El encuentro, pues, con la riqueza extrema, funciona como purificación, como purgativo, y es como el breve favor de una rubia venal. El arte se convierte en acción de gracias. Infinitas gracias. Desde la infancia los dibujos que querían gustar, que buscaban confortar....


NOTA: Las fotos de las imágenes fueron tomadas por Eve Livet.

jueves, octubre 23, 2008

UNA HISTORIA DE LA CRIATURA PERDIDA ALLÁ EN EL TIEMPO

A poco más de una semana del “Halloween”, ‘Día de los muertos’ por aquí y acercándonos al dos de noviembre, Día de los difuntos para ustedes, recibo este triste relato de uno de nuestros comentadores. CRIATURA PERDIDA ALLÁ EN EL TIEMPO.
Gracias por compartir, como siempre has hecho, esa sensibilidad poética tuya de la que tanto disfrutamos.

LA TUMBA

El pájaro levantó el vuelo y en un momento, tras verle describir un círculo que parecía de despedida, sin saber cómo, desapareció de su vista.

Ella estaba allí, de pie, aguantando llorosa la pena que le estaba cerrando la mente, sin creerse su marcha, definitiva y fatal. Intuía vagamente que el proceso por el que la realidad se impondría finalmente iba a ser más doloroso que el último adiós. La muerte se lo había llevado, y él no volvería.

El césped en otoño estaba caldeado con un sol difuso y los árboles parecían cansados. Ella también se sentía cansada.

Otro pájaro voló y desapareció, veloz.

Se quedó sola. No veía más pájaros y él había muerto.

La muerte se hizo patente. Él estaba en su tumba, bajo la pradera verde que se extendía húmeda, al sorprendentemente cálido sol de aquel otoño. Le gustaba tomar el sol, indolentemente. A él le gustaba. Pero ya no, el sol no podría acariciarle más.

Entonces, ella lo presintió allí y, en un chispazo efímero de su mente cerrada, lo vio saliendo del suelo, buscando el sol en su piel. La chispa se fundió y él siguió dentro, en su tumba soleada y caliente. Ella la había elegido con mucho cuidado porque era para él. Con todo su amor desbordado en la nada. Y allí estaba ahora. Al sol que calentaría su trozo de tierra y que ahora parecía irreal, o impertinente, o irrelevante, o disparatado. Vacío.

Miraba la piedra, repitiendo para sí una y otra vez su nombre y sus dos apellidos, allí escritos. Los repetía como una letanía interminable y lloraba por el sol presente en su ausencia, por el derroche de luz, por el cansancio de la tristeza profunda recién descubierta y ya tan pesada.

Vio de nuevo, esta vez más lejos, un pajarillo muy pequeño que buscaba algo que comer en la hierba.

Quizás también vendrían pajarillos a veces a su tumba soleada. Quizás cantarían.

Cantos, luz y calor, en un campo inmenso de tiempo y soledad.

Recuerdos y llanto en un futuro repleto de vueltas y revueltas queridas y temidas, voluntarias y obligadas, y siempre irreprimibles, alrededor de aquella losa tan cuidadosamente escogida, tan esmeradamente vigilada, tan sola, tan inmóvil, tan indiferente, tan parada.

domingo, octubre 19, 2008

Bill Ayers: Maestro de Maestros


Habíamos quedado en un café cerca de la Universidad. Le había mandado un e-mail donde le pedía que hablara a mi clase: un grupo de 25 estudiantes de primer año de la Universidad de Illinois en Chicago que habían elegido - de los seminarios ofrecidos como requisito para ellos - mi clase, “Teaching: A Life of Learning” (La enseñanza, una vida de aprendizaje). No nos conocíamos pero sabía que era uno de los profesores de la Facultad de Educación más ocupados. Había oído hablar de él a varios de los estudiantes a quienes yo guiaba en el laberinto para conseguir la licencia estatal que les permitiría enseñar en las escuelas públicas de Chicago. Me contestó; quería que nos viéramos y le explicara de qué iba la clase y qué tenía que hacer él para que su visita fuera eficaz.

Entré en el café - un poco ecléctico - buscando a un profesor en sus cincuenta y tantos…Alguien, al fondo del salón, levantó la mano; con la otra sostenía su café, varios libros reposaban bajo un periódico. Ahí que fui. Me pareció un motociclista, pero no había visto ninguna Harley aparcada afuera. El me reconoció (ahora me doy cuenta de que miraría en la página del departamento de español, mi foto andaba por allí) Llevaba un chaleco de cuero, debajo una camiseta de manga corta, por donde asomaba un antiguo tatuaje, y un arete en la oreja izquierda. Tenía, y tiene, unas respetables entradas y el resto del pelo rizadillo; una mirada directa y jovial. Sonreía fácilmente.

Se entusiasmó con la idea de esta clase. La escasez de estudiantes que se gradúan de las universidades de EE.UU. para dedicarse a la Enseñanza Media es alarmante. Cuando llegué a la Universidad de Illinois en Chicago y vi el número de graduados en la enseñanza de ciencias, matemáticas y español no me lo podía creer. Las escuelas públicas de Chicago estaban contratando a profesores de España y Latinoamérica para cubrir la falta de personal que enseñara clases de español a estudiantes bilingües y angloparlantes.

Entre elementos de carácter teórico y práctico, una de las partes fundamentales del éxito del semiranio “Teaching: A Life of Learning” era la participación de los invitados: maestros, profesores, antiguos alumnos, administradores…que motivaran a este grupo a dedicarse a la noble, y mal pagada, profesión de enseñar. Eso es lo que tenía que hacer Ayers: llegar a la clase y hablarle a los chicos de su experiencia como profesor, educador de futuros profesores y conocedor de la grave situación en que se encuentra nuestro sistema educativo.

El primer año le dejé - como a los otros invitados - 45 minutos de las dos horas y media que duraba la clase. Los chicos estaban en vilo. ¿De dónde había salido este hombre? Las anécdotas que contaba, las satisfacciones que les prometía…hasta los sueldos -descubrimos- eran atractivos. No era suficiente 45 minutos. El segundo año le pedí que se quedara una hora, el tercero y último hora y media. Año tras año Ayers era evaluado por mis estudiantes como el invitado más convincente y eficaz de los que por allí habían pasado.

Quién me habría dicho que este hombre, campechano, cariñoso, todavía con la ilusión y entusiasmo de esos adolescentes que quieren conquistar el mundo y devolvérnoslo en un estado puro, iba a desestabilizar las elecciones a la presidencia unos años después.
¿Que si sabía de su pasado? No, en un principio, cuando lo invité a mi clase. Alguien se encargó más tarde de informarme. Un año después salía su autobiografía. Pero ¿y qué?
Cuando salí de España en 1977, dejé atrás a una juventud totalmente comprometida con la política. Llegué a otra sociedad donde los estudiantes pasaban por la universidad ensimismados en lo que sería su futuro, sin prestar atención a lo que ocurría en el resto del mundo o en su propio país. Mi desencanto con la indiferencia al voto de esto jóvenes era frustrante. No se podía hablar en las aulas de otra cosa que no fuera de la materia enseñada, o te destrozarían en las evaluaciones por no ceñirte a ‘tu obligación’. La época en que la palabra ‘liberal’ era un insulto infame. No salía de mí asombro, yo que siempre había idealizado a los liberales, la flexibilidad, el entendimiento hacia un mundo más justo. No, no me preocupaba en absoluto que Bill Ayers hubiera tenido un pasado parecido al de muchos de mis compañeros de la Complutense. Es más, nunca indagué en su pasado, tenía suficiente con lo que le oía decir a mis estudiantes. Esos estudiantes, hoy, recordarán ese tiempo en que Ayers pasó por nuestra aula y se sentirán orgullosos de haber conocido a alguien distinto, todavía leal a sus principios.

Va a hacer dos años que solicité la ciudadanía en este país…me dicen que están investigando mi pasado. Ahora entiendo mejor a Obama. Los dos nos hemos codeado con un terrorista! No podré votar, no soy ciudadana todavía, pero muchos jóvenes lo harán por mí, es algo que ha cambiado en EE.UU. en estos últimos ocho años. Para algo han servido los errores de Bush.
Enlaces:
Blog de Bill Ayers: http://billayers.org/
Bill Ayers contesta a sus críticos (sobre su pasado y su presente):
Bill Ayers sobre las satisfacciones de la enseñanza

martes, octubre 14, 2008

LUIS GOYTISOLO EN BOSTON



Le contaba a Luís Goytisolo y a su mujer Elvira Huelbes que hace tiempo puse en el blog unos poemas de su hermano Agustín y uno de los comentarios que hicieron decía: “es imposible seguir a este autor ¡publica tanto!”. Los dos se rieron. Los acababa de conocer, estaban sentados al pie de la escalera de mi casa que lleva al segundo piso. En la sala de al lado unos pocos amigos íntimos que la pareja y nosotros tenemos en común. En la cocina el caldo de una sopa de pescado y mariscos esperaba su último toque para servirla.

No es muy común que en una misma familia se den tres hermanos escritores y que hayan publicado simultáneamente. Goytisolo es un nombre que suena mucho y bien, pero sólo los lectores que se alimentan de la literatura podrían distinguir entre los tres hermanos: Agustín (1928-1999) Juan (1931) y Luís (1935).

Al caldo, preparado la noche anterior, había que añadirle los mariscos y el pescado, darle un hervor y servirlo caliente. Me retiré del grupo discretamente y fui a la cocina. Unos minutos después Luís me preguntaba por el cuarto de aseo. A su vuelta se detuvo al lado de la hornilla y empezó a comentar el buen aspecto de las vieiras, las gambas, mejillones…Tenemos amigos y conocidos en España que él también conoce; le pregunto si los ve, cómo están, les mando saludos y en poco estamos hablando del ambiente literario en Madrid. Barcelona…Su necesidad de alejarse de la ciudad para escribir, su amor al campo, a la naturaleza. La sopa está hirviendo más de lo que debiera, los amigos en la sala se preguntarán que dónde demonios está el invitado de honor. Yo caigo en la cuenta de que nunca he podido hablar y cocinar, cuando esto ha ocurrido la cena siempre ha sido un desastre. Lo interrumpo con humor y le digo que vuelva a la sala si quiere comer sopa. Lo hace diligentemente.

Ya sentados a la mesa y todos presentes se me ocurre que le he podido dar la falsa impresión de que conozco su obra, cuando sólo he leído algunos de sus ensayos y artículos periodísticos. Le digo en voz alta que, de los tres Goytisolo, él es al que menos he leído… Añado - porque es verdad - que es el más guapo de ellos. Elvira se ríe y creo que a Luís no le ha parecido mal el comentario. Mi marido y el resto de los amigos ya están acostumbrados a mis salidas espontáneas. Luís Goytisolo, escritor, hombre, lo siento accesible, casi cercano.

Pero con quien verdaderamente he congeniado es con Elvira. Su naturalidad, su franca sonrisa te hacen sentir que estás con una amiga de hace años. Su contagiosa seguridad da la sensación de que podrías contarle tus zozobras y ella entenderte. Su carrera como periodista - excelente entrevistadora - seguro que le ha dado ‘tablas’, pero no, es lo contrario: es su personalidad lo que la debió llevar a la profesión y no lo que ocurre con frecuencia, que nuestra profesión nos convierte en algo que realmente no éramos.

Quedamos para el día siguiente en la presentación de la obra del escritor que Luís Goytisolo, Elvira y Gonzalo Sobejano tendrán en Boston University. Nunca llegué, debido a un incidente médico que sufrió ese día un amigo y necesitaba atención. Sé que alguno de los lectores de este blog estuvo entre el numeroso público y espero que nos comente el acto.
Al despedirnos, y sé que nos volveremos a ver, le pregunto a Luís cual de sus novelas me recomienda para adentrarme en su narrativa. El se inclina por las de su primera época. Miro a Elvira y le digo que cuál sería la que me permitiría entender mejor, no tanto al autor sino al hombre que acabo de conocer. Ella no duda: Diario de 360º

Ahora, a más de mitad de esta novela - a manera de diario- sé que, como el cangrejo que no quiso pisar Camino, recorreré hacia atrás la obra de este singular escritor hasta llegar a la primera, “Las afueras”. Espero no encontrarme con un ciego que me impida este propósito, como ocurrió a ese cangrejo que Camino intentó salvar.

De Diario de 360º
Sábado 17 de abril. EMPEZAMOS BIEN. Camino: su expresión de gran herbívoro, de ciervo a la vez apacible y alerta, mirando no sólo con los ojos sino encarando con el rostro entero, las pupilas que desviaba mientras escuchaba a su interlocutor, como temiendo que sus palabras mermaran la propia capacidad de prestar atención al contorno. Y las cosas que le ocurrían, que sólo a ella podían ocurrirle. Aquella vez, en el mercado, cuando al pasar ante el mostrador de una pescadería vio moverse con cautela a un cangrejo caído al suelo, alejarse con precaución paso a paso, justo en el momento en que llegaba al puesto un ciego que voceaba la lotería. Camino, temiendo por la suerte del cangrejo, estuvo a punto de detener al ciego, pero el miedo a ofenderle la hizo vacilar. Por suerte el ciego pasó de largo sin rozar siquiera al cangrejo. Y Camino se disponía a recoger el cangrejo cuando el dueño de la pescadería dijo, oye, ¿qué número traes?, y el ciego se dio la vuelta y espachurró al cangrejo, sin que ni tan siquiera le llamase la atención el chasquido que se produjo bajo la suela del zapato.

NOTA: Luis Goytisolo se encuentra en EE.UU en una gira para presentar la traducción al inglés de “360º Diary , traducido por Pamela DeWeese.

Enlaces:


jueves, octubre 09, 2008

Candidata para Presidente de EE. UU.: Estrella Iglesias

Queridos amigos. En los últimos días he permanecido encerrada en casa , como en los tiempos en que preparaba oposiciones, repasándome la Constitución de los EE.UU., los desastres de la guerra de Irak, Afganistán y la delicada política exterior con los iraníes, coreanos, rusos…España y Zapatero, etc. En fin, preparándome para presentarme a las elecciones de este país que se celebrarán en menos de un mes. Mi gran preocupación es Sarah Palin que no sólo es más guapa que yo sino que es MAS JOVEN, aunque me dicen que se quita años.

Sé que les prometí una entrada sobre Luís Goytisolo, que ha pasado por Boston y, haciendo un gran sacrificio, cené con él y su encantadora mujer Elvira, volviendo inmediatamente a lo que en este país llamamos “cramming”; sin anfetaminas en esta ocasión

Para concluir y no tenerlos en ascuas, les comunico que un grupo de admiradores… el plural está usado aquí como genero universal que abraza a hombres y mujeres, travestis o cualquier otra derivación sexual que exista en el planeta…yo lo acepto todo y de ahí mi popularidad. Bien, como les decía, me han nominado para competir con Obama y McCain… !A piece of cake!

En cuanto sepan en este país que sé bailar flamenco y tocar las castañuelas…Vaya, que creo que este blog - a partir de enero - tendrá su continuación desde la Casa Blanca.
Dejo aquí el enlace de la noticia. Tengo que admitir que me pilló de sorpresa pero, después de Bush, soy ferviente creyente de lo de: “otro vendrá que a mi bueno me hará”.
¡Esa soy yo!

Aquí están las noticias del canal 3 sobre mi candidatura.

http://www.tsgnet.com/pres.php?id=46832&altf=Ftusfmmb&altl=Jhmftjbt

miércoles, octubre 01, 2008

Las tribus de Omo. Fotos de Hans Silvester






PROZAC me acaba de mandar un show de fotos sobre “Las tribus de Omo”
No sé cómo se puede instalar esto en un blog. Si tenéis interés os puedo mandar el enlace por correo. He sacado de la Red estas fotos, de Hans Silvester, el autor de las fotos del show, porque me han parecido extraordinarias. Como acabamos de hablar de arte, pintura, dibujo…os dejo esto de postre.
Gracias, Prozac!

Texto que acompaña al Show:

“La vida es un enigma. El arte, su revelación. ¿Nos dice la verdad? No. ¿Para qué? Nos hace olvidarla.”

BENAVENTE

“Las tribus de Omo.
En los confines de Etiopía, a siglos de la modernidad, Hans Sylvester fotografió durante seis años a unas tribus donde hombres, mujeres, niños y viejos son genios de una arte ancestral.
A los pies del río de Omo, a caballo sobre el triángulo Ethiopie-Soudan-Kenya, el gran valle del Rift que lentamente se separa de África, una región volcánica que abastece una paleta inmensa de pigmentos, ocre rojo, caolín blanco, verde cobrizo, color amarillo luminoso o gris ceniza.
Tienen el genio de la pintura, y su cuerpo de dos metros de altura es un lienzo inmenso.
La fuerza de su arte radica en tres palabras: los dedos, la velocidad y la libertad.
Dibujan con las manos abiertas, con el trozo de una uña, a veces con una madera, una caña, un tallo aplastado. Gestos vivos, rápidos y espontáneos, más allá de la infancia, ese movimiento esencial que buscan los grandes genios contemporáneos cuando tras haber aprendido mucho intentan olvidarlo todo.
Solamente el deseo de decorarse, de seducir, de ser bello, un juego y un placer permanente. Les basta con sumergir los dedos en la arcilla y, en dos minutos, sobre el pecho, los pechos, el pubis, las piernas, nace y no tiene que envidiar nada a un Cegato, Picasso, Pollock, Tàpies, Klee …”