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Ah, ¿recuerdan aquel petirrojo que pensaba yo volvía
a visitarme? Pronto me di cuenta que escaneaba el terreno en busca de comida.
Mi césped, endeble y amarillento, arropaba
a cientos de larvas que habían engordado sacándole la savia al verdor
de ha hierba. Aquel pretendiente que me
miraba fijamente desde el árbol solo me pedía permiso para traer a los
amigos en bandadas sin fin durante varios
días. Devoraron el jardín al mismo tiempo que
se emborracharon del agua de la humilde fuente de mi patio. A veces-- siempre--la imaginación vuela mucho más alta que la realidad.
2 comentarios:
¡Qué glotón! "Rumiando, yo me burlo de la gente famélica" Buadelaire
No me acostumbro a ver un petirrojo tan grandote. Más parece un grandirrojo, el muy bribón.
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