domingo, septiembre 21, 2014

Adiós al Jardín


Final de verano y recorte de melena para los abedules que  en su ancho y a sus anchas se extendían  ya a las casas vecinas. No hemos alcanzado hasta la cresta pero le hemos quitado  esas ramas que cargadas de nieve este invierno podrían acabar con ellos.
Las plantas de la nueva fuente  han agarrado y prometen volver  la próxima primavera con  hortensias y crecidas hostas y helechos.
Ahora toca recogerse temprano, a las siete ya  anochece. Habrá que sacar los edredones, lavar las cortinas y limpiar  las alfombras...
Quizás buscar  un lugar donde  se prolongue  el día  para  evitar que el invierno se haga demasiado largo.  El Retiro, hace tiempo que no lo he visto en octubre.


11 comentarios:

Anisia Serendipia dijo...

El Retiro ¡Qué sitio más triste me parece! En cambio tu jardin y tu casa me parecen preciosos.
Mes de otoño, tiempo demasiado hermoso!

Uri Elizaran dijo...

Magnífica elección la del Retiro de Madrid, supongo, precioso y agradable, animado en toda época del año. Parque público donde los haya, de los más bonitos y ¡es que era para un rey y toda su corte!. Lástima no haberlo visto en su esplendor y con sus batallas navales en el estanque para divertimento de nobles y reyes.

Anisia Serendipia dijo...

Uri, ¿De Uribarri de Durango?

Anisia Serendipia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
estrella dijo...

Anisia, me sorprendes con el comentario de El Retiro. Aun cuando está solo, frio y sin hojas, sigue siento un sitio casi espiritual. Por otra parte, no creas que no me entran ganas de quedarme en casa y disfrutar del trabajo puesto por todos sitios. Lo más probable es que no sea yo quien tenga que decidir que hacer...Chiqui se deprime cuando no estoy y a la edad que tiene pienso mucho dejarlo solo...bueno, no se queda solo pero me echa de menos.

estrella dijo...

Uri, suena usted a historiador. Le confesaré que prefiero ver a la gente del pueblo tomando limonada y con los nenes en bicicleta...lo de los mozos retozando en el césped lo llevo un poco peor... no añaden nada a al placer de los sentidos, en mi caso, claro...

estrella dijo...

Ay! Pues tendra que se Noviembre! Un poco triste
El Retiro...

tu prima dijo...

No sé que decir este año de la llegada del otoño. A veces se pierden las palabras. No es importante, claro, ni siquiera real. Hablamos o pensamos, queramos o no. No hay verdadera pérdida en la mera desgana.

Prima, me encanta tu nueva fuente. Es preciosa, tan sólida y tan en su sitio. Sea la estación que sea, parece que siempre ha estado ahí y que ahí debe de estar.

Elvi dijo...

A mí, del otoño me gusta que llueva y el color que deja en Madrid (y en todas partes) esa agua celestial. También el olor de la lluvia, incluso en el asfalto, sobre todo si aún está caliente. ¿Vienes a Madrí, Estrellita?

estrella dijo...

Prima, “la desgana”. Hace tiempo que no oía esta palabra como sustantivo. Muy expresiva. No tener ganas de...es más precisa y presente, pero la desgana parece un mal común a todos que nos puede llevar a estados graves.

La fuente , como dije en una entrada anterior es “Un gran bloque de granito que con amor fue tallado para contener agua y alegrar a los vecinos y a los pájaros. Cuatro mozos, un camión y una grúa para depositarla en su rincón”
Así que se quedará ahí hasta que otros se planteen su destino. A nosotros nos encanta.

Te escribo.

estrella dijo...

Elvi. Jugando he estado con la idea de ir a Madrid antes del invierno pero no va a ser posible. Las tareas de la casa se complican y Chiqui enflaquece y me sigue por la habitación donde pasamos el día con un solo ojo. Se me parte el corazón de pensar que le llegue su final sin estar a su lado.
Quizás cuando vuelvan las golondrinas...