El otoño se nos ha echado encima de golpe. No sé por qué presiento que será un invierno largo y frío. Será que llevo semanas de frustración intentando preparar la casa con las típicas precauciones que el invierno de esta zona requiere.… Ahora estoy en proceso de que limpien los canalones. Han sido varias semanas de llamar a Mike, que los instaló hace tres años y ofrecía una garantía de ‘por vida’ a su servicio.
El moderno sistema de los sofisticados canalones (leaf guard) supuestamente impide que las hojas de los muchos árboles que nos rodean los atranquen. Este verano con las lluvias torrenciales que tuvimos me di cuenta de que el agua se acumulaba en los que enmarcan el tejado principal y los desagües no acarreaban la cantidad de agua esperada. Ya, dispuesta a llamar a otra compañía, apareció hace unos días un joven que decía llamarse Mike y que era el dueño. Le expliqué, quería aclarar la confusión, que el Mike con el que hicimos el contrato era un hombre de unos cincuenta y tantos, alto, de buen talante y formal. El joven - ruborizado - dijo que él era el hijo; su padre había muerto, hacia dos años, de cáncer de pulmón. La noticia me desconcertó: las llamadas que había hecho a Mike, los recados malhumorados que le había dejado, las maldiciones que le había echado en silencio…siempre habían sido con la imagen del padre en mente. Estaba convencida, y desilusionada, de que Mike había sido un fraude. Muy amable, hasta el momento en que le pagamos…
El hijo, visiblemente emocionado, añadió que todos los clientes de su padre le decían lo mismo, ‘que era una gran persona’. Parecía que se tuviera que haber muerto el padre para que el hijo se enterara.
Al día siguiente de este incidente, los perros - encaramados en el mirador de la sala donde trabajo - empezaron a ladrar desaforadamente. Me tuve que levantar para callarlos. Miré por la ventana: una pequeña ambulancia se había parado en la casa de la vecina de al lado.
La triste casa rosada, como yo la llamo, lleva más de 10 años sin habitar. Fue cuando nos mudamos que la pintaron de este hermoso rosa grisáceo. Hace meses que otros vecinos me dijeron que Mimi, la dueña, no estaba contenta en la residencia y que quería volver a casa. La lujosa residencia donde vivía le costaba 12.000 dólares al mes. Su descontento con el servicio le hacía amenazar continuamente al personal con que los dejaría y volvería a su casa. Los vecinos que la conocen bien la describen como una persona insoportable y déspota. Sin familia, hija de los dueños - en su tiempo - de varios comercios en la calle principal (la pescadería, carnicería, los comestibles, frutería…) ha ido vendiendo estos negocios para costear su estancia en la residencia. Pero no se trata de que se haya arruinado; dinero le queda, pero no salud.
En la ventana estaba yo, cuando se abrieron las puertas de la ambulancia. En poco, apareció una silla de ruedas que dejaba asomar unas piernas esqueléticas y pálidas... un pequeño cuerpo y finalmente una cabeza desproporcionadamente grande con el resto. No pude verle la cara pero la anciana llevaba gafas y tenía el pelo blanco y lacio. Mimi había vuelto a casa.
En menos de 15 minutos la debieron de instalar y la ambulancia desapareció. Esa noche me asomé varias veces a la ventana por si la podía ver. Le he dejado saber, a través de la vecina más allegada a ella, que si nos quiere conocer que nos lo diga y le he pasado nuestro número de teléfono por si necesita algo.
No veo señales de ella. Por la noche las únicas luces encendidas son la de la cocina y otra tenue en el salón del frente de la casa; me imagino que ahora le servirá de dormitorio.
Hoy he visto entrar a una enfermera, pero sé que no quiere ayuda y que quiere estar sola. Mimi tiene 87 años; por su incapacidad física no puede desplazarse por la casa. Después de tantos años alejada de ella no disfrutará de los cuadros, colgados en diferentes cuartos, pintados por su padre y su hermana. Tampoco de los recuerdos dejados por su madre en los cajones y armarios de arriba.
¿Por qué habrá vuelto? Para acabar donde nació… ¿Qué estará haciendo ahora?... ajena a lo que yo escribo ¿Qué pensaría si lo leyera? Lo detestaría… ¿Cómo va a soportar las barricadas de nieve que cercarán su casa; no podrá subir al segundo o tercer piso para ver la calle… Perderá cuenta del tiempo: ahora que a las cinco ya es de noche, en unas semanas a las cuatro estará casi oscuro.
Me vuelvo a asomar y no hay rastro de ella. En las habitaciones que dan a mi patio las ventanas tienen las persianas a medio subir, seria fácil verla.
Presiento que tendremos un invierno largo y frío… Mi Buda ya se prepara para las nevadas de este invierno. También vigila la casa rosada.
El moderno sistema de los sofisticados canalones (leaf guard) supuestamente impide que las hojas de los muchos árboles que nos rodean los atranquen. Este verano con las lluvias torrenciales que tuvimos me di cuenta de que el agua se acumulaba en los que enmarcan el tejado principal y los desagües no acarreaban la cantidad de agua esperada. Ya, dispuesta a llamar a otra compañía, apareció hace unos días un joven que decía llamarse Mike y que era el dueño. Le expliqué, quería aclarar la confusión, que el Mike con el que hicimos el contrato era un hombre de unos cincuenta y tantos, alto, de buen talante y formal. El joven - ruborizado - dijo que él era el hijo; su padre había muerto, hacia dos años, de cáncer de pulmón. La noticia me desconcertó: las llamadas que había hecho a Mike, los recados malhumorados que le había dejado, las maldiciones que le había echado en silencio…siempre habían sido con la imagen del padre en mente. Estaba convencida, y desilusionada, de que Mike había sido un fraude. Muy amable, hasta el momento en que le pagamos…
El hijo, visiblemente emocionado, añadió que todos los clientes de su padre le decían lo mismo, ‘que era una gran persona’. Parecía que se tuviera que haber muerto el padre para que el hijo se enterara.
Al día siguiente de este incidente, los perros - encaramados en el mirador de la sala donde trabajo - empezaron a ladrar desaforadamente. Me tuve que levantar para callarlos. Miré por la ventana: una pequeña ambulancia se había parado en la casa de la vecina de al lado.
La triste casa rosada, como yo la llamo, lleva más de 10 años sin habitar. Fue cuando nos mudamos que la pintaron de este hermoso rosa grisáceo. Hace meses que otros vecinos me dijeron que Mimi, la dueña, no estaba contenta en la residencia y que quería volver a casa. La lujosa residencia donde vivía le costaba 12.000 dólares al mes. Su descontento con el servicio le hacía amenazar continuamente al personal con que los dejaría y volvería a su casa. Los vecinos que la conocen bien la describen como una persona insoportable y déspota. Sin familia, hija de los dueños - en su tiempo - de varios comercios en la calle principal (la pescadería, carnicería, los comestibles, frutería…) ha ido vendiendo estos negocios para costear su estancia en la residencia. Pero no se trata de que se haya arruinado; dinero le queda, pero no salud.
En la ventana estaba yo, cuando se abrieron las puertas de la ambulancia. En poco, apareció una silla de ruedas que dejaba asomar unas piernas esqueléticas y pálidas... un pequeño cuerpo y finalmente una cabeza desproporcionadamente grande con el resto. No pude verle la cara pero la anciana llevaba gafas y tenía el pelo blanco y lacio. Mimi había vuelto a casa.
En menos de 15 minutos la debieron de instalar y la ambulancia desapareció. Esa noche me asomé varias veces a la ventana por si la podía ver. Le he dejado saber, a través de la vecina más allegada a ella, que si nos quiere conocer que nos lo diga y le he pasado nuestro número de teléfono por si necesita algo.
No veo señales de ella. Por la noche las únicas luces encendidas son la de la cocina y otra tenue en el salón del frente de la casa; me imagino que ahora le servirá de dormitorio.
Hoy he visto entrar a una enfermera, pero sé que no quiere ayuda y que quiere estar sola. Mimi tiene 87 años; por su incapacidad física no puede desplazarse por la casa. Después de tantos años alejada de ella no disfrutará de los cuadros, colgados en diferentes cuartos, pintados por su padre y su hermana. Tampoco de los recuerdos dejados por su madre en los cajones y armarios de arriba.
¿Por qué habrá vuelto? Para acabar donde nació… ¿Qué estará haciendo ahora?... ajena a lo que yo escribo ¿Qué pensaría si lo leyera? Lo detestaría… ¿Cómo va a soportar las barricadas de nieve que cercarán su casa; no podrá subir al segundo o tercer piso para ver la calle… Perderá cuenta del tiempo: ahora que a las cinco ya es de noche, en unas semanas a las cuatro estará casi oscuro.
Me vuelvo a asomar y no hay rastro de ella. En las habitaciones que dan a mi patio las ventanas tienen las persianas a medio subir, seria fácil verla.
Presiento que tendremos un invierno largo y frío… Mi Buda ya se prepara para las nevadas de este invierno. También vigila la casa rosada.
35 comentarios:
Tan, tan.
¿Quién es?
El Otoño otra vez.
¿Qué quiere el Otoño?
El frescor de tu sien.
No te lo quiero dar.
Yo te lo quiero quitar.
Tan, tan.
¿Quién es?
El Otoño otra vez.
FGL
Una bonita narración, agradable y exacta: estas "casi" viendo el otoño, "casi" viendo la "futura" nieve acumulada ... y a la vecina cascarrabias de la casa rosa. Mike, la ambulancia... mientras los canalones, despues de las abundantes broncas dejadas en un contestador, evacuan divinamente Una llegada del otoño, estacion que me gusta, sugerente y entretenida. Pero, no se, he apreciado un poco de nostalgia en ella. Quizas del propio otoño o que a lo mejor son impresiones mias.
¿Un poco de "nostalgia"? Más bien una dosis muy subida de melancolía y tristeza; en fin, "melansosis".
Siempre me fascinan las diferentes formas que tenemos de percibir una misma realidad. Adriano percibe nostalgia en este relato, Ducasse tristeza y melancolía. Por mi parte, me maravilla la facilidad con que mi prima capta un momento y nos lo envía como en una foto. En eso coincido con Adriano. Las precisas descripciones de los objetos, salpicadas con sus cavilaciones sobre los personajes y sus emociones son como las luces y sombras de una fotografía en blanco y negro. Quizás un poco difuminada con el filtro de la anticipación de la fatiga que le acarrearán los trabajos obligados por la nueva estación. Y quizás también con algún matiz de la amargura que siempre encierra el realismo que entraña toda imagen que se precie.
Ni que decir tiene que me ha gustado mucho, prima, como siempre.
Ay, que gracia tenía Lorca, hasta para describir esos ‘malos augurios’ que a algunos nos traen la caída de las hojas y los días cortos de otoño. Gracias Polly.
Sí, Adriano, como dice Ducasse (¿) el texto rezuma melancolía y tristeza, ¿por qué no? La temprana muerte de Mike y mis desplantes a un cadáver… el triste retorno de Mimi, a sus casi noventa, a una casa en donde nada se ha tocado desde que sus padres y hermana murieron…
No hay que temer a la tristeza, ni a la melancolía, la añoranza…son sentimientos tan importantes como el estar contento, sosegado, repleto. En fin, que si no fuera por la variedad de estados de ánimo sería como vivir en un país tropical donde sólo se experimenta una estación. Me perdería los hermosos coloridos que hoy me rodean. No crees?
Prima, nos hemos cruzado! Tú si que resumes bien lo que escribo. Nos complementamos, lo que sugiero tú lo dices y lo que digo lo matizas. Qué pareja…como somos de la familia nos tendremos que piropear, y con descaro. Un beso.
Me voy a comer con mi amiga Begoña. Esa si que sube el ánimo a cualquiera.
Mis impresiones eran ciertas. Y no, Chiqui, no tiene porque ser negativa la nostalgia, ni temer a ninguno de esos sentimientos que, quieras o no estan en cada uno y que dependiendo luego de la sensibilidad que tengas afloran de una u otra manera en una composición, en un escrito o ...en un dibujo. No puedo renegar de mis sentimientos sean de alegria o de otra forma de manifestación: son mios en todo caso.
Tienes razón, Chiqui, en la vida tiene que haber de todo. Gente como Mike y Mimi, estaciones que se suceden, todo cabe y todo la llena de contenidos, distintos contenidos de todos los colores...
Y tu buda observando como se van y vuelven en ambulancia, como trabaja el hijo donde trabajó el padre, como se llena de nieve lo que fué florido...
La anciana morirá donde ha elegido, nunca sabremos si felizmente rodeada de recuerdos o tristemente sola en su amargura.
El hijo idealizará a un padre al que posiblemente nunca valoró demasiado.
Y en unos meses el sol volverá a derretir la nieve.
Vale. Tu sigue mirando por la ventana y nos lo cuentas. Tu peculiar manera de trasmitirnos lo que ves siempre es un regalo.
Buenas noches
Prozac tú merecerías ser hermana mía, o por lo menos prima, por lo bien que me entiendes…También te llevarías muy bien con la prima a quien aconsejaste ayer. Qué contundente eres, como si no hubiera otra salida… ¿Eres juez?, No creo; por lo que sabemos de ti estás conectada con el mundo de la medicina. Anda, guapa, búscame otras cosicas que hacer para el invierno, poco ocurre en la calle, si me asomo a la ventana sólo veré pasar coches. Eso sí, los lunes la basura de los vecinos esperando a los camiones azules, y a los rojos para el reciclaje, del Ayuntamiento.
Prozac
"Y tu buda observando como se van y vuelven en ambulancia, como trabaja el hijo donde trabajó el padre, como se llena de nieve lo que fué florido..."
Casi poesía. He sido injusta en decir 'contundente'...que también lo eres, pero no en este comentario!
Pero Adriano, perdona que vuelva a insistir. No llames 'impresiones' a lo que es una obviedad.
Es como decir de una elegía que tiene un tono elegiaco...
No es tan obvio, prima. La prueba es que cada uno percibimos cosas diferentes. No es lo mismo la nostalgia que la tristeza. Por mi parte, percibí la cruda realidad bellamente dibujada y envuelta en imágenes nítidas y muy reveladoras. Supongo que todo depende del cristal con que se mira o se lee.
Hola, Chiqui y Prima, acabo de leer en el Post anterior el lastre que dejé con mi comentario. Francamente, es doloroso cuando la toman con uno en la escuela. Lo hicieron conmigo, y bastante. Mi hermano mayor me enseñó a torear la situación ya que no consiguió que les diera una paliza, como el habría hecho. Lo peor era que te acusaran de ‘marica’. Conmigo la tomaron porque no me salió bigote hasta muy tarde, y porque escribía poesía (muy mala).
Siempre pensé que las chicas se llevaban mejor. Prima, ya verás como esa niña será la envidia de las demás en unos años, siempre pasa así. No por presumir, pero he tenido mas éxito con las mujeres que la mayoría de mis compañeros de colegio. Bueno, depende de lo que uno llame “existo” (digo esto porque sé que alguien me lo va a reprochar).
Que sí, chiqui, que es triste lo que cuentas, pero las fotos son muy bonitas.
Chiqui, veo que habéis estado recogiendo hojas. Tenéis los mismos sacos de Papel de Home Depot. Todavía os quedan unas cuantas, no creía que tuvierais tantos árboles en una zona tan tupidamente poblada como Brookline. Son una lata en otoño pero se agradece la sombra en verano.
De acuerdo con Tadeusz ( no en lo de la suerte con las mujeres ) esos colores son muy elegantes. Las casas de New England siempre me han gustado, aunque llevas razón, dan mucho trabajo.
No te preocupes por la vecina, si tiene dinero podrá pagar la ayuda que necesite. Comprendo tu preocupación, pero tendrá otros vecinos que la conocen bien. Lo más probable es que eche de menos la residencia y vuelva allí, con menos exigencias y apreciando más a los que la cuidaban. Ya nos contarás.
Si pasas frío este invierno, ya sabes, “We always have TEXAS!”
Buenas noches.
Querida prima, no es que quiera contrariaros pero te diría que aun siendo cosas distintas: nostalgia, añoranza, tristeza…etc., una o varias pueden ser la consecuencia de la otra. La tristeza siempre está provocada por otros estados de ánimo y sentimientos, por si sola no existiría. Cuando hablaba de Mimi, me entristecía a mí el estado en que se encuentra: su falta de vitalidad, la muerte de su familia, la soledad en que vive. Asimismo, si Mimi está triste, deprimida su tristeza habrá sido provocada por un encadenamiento de estados de ánimo en los que seguro entran la añoranza y la nostalgia… Perdonadme los dos, (Adriano) por ser tan pesada. También estoy, últimamente, un poco impaciente e irritable…y se me nota.
Tadeusz, tu comentario provocó otros muy interesantes. Lo de acusar a los niños de ser homosexuales no ha cambiado; en eso creo que a las chicas les importa menos la tendencia sexual de las amigas, si es que la detectan.
Tadeusz yo diría que tus novias han tenido más suerte contigo que tú con ellas; aunque nunca lo admitirías. Eres muy joven y lo mejor está por llegar, creo que eso es lo que implica Tex con su paréntesis. Un abrazo.
Si Tex, los famosos sacos de las hojas perdidas. Eso que ves en la foto no es ná. El patio y el porche están inundados, estoy esperando que caigan todas. Con el frente de la casa tenemos más suerte: en estos días se levantan unas ventoleras increíbles y casi todos los días las hojas que rodean el frente de mi casa vuelan a la acera del otro lado de la calle. Lo siento por los vecinos (tienen servicio!) pero ya sabes el dicho de ‘ir con la marea’…tiene que haber otro para el viento, ¿no?, ya me acordaré.
Mejor vernos en España que en Texas!!!
Bueno, soy nuevo, pero ya veo que Chiqui cuando está "un poco impaciente e irritable" efectivamente se le nota; y no se trata de impresiones mias, es una obviedad.
Por otro lado estas perdonada, faltaria mas.
Fíjate, siempre habia creido que la tristeza se producia ante una sensación de pérdida.
Gracias Adriano por volver. Eres muy buen estudiante, y yo una mala profesora. Hombre la perdida de alguien o algo querido tiene que ser triste…pero porque ‘añoramos, echamos de menos’ lo que hemos perdidos…Que pesada soy . No te asustes hombre que yo ladro pero nunca muerdo.
No es para menos mi cabreo: antes de que se nos eche encima el frió y la nieve tenemos que arreglar esos canalones que gotean y chorrean por todas partes. Ya me di por vencida con Mike hijo; acabo de colgar el teléfono, después de una larga conversación, con un viejecito del barrio (lo encontré en las páginas amarillas) que me ha dicho que lleva 48 años en el oficio…que vendrá el sábado con un ‘boy’ y con una escalera para examinar el problema. Quiere asegurarse de que ‘mi marido’ estará presente. Cuando le repliqué - dulcemente, te lo juro - que la que se ocupa de estas cosas soy yo, se rió a carcajadas. Un encanto de persona…espero que no se me muera antes del sábado. Ay, cruzo los dedos, no se debe de jugar con estas cosas.
Ya sabía yo que además de la tristeza y de la nostalgia, había también mucho de agobio por la dureza de los trabajos que trae la nueva estación y el invierno que se avecina. Es lógico. A mi también me acobardan mucho los días cortos y oscuros, los canalones atascados que retienen el agua donde no debe de estar, las tuberías que estallan y el coche helado por las mañanas. Pero no lo sé decir con gracia. Solo reniego.
Tadeusz, gracias por tu comentario sobre los difíciles años escolares. Ya ha pasado la borrasca, hasta otra, claro está. Son cosas de la edad, siempre que no se sobrepasen ciertos límites. El caso que os contaba no parece grave, menos mal.
http://es.youtube.com/watch?v=fV0HYiMO_tA&feature=related
Gracias Anónimo, las fotos son espectaculares. ¡Qué colorido! Estaba a punto de colgar ésta. Que la disfrutéis!
http://es.youtube.com/watch?v=U8v12M2mRVM
Vaya, Chiqui es un consuelo... lo de que nunca muerdes.
Veras, me parece que estas en un equívoco; yo no he vuelto, esta es la primera vez que participo en este blog; deduzco que me has confundido con otro Adriano: será cuestión de cambiar mi nombre, cosa que no me importa mucho, por ejemplo Séneca, pero el Séneca andaluz, el de Peman.
Qué no hombre, nadie se llama Adriano por aquí. Quédate con ese seudónimo, tengo un sobrinillo que se llama Adrián; quizás algo del cariño que le tengo al chico se te pega a ti. Y sí, se me ocurrió lo del Adriano/Séneca…etc. Bueno, dime, ¿eres aficionado al Betis? de los que dicen ‘! Viva el Betis aunque pierda!’
Lo de ‘volver’ lo decía por haberte tratado de una forma destemplada en tu primer comentario de esta entrada. Bueno,ya no eres nuevo. Seguro que te acogerán con cariño. Si te pones filosófico y quieres entrar como Séneca, perfecto…pero la gente va a esperar mucho más de ti! Piénsalo. Adriano suena mucho más jovial…
Quería decir: “viva el betis maunque pierda”
I meant this one
http://www.youtube.com/watch?v=g8ceAMfbzxQ&feature=related
Bueno, me has tranquilizado Chiqui, porque "bautizarme" de nuevo no dejaba de ser un esfuerzo... y lo del cariño, pues que quieres que te diga, recien llegado y... ¡que no le dicen a uno estas cosas todos los dias¡¡. En cuanto a lo del Betis, lo siento, de verdad, despues de tu comprensión y estímulo, siento no ser del Betis y menos dedicarme a pregonarlo. Si tienes interes, si te gustaria que Adriano fuera del Betis,... iba a decir haré un esfuerzo, pero me es imposible, Chiqui, de verdad, el futbol no es lo mio. Si tienes interes en otra afición...
Fíjate, no lo habia pensado, debe ser pesadísimo vivir pendiente de lo que la gente puede esperar de tí. Tienes muchisima razón, definitivamente me quedo con Adriano.
Qué no hombre, el fútbol me marea, era por eso de Adriano/ Bética/sevillano…Bienvenido.
Muchas gracias y me alegra que el futbol te maree, bueno quiero decir que no te guste.
“Consolidado”. Muy gracioso, con la crisis económica esta palabra está llena de significado. Bueno, no me vas a negar que con ese nombre no eres sevillano…? Quizás por lo de Peman, gaditano. Dejaré de investigar; pero si eres sevillano leerás a Antonio
Burgos (yo lo leo de un tirón dos o tres veces al año) creo que tiene un gato que se llama Adriano…amigo de Rómulo y Remo.
Cualquier deporte (incluido el fútbol) si es una final, y más si es internacional (España…X) nunca me lo pierdo. En esos momentos mis raíces me reclaman; creo que olvidé ponerlas en la maleta cuando vine a EE.UU. En uno de estos viajes a España tengo que traérmelas, ¡aunque pague sobrecargo! No me quiero morir sin ellas.
Deberias seguir investigando, Chiqui, es muy buena la ocupación. De todas maneras tu capacidad de razonamiento es muy bueno: Adriano...Sevilla, Seneca...Cádiz. Si, es muy bueno.
Deja tus raices donde estan, Chiqui; trasplantar "lo que sea" suele traer complicaciones. Tu debes tener otras raices por ahí, supongo... igual estan debajo de tu Buda.
No suelo leer a Antonio Burgos con asiduidad: no siempre me gusta como escribe.
En cuanto al futbol, o lo que sea internacional. procuro estar.
Adriano. Como tú dices, trasplantar es complicado. Si lo sabré yo, de mis años de jardinería. No creo en las raíces, sólo en el ‘aquí y ahora’. A veces el blog - para mí- es como cuando uno piensa en alto…sólo eso. No me tomes al pie de la letra o te volverás loco. Mi marido ya aprendió la lección hace años, siempre espera a ver por donde sopla el viento.
Seguir investigando…si no eres quien pienso debes ser, por lo menos, un familiar muy cercano. Eso sólo fijándome en el vocabulario y la gramática de lo que escribes.
A ese buda le tengo gran cariño. Es un pedazo de cemento. Hace unos años le di una patina de bronce pero, como ves, este verano le toca una mano caritativa que lo vuelva a su resplandor.
Perdona Chiqui que vuelva al "otoño", no me gusta dejar cosas sueltas y menos no corresponder a tu nota. No entiendo mucho lo de ..."si no eres quien pienso debes ser, por lo menos, un familiar muy cercano", (ya sabes que soy casi un bebe) ¿eso es lo que has estado investigando? ¿porque no se lo has preguntado a tu Buda?.
Yo no tenia idea para que eran los blogs, pero si tu dices que para poner en él lo que se piensas en alto... pues bueno. Yo los identificaba mas como diarios, confesiones, cosas de arte... y chorraditas.
¡Diarios y confesiones! No si uno da su nombre, dirección, fecha de nacimiento y libro de familia. En ese caso tus confesiones implican a los demás y los demás no tienen por qué ser tan expansivo como el otro es.
Las confesiones para el confesionario, la última vez que me arrodille en uno tenía 14 años…y el cura me dijo que no le hiciera perder el tiempo con mis tonterias.
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