sábado, marzo 23, 2013

OTRA PUESTA DE SOL




Lo que se puede hacer en un día cuando algo superior a nosotros mismos nos reclama. En unas horas se rinde amorosos recuerdos a los que se  nos van y a los que ya se fueron y se mira con nuevos ojos a los que nos rodean. Así fue ayer: Florence, y todos los que la queríamos.  No tuvo hijos, ni se casó –decía “I missed the boat!”, pero el grupo era grande y en cierto modo pintoresco: iba de los 103 (su querido hermano) a los 15 años de la menor de sus sobrinos-nietos. Incluía también a las compañeras de mis hijos y a los que cruzaron ese umbral que  “oficialmente” los hace parte de la familia. De todos ellos Florence podía dar cuenta, con más detalle que yo misma – en el caso de mis hijos en particular porque crecieron con ella muy cerca.

Cuando la muerte es trágica, inesperada, me parece injusto celebrarla. En el caso de Florence y su hermana Hildegarde, que murieron cuando el pensamiento se les escapaba  a ese lugar donde encontrarse con los que pacientemente  las esperaban, ¿por qué no celebrarlo ?  Así lo hicimos: brindamos…¡cantamos! Cantamos, la noche anterior al entierro, esas canciones de época que Herman --su hermano — todavía recuerda. Oklahoma, K-k-k-Katy, How Much is that Doggy in the Window? Qué pena, no se nos ocurrió invitar a Barbra Streisand para que cantara las canciones favoritas de Florence, “People” y “Memories”. . . En el almuerzo, al día siguiente después del entierro, de nuevo cantamos, nos reímos con las imitaciones de Hil and Flo que hicieron  los sobrinos. Al final llegaron las  fotos; la última, el grupo en los escalones de la casa por donde todos hemos pasado. Todo esto  en un día frio,  sin sitio donde aparcar… Cuando lleguen las multas habremos vuelto a la cotidiana realidad.

De vuelta a casa: Pittsburgh, Boston, New York, Washington, Dallas, Philadelphia.
Holly, con su padre y familia, 6 horas de camino hasta Pittsburgh, nos envía un correo: “Saw an amazing sunset tonight heading west. Trying to follow Florence’s instructions to 'look at the clouds.' It was the strangest sky; Paul (su marido) said she was trying to tell us something.” Con toda seguridad que Flo estaba con todos. En nuestro caso, al llegar al aeropuerto, nos anuncia la señorita del mostrador que “You have been upgraded to first class”, los asientos 1D y 1F. Nunca me había ocurrido esto antes.
    




Midnight,
Not a sound from the pavement
Has the moon lost her memory?
She is smiling alone.
In the lamplight,
The withered leaves collect at my feet,
And the wind begins to moan.

Memory,
All alone in the moonlight,
I can dream of the old days
Life was beautiful then
I remember the time
I knew what happiness was.
Let the memory live again.

Every street lamp seems to beat
A fatalistic warning.
Someone mutters and the street lamp gutters
And soon it will be morning.

Daylight,
I must wait for the sunrise,
I must think of a new life
And I musn't give in.
When the dawn comes,
Tonight will be a memory too
And a new day will begin.

Burnt out ends of smoky days,
The stale cold smell of morning.
A street lamp dies,
Another night is over,
Another day is dawning.

Touch me,
It's so easy to leave me
All alone with the memory
Of my days in the sun.
If you touch me,
You'll understand what happiness is.
Look, a new day has begun.




9 comentarios:

estrella dijo...

Traigo aqui este comentario dejado en otra entrada

Queridas Amalia, Elvira y Anisia.
De vuelta en Boston. Es verdad, quién pudiera llegar a los 97, o a los 103 de su hermano (mi suegro) y morir sin haber sufrido ni haber perdido la conciencia de quienes somos . Más que nada, disfrutar todavía de las pequeñas cosas: un sándwich, una copita de vino, las películas de su época... Florence le pidió, un par de días antes de morir, a Holly que le trajera al centro de recuperación un scotch! Era costumbre en la familia el “happy hour”: antes de la cena una bebida, algo que picar y una conversación relajada de una media hora. Esta tradición sigue y así la respetaban Herman y ella hasta hace unos días que se rompió un brazo y la tuvieron que internar.
Sí, Anisia, eran distinguidas, elegantes, se comportaban como si fueran millonarias sin tener dinero, el poco que tenían lo repartían entre los que lo necesitábamos y todo el que les pedía, empezando con la iglesia
Podrían haber pasado por princesas, porque lo eran. De origen humilde, de emigrantes alemanes de principio de siglo, fueron criados los tres hermanos por una madre inteligente y trabajadora que quedo demasiado joven viuda.

Anónimo dijo...

Querida Estrella, que buena manera de despedir a Florence, celebrandola. Y que entereza saber dejar ir a los que se ienen que ir; admiro esa fortaleza que no tengo.
Un abrazo fuerte y salud por la vida!
Maritchka

tu pima dijo...

Querida prima:

Lamento mucho no tener palabras adecuadas, no tener nada que añadir más que una enorme admiración y respeto por esa gran señora, por esas grandes señoras que fueron vuestras queridas tías, mucho más que unas princesas, muchísimo más.

La visión de la luna tendrá ahora ya una nueva dimesión para todos vosotros...

En todo caso, enhorabuena por esa gran familia.

Un beso muy fuerte

estrella dijo...

Querida Maritchka. Te habrían encantado las tías, y tú a ellas! La Fortaleza para afrontar las perdidas llega sola. Lo importante es no olvidarlos, seguirán viviendo en el recuerdo…pero tú ya lo sabes.

estrella dijo...

Prima, sabes bien la suerte que tuvieron mis hijos con ellas, y con el resto de la familia. Al estar lejos de España mi agradecimiento es infinito. Eran una familia “atípica” para lo que se da en este país. Un beso

Lo de princesas iba porque nunca envejecieron y yo asocio princesa-juventud- cuentos de hadas! Pero sí, fueron más que eso.

Elvi dijo...

Muy emocionante, Estrella. Muy bello.

for ever dijo...

Una de mis piezas favoritas.

Lola dijo...



































































































































































































































































































































































































































































































































































Querida Estrella: que alegría haber tenido la suerte de tener una familia como tu bién dices tan especial. Os admiro por la forma tan extraordinaria de afrontar esos momentos, ha sido un ejemplo para mí, que cada día intento reflexionar sobre la despedida definitiva de los seres queridos.
Un fuerte abrazo para los dos.
Y un beso muy fuerte a Floren, por haber sido una persona humanamente excepciona.
Lola.






























Lola dijo...

Querida Estrella: No he tenido el privilegio de conocer a Florence, tal como la describes, debio de ser una mujer extraordinariamente humana y con ganas de vivir y disfrutar de esos momentos que comentas en tu blog. Me alegro de que hayais tenido esa gran suerte de tener una familia tan especial y como habeis asumido su pérdida con alegría que es lo maravilloso.
Un fuerte abrazo para los dos.
Lola.