viernes, mayo 02, 2014

I swear it’s not too late


 
Mi querido y admirado Luis Eduardo Aute: 
         En estas últimas semanas me ha sorprendido la noticia de que en España el promedio de edad es de 42,5 años.  ¿En qué estaría yo pensando? Cierto es que cuando vuelvo a Madrid, en las calles, restaurantes, comercios... en el Retiro, me encuentro rodeada de gente de mi edad, o mayor que yo. Pero no se me ha ocurrido nunca recurrir al cálculo. Seguro que a usted tampoco, don Luis. Así que me he animado a ponerle al tanto del asunto que me preocupa. 
         Con gusto--y con frecuencia--lo he oído cantar últimamente una de sus mejores canciones: “De alguna manera”. Tan solo hoy me he empezado a preocupar e incluso inquietar cuando la he oído. La culpa la tiene ese dato—el de los 42 años y seis meses. Como usted, me digo de vez en cuando “es tarde ya” para esto o lo otro; y--como usted--me lo vengo diciendo desde hace varios años; vaya, ¡desde que cumplí los 50! Pero usted me gana: esta canción lleva sonando más de 20 años. Imagínese las muchas musas a las que le habrá dicho adiós desde entonces... ¡No se queje si ahora lo abandonan! 
         A estas alturas, y le deseo una larguísima vida, si llega usted a los 85, se habrá pasado más de un cuarto de siglo diciendo que ya es “tarde”.  
         Me atrevo a sugerirle que componga una canción para su nueva generación de fans, la mitad del país. Los de 42+ Queremos oír que SÍ hay tiempo todavía--algo así como  “un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar...", pero no al estilo del Eclesiastés; algo más parecido al de The Byrds : “I swear it’s not too late”
         Y recuerde  que  amar, soñar, creer, crear, perdonar... no tienen fecha de caducidad;  tampoco sus contrarios. Usted mismo hablaba del deber de “no claudicar” : Libertad!
Vivir es más que un derecho, 
es el deber de no claudicar, 
el mandato de reflexionar 
qué es nacer, qué es morir, qué es amar.

La hermosa foto que ilustra la entrada de hoy pertenece a:
Conversaciones en la Fundación March, con Antonio San José. 13/12/2013


21 comentarios:

Neal Novum dijo...

¿Y por qué no el Eclesiastés ?

estrella dijo...

Neal, gracias por el enlace; lo tendría que haber incluido pero no se me ocurrió. Nada contra el Eclesiastés, todo lo contrario, pero lo que me gusta de la canción es, precisamente, lo de “juro que no es tarde” y añadiría, “todavía”. No cree que este juramento humaniza esos versos? Los pone a nuestro alcance,
Me gustaría saber qué opina.

Tu prima dijo...

No he oído esa canción.
En cuanto al tiempo, siempre hay tiempo, claro, mientras no falle la cabeza.

Tu prima dijo...

Aunque bien pensado, si se tiene la suerte de contar con algún fallo menor, de forma que el tornillo que te falte, te permita poder prescindir de algún feo aspecto de la cruda realidad y, además, poder contar con un entorno grato, pues entonces será el tiempo todavía de hacer alguna que otra pequeña o gran locura o, simplemente dejarse vivir intensamente.

estrella dijo...

Prima, he estado de compras con una nena de la edad de la tuya (la hija de mi amiga Roxana) me he acordado de ti, probablemente mientras tú escribías esta buena receta. Y digo receta porque como no veo ni jota con estas gafas para el ordenador – urge pasar a una dioptría más – en vez de “tornillo” he leído “tomillo”...cosa que me parecía muy lógica considerando que después hablabas de crudezas (la carne!) En fin, que acabo el domingo más contenta de lo que lo empecé, y todo por tu visita.

estrella dijo...

Para oír las canciones solo tienes que pinchar en el texto en color. También tiene una bonita interpretación -- a capella-- al final de la entrevista de la Fundación March (enlace al final de mi texto)

Sí, lo más sensato sería no vivir -- como hacemos-- sino dejarse vivir, como tú dices
Y ahora nos vamos a comer pizzzzza!

Anónimo dijo...

Nací ayer. Casi.

Desde entonces han pasado muchas cosas y muchas personas.
Han pasado días a la velocidad de la luz.
Han caído noches pesadas como nubes de tormenta.
Risas tontas.
Llanto sentido, convertido al final en lágrimas vacías.
Tanta irrelevancia.
Tanto punto y seguido.

Nací ayer. Casi.

Moriré mañana. Seguro.

Aquí seguirá el baile sin sentido de los pollos sin cabeza.

Un singular desfile.

Un incierto destino.

Mi clave. Ellos. Tres. Solo ellos.

estrella dijo...

Nací Ayer...que pena que dejes este poema en el anonimato.
"Aquí seguirá el baile sin sentido de los pollos sin cabeza" , me ha recordado a "El coronel no tiene quién le escriba", quizá por lo mucho que se ha hablado de él en estos días.

En mi opinión, que cuenta bien poco, lo que le quita universalidad al poema es el último verso, el número!
Esperamos que sigas dejándonos más poesía, últimamente tan escasa por aquí...Hay que cambiar eso. Gracias.

INTERPERIE dijo...

Este álbum no tiene desperdicio. Para mí el mejor.

tu prima dijo...

Ja, ja, prima. El tomillo sobre un buen filete de carne no es mala idea para pasar el rato, siempre que no seas vegetariano...

Personalmente, además, lo acompañaría con un panecillo tierno y crujiente....

Creo que me he desviado del tema. Sorry.

estrella dijo...

El tomillo para el cordero...y sabes que lo que caracteriza a este lugar es desviarse del tema, cuando hay tema!

Mientras haya dijo...

Mientras haya
alguna ventana abierta,
ojos que vuelven del sueño,
otra mañana que empieza.

Mar con olas trajineras
—mientras haya—
trajinantes de alegrías,
llevándolas y trayéndolas.

Lino para la hilandera,
árboles que se aventuren,
—mientras haya—
y viento para la vela.

Jazmín, clavel, azucena,
donde están, y donde no
en los nombres que los mientan.

Mientras haya
sombras que la sombra niegan,
pruebas de luz, de que es luz
todo el mundo, menos ellas.

Agua como se la quiera
—mientras haya—
voluble por el arroyo,
fidelísima en la alberca.

Tanta fronda en la sauceda,
tanto pájaro en las ramas
—mientras haya—
tanto canto en la oropéndola.

Un mediodía que acepta
serenamente su sino
que la tarde le revela.

Mientras haya
quien entienda la hoja seca,
falsa elegía, preludio
distante a la primavera.

Colores que a sus ausencias
—mientras haya—
siguiendo a la luz se marchan
y siguiéndola regresan.

Diosas que pasan ligeras
pero se dejan un alma
—mientras haya—
señalada con sus huellas.

Memoria que le convenza
a esta tarde que se muere
de que nunca estará muerta.

Mientras haya
trasluces en la tiniebla,
claridades en secreto,
noches que lo son apenas.

Susurros de estrella a estrella
—mientras haya—
Casiopea que pregunta
y Cisne que la contesta.

Tantas palabras que esperan,
invenciones, clareando
—mientras haya—
amanecer de poema.

Mientras haya
lo que hubo ayer, lo que hay hoy,
lo que venga.

--Pedro Salinas

tu prima dijo...

Mientras haya ....

Y si lo hay, que por ahora y a medio plazo por lo menos, lo habrá en general, ¿qué importa si uno no puede disfrutarlo?

Pero ahí debe estar el secreto. En disfrutarlo, a pesar de todo lo que se tenga encima.

Claro que si lo que se tiene que aguantar son cien años de edad, muchos dolores y poca memoria, por un poner, poco disfrute se puede esperar de una mañana que empieza.

tu prima dijo...

Bien pensado, el Sr. Salinas tiene toda la razón, desde el punto de vista de la especie, que es lo que importa.

Los individuos no contamos, no podemos contar.

La grandeza del mundo o del universo o de lo que se quiera considerar, gana siempre.

Anisia Serendipia dijo...

"Tiempo sin recato y sin reloj":

¡Que si hay tiempo todavía! Mi padre, con 65 años, se casó con una periodista, experta en periodismo de guerra y que incluso a mí me parecía interesantisima, de 39 años. 26 años más joven que el, uno mayor que yo.
Pero claro, el tenía "tiempo para mirar un árbol un farol para andar por el filo del descanso para pensar qué bien hoy es invierno
para morir un poco y nacer enseguida y para darse cuenta
y para darse cuerda
preciso tiempo el necesario para
chapotear unas horas en la vida
y para investigar por qué estoy triste y acostumbrarme a mi esqueleto antiguo
vale decir preciso
o sea necesito
digamos me hace falta
TIEMPO SIN TIEMPO

Mario Benedetti

Un beso

nota al pie de página dijo...

Salinas y toda su generación mamaron de las Rimas de Becquer.

Bécquer - Rima IV
No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira;
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía.
Mientras las ondas de la luz al beso
palpiten encendidas,
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista,
mientras el aire en su regazo lleve
perfumes y armonías,
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!
Mientras la humana ciencia no descubra
las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista,
mientras la humanidad siempre avanzando
no sepa a do camina,
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!
Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa
¡habrá poesía!

estrella dijo...

Estoy encantada con las poesías, casi no me atrevo a comentar para que sigáis adelante.
Salinas/Bécquer... me quedo con el último.
No conocía la poesía de Salinas pero es obvio que pensaba en la de Bécquer (de acuerdo con “nota”) El sentimiento de Bécquer es de un gran futurismo...le temía a todo lo que tenemos ahora a nuestro alcance, un mundo bastante menos poético que el que él vivió.

Y así, Prima, tu has pensado inmediatamente en el mundo que nos rodea, par luego ir a la imaginación del poeta.

Anisia, la nota de Benedetti, muy buena “TIEMPO SIN TIEMPO”...” ay, quién pudiera matar los relojes,” dice Aute!

Elvi dijo...

Tiempo y tiempo, huye como un descastado caballo trotón y fugitivo. Pasa tan deprisa que no deja aliento bastante para retomar la amistad, las furias del paso del tiempo hay que domarlas. Ni idea de cómo se haga tal cosa, Estrella. Pero no se admiten lloriqueos. Díselo a Aute, que es un llorón impenitente. Un poco de Epicureo nos vendría bien a todosdas.

Pedagogue dijo...

Salinas y Becquer, dos maestros del subjuntivo! Pues si, mientras haiga!

estrella dijo...

Elvi, ya se lo digo en esta carta, pero veo que no responde...No tiene tiempo, esta muy ocupado, aprovechando el tiempo mientras que el tiempo dure...
Pero nosotras haremos tiempo para vernos en Junio!

estrella dijo...

Pedagogo, que pena del subjuntivo; tanto enseñárselo a los estudiantes durante “tanto tiempo” y ahora cuando van a España se dan cuenta que casi nadie lo usa...no digamos del condicional, uf!