domingo, octubre 21, 2012

Otoño





En el parque, yo solo...
Han cerrado y, olvidado
en el parque viejo, solo
me han dejado.

La hoja seca,
vagamente,
indolente,
roza el suelo...
Nada sé,
nada quiero,
nada espero.
Nada...

Solo
en el parque me han dejado
olvidado,
...y han cerrado.


Manuel Machado


15 comentarios:

Elvi dijo...

Preciosa evocación del parque en la voz de Manuel Machado, Chiqui. Qué fácil es identificarse con esos versos. Y la imagen me recuerda enormemente al parque del Oeste, en Madrid, el de las Américas. Un parque diseñado por un ingeniero, como tantos hay en España, cuando entonces. Hace mucho, hace más de cien años. La contemplación de ese otoño, el aire ya frío danzándote las orejas, esa inevitable sensación de estar sola, sola... ¡Pero recuerda que no lo estás! Así que disfrutas ese instante como si lo estuvieras. Qué bien lo dice Manué.

tu prima dijo...

Otoño y soledad....Es precioso como lo dice Machado.
Pero los colores del otoño son tan magníficos, tan grandiosos, que hasta puede ser un gusto aislarlos de toda compañía y disfrutarlos en su esplendor, en una espléndida contemplación solitaria...
Claro que todo dependerá del estado de ánimo de cada cual. El Sr. Machado parecía muy deprimido porque se sentía encerrado en un abandono total. ¡Pobrecillo!

estrella dijo...

Lo que daría pena es que hubieran cerrado el parque y te hubieran dejado fuera!

Me llamó la atencion este poema, que no conocía, de Manuel Machado, porque creo que Cernuda lo recuerda al escribir :
“No sé nada, no quiero nada, no espero nada.”

estrella dijo...

Donde habite el olvido

Por Luis Cernuda

I

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo solo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allá donde termine ese afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.

amalia dijo...

Esos colores lo hacen a uno panteísta. Y ante esa contemplación casi sagrada siempre se está sólo.Digo nomás.

tu prima dijo...

Ahí sí que coincido contigo, Amalia.

estrella dijo...

Sí, el universo entero es Dios…incluido el prójimo – por poco que nos guste.
Los achaques , la perdida de memoria, el desconsuelo…todo es Dios!

Querida prima, necesito una buena ducha de agua española; de esas aguas que de verdad quieren ser españolas! De las otras ya tengo.

Ada dijo...

Qué bonitos poemas, me gusta mucho la melancolía del otoño, (y el principio de las rutinas del invierno).
Tendré que pasear por el Parque del Oeste, ya que lo tengo tan cerca.

Anisia Serendipia dijo...

vestidas de nostalgia y de poesía, decidieron
pasar un breve tiempo -el otoño no más, sólo el otoño-
en las praderas reservadas en el planeta Venus
para los viajeros de excepcional belleza.

de Gastón Baquero

Mes de otoño, tiempo demasiado hermoso

llueve,,llueve,,,,agua,,m.v dijo...

Balada de otoño

Anónimo dijo...

tiéne
presente el llanto,
lo quisiera retener
pero de tanto en tanto
no lo puede comprender
irrumpe el rostro al llover.
...lentamente aparece
siempre es asi en especial
reina, cuando anochece
y con su helado caudal
comunica todo el mal
ahorcando al que entristece.
Las lluvias sin fin seran reflejo de este dolor
gusto a rencor que se van plasmando en el desamor
deseando todo el candor -aunque ya nunca estaran.-
la raiz de esta verdad lo que aprisiona este ser
no es la lluvia en realidad ni la rabia de anteayer
¡¿has logrado develar lo oculto en profundidad?!
......para TI, .....¡Musa!, Gebere.

Elvira dijo...

Anisia, conocí a Gastón Vaquero. Era, además de compañero en la radio (él trabajaba en Radio Exterior de España), vecino mío. Recuerdo bien su hablar quedo y parsimonioso. Un gran tipo. Qué alegría que lo traigas aquí.

Anisia Serendipia dijo...

¡Que bueno! Muchas gracias, Elvira por decirnos que era un gran tipo. Un abrazo

Elvi dijo...

Sí, Anisia; lo que no sé es porqué he escrito Baquero con v.

estrella dijo...

No, Gebere, no sé quién eres. Cómo tu "musa" si no me conoces?.
Quizás por eso lo sea. Pero, escribe poesías menos tristes, hombre.