lunes, mayo 27, 2013

Tú a Boston y yo a California: y las dos a Madrid !


Sigo en Madrid, para los que os preguntáis si he vuelto a Boston ya. Me quedan unos días más. ¿Por qué no escribo nada? A veces cuando menos se dice es cuando más se podría contar…pero se está demasiado absorto en vivirlo. Casi una semana  aquí y hoy no sabía si era lunes o miércoles; he comido con mi tía y me dice que es martes. Las dos sufrimos de un largo jetlag. Solo contándole lo que hice anoche hemos llegado a la conclusión de que ayer fue domingo.
Y ayer quedé con una  antigua amiga de bachiller, nos vemos cada dos o tres años. Cuando llegué a la terraza de Embassy me recibió haciendo oleadas con el pañuelo. En un principio no la reconocí porque iba buscando a una persona y la del oleaje estaba acompañada de otra que me daba la espalda. A el “¡María Estrella!” no me quedó duda. La chica , sentada de espaldas no se levantó, ni siquiera volvió la cabeza; al acercarme  a la mesa me di cuenta que se trataba de una sorpresa.
No habíamos visto a Mari Carmen desde COU. Perdimos su pista y ni con los adelantos de la Red la habíamos podido localizar. Esperando que ella iniciara la búsqueda, Elena y yo nos dimos por vencidas hace un par de años. Como esta historia daría para varias páginas, la voy a resumir y algún día la contaré bien desde un principio (Sevilla, 1973) hasta el sorprendente encuentro de ayer.
La  trayectoria de mi amiga Mari Carmen ha sido bastante paralela a la mía. Se casó –dos años después que yo--con un americano-- y fue a  parar a  California. Tiene dos hijas -- mas  jóvenes que los míos – y  enseña inglés como lengua extranjera. En el 2004 Mari Carmen, en su segundo matrimonio, llegó a Chicago…ese mismo año yo dejé Chicago para volver a Boston!
Lo extraordinario de anoche fue el contraste de los recuerdos  de esos años de bachiller. En la selectividad de la memoria andábamos por caminos muy distintos. Mari Carmen me dijo que yo le aconsejé en sus asuntos del corazón. Ella estaba “colá” por un chaval que no se aclaraba y la traía “por la calle de la amargura” . Era el único que se había “fijao” en ella y como-- según ella-- yo le había “pasao” las Rimas de Bécquer (!) decidió que este era el “destinao” (25 años en la USA y no se le ha ido el acento sevillano, gracias a Dios). Pero el tal Julio solo quería “jugá” con la que se le pusiera delante  y dejó de hacerle caso antes de que nada hubiera empezado. Según mi querida amiga, yo le dije que lo ignorara pero que se comportara, siempre que saliera a la calle, como si él la estuviera observando (!) o sea, como si quisiera enamorarlo, conquistarlo… Ahí empezó su éxito con los hombres. Le salieron  más pretendientes que  “pelos en el bigote”, y así “se enreó con el marino de Rota que se la llevó a San Diego y luego –cuando no aguantó la soleá  porque viajaba mucho— con el profesor de primaria de su hija con quien se mudó a Chicago.
Ni que decir tiene que no me acuerdo de tan descabellados consejos… Pero la cosa no acaba aquí: con el éxito que  había tenido en cuestiones de amor, Mari Carme decidió, en momentos difíciles, preguntarse qué haría yo…y seguir mi “forma de ser”.
¿Será por eso que se casó con un americano, tiene dos hijas, enseña, vive en Chicago…y se muere por volver a España?
Anoche pensé que me estaba tomando el pelo, pero al final la tuve que creer.

Y digo yo ¿por qué no seguiré yo esos – “mis propios”-- consejos…los del corazón? porque  a mí no me miran ni los perrillos de mi tía. Aunque no sea un Julio fogoso, me conformo con un cálido otoño.
Habrá que consultar a Mari Carmen.



7 comentarios:

estrella dijo...

He cambiado los nombres por razones obvias.

amalia dijo...

Qué linda historia, Estrella! Fue una casualidad que Mari Carmen estuviera en Madrid al mismo tiempo que vos o viajó a propósito para verte?

Espartero dijo...

Has cambiado los nombres pero...se trata de una historia 'real'?

estrella dijo...

Amalia! Tenemos el mismo horario; que bendición.
Maricarmen localizo a Elena hace poco mas de un anio. A ella no la podíamos localizar porque ha adoptado dos veces el apellido de los maridos ( en ese caso no pensó en lo que yo habría hecho) y nosotras la buscábamos con el suyo. Esta en Sevilla visitando a su familia y vino a Madrid con Elena.

estrella dijo...

Espartero (por que el nombre?) Si no le parece verídica,solo le puedo decir que es mi verdad.

Ada dijo...

¡Ay la nostalgia! Qué puñetera es.
A veces también traidora, cuando se vuelve a lo que se añora, no siempre es lo que uno espera.

Veo que en este viaje eres asidua a Embassy. ¿Leíste El tiempo entre costuras? Es muy entretenida y Embassy es uno de los lugares que describe.
Es siempre una alegría quedar con amigas, y si hay pasteles por medio, mucho mejor.

estrella dijo...

No. Ada, para mi siempre es lo que espero y mas!