miércoles, febrero 03, 2010

Teresa Guillén: Dama de la Orden de Isabel la Católica.


Después de elogios, fotos, brindis y aplausos, nos dijo Teresa: ‘Yo sólo soy hija de mis padres, mujer de Steve Gilman, madre de estos hijos tan maravillosos que están aquí hoy y amiga de los que me acompañáis’. Al tiempo que decía esto se agarró al brazo del embajador aclarando que no era por coqueteo: “¡Es que tengo ochenta y siete años!”.

Coqueta - claro que sí - como ella sola. Con su natural elegancia salió del paso de algo que no le va mucho: las alabanzas a su persona.


Ayer nos reunimos, un buen grupo de amigos, en casa de los cónsules, Carlos Robles Fraga y Begoña Bilbao, para celebrar la entrañable ocasión de la condecoración a nuestra querida Teresa con la Cruz de Dama de la Orden de Isabel la Católica. Lo que menos se esperaba ella.

Gracias hay que darle a Carlos Robles, por lo extraordinario de su labor en Boston pero, en particular, por haber sabido reconocer en Teresa -en poco tiempo- lo que muchos hemos apreciado durante décadas.


El embajador de España en Washington, Jorge Dezcallar, dio a la ceremonia un toque especial con su presencia. Una persona de trato amigable y natural simpatía, se mezcló con el grupo y casi todos tuvimos ocasión de contarle alguna cuita, no sin él responder con buen humor e interés.


Esto me ha salido un poco ceremonioso. Lo cierto es que la celebración brilló por la ausencia de ceremonias. Fue digna de Teresa misma, que ha improvisado toda su vida fiestas, reuniones, cenas; con motivo de la llegada de alguien o para despedirnos cuando nos hemos ido, pero más que nada porque... “ hace mucho que no os veo”.






Les dejo aquí la hermosa semblanza que Christopher Maurer y Luis Fernandez Cifuentes hacen de Teresa.




Teresa Guillén



Desde que Federico García Lorca le dedicara a ella y a su hermano Claudio dos poemas (“A Mademoiselle Teresita Guillén tocando su piano de seis notas”; “A Claudio Guillén, niño en Sevilla”), o que Juan Ramón Jiménez sacara a los dos --niños traviesos-- en uno de sus retratos (“Vamos a azuztar a Juan Ramooónnn.....”), el destino de Teresa Guillén ha estado siempre unido a la poesía y a la vida literaria.

De sus padres Jorge Guillén y Germaine Cahen heredó la inteligencia, la curiosidad, la generosidad que lleva al interés en los demás... El matrimonio con Stephen Gilman, hispanista preclaro que sentía tanta pasión por la literatura como devoción por sus maestros y sus alumnos, abre para ella nuevos caminos. Con él convive en Princeton, en Ohio State y, a partir de 1956, en Cambridge. Allí – primero en Gray Gardens West – “aquellos árboles del Señor Gray”, donde cuidaba a su padre-- y desde 1988 en Memorial Drive, con vista al río Carlos, ha reinventado Teresa la antigua tradición europea del “salón” literario, creando un espacio cordial, abierto a los amigos y a cualquier humanista, poeta, escritor, historiador, sociólogo, periodista, consul o arquitecto de lengua española que pase por cualquiera de las universidades de Boston. Lecturas, conferencias y simposios universitarios desembocan, con frecuencia, en esa amplia y elegante sala de estar, donde varias generaciones de escritores han encontrado buena comida, buena conversación y recreo intelectual... Sin haber desempeñado nunca un cargo en el mundo académico, nos ha enseñado a todos los “chairs” de Boston que la coherencia y bienestar de un departamento de español o de lenguas románicas depende, en gran parte, de la vida social. “Chico-chica-chico-chica...”, pares o nones, nos sentamos a cenar en su casa, a la hora española, incorporándonos en una extensísima red de amistades, quintaesencia de la España americana liberal y pensante. ¿Cómo medir lo que le debe a Teresa la vida intelectual de Cambridge o de Wellesley? ¿Cómo valorar su manera –ágil, alegre, ingeniosa-- de poner en contacto a tantos: a poetas y novelistas, profesores de campos diversos; españoles, latinoamericanos y yanquis? En casa de Teresa los que están al comienzo de su carrera ofrecen la mano a figuras señeras, algunas casi legendarias, y esos encuentros se convierten en amistades duraderas (maestra, ella misma, de la amistad.) ¿Cuántas de esas relaciones no habrá instigado Teresa? “Mira, están aquí durante unos días los N. ¿Por qué no venís a cenar?”

En la mesa del salón –en la ancha “coffee table” norteamericana-- se acumulan, hoy día, los libros que le dedican y le envían los amigos, seguros de que los leerá, como llegaban, ayer, las novedades de los Blecua, de Rafael Lapesa o de Américo Castro. Mientras fluye la conversación, hojeamos catálogos del Getty o del Museo de Bellas Artes de Boston; libros de erudición de sus propios hijos y nietos; obras de hispanistas; libros que ella --mecenas también en ese sentido-- ha ayudado a costear; epistolarios; traducciones o monografías sobre la obra de su padre. Lo que impresiona no es la variedad de esos libros ni el placer de tenerlos en las manos antes de que lleguen a las librerías o a las bibliotecas, sino la atención exquisita con la que Teresa los lee y los da a conocer en el círculo de sus amigos de Cambridge, de Nerja, de París, de Baltimore, de California, comentándolos en cartas inteligentes y cariñosas a los propios autores. ¿Quién lee más que ella o con esa atención cordial? Comenta un hispanista norteamericano: “¡Es la única persona que conozco que ha leído y ha comentado y que recuerda claramente todos mis libros! Y ha hablado de ellos a todo el mundo. Teresa nos presenta y nos representa”. No sólo lee a los demás-- desde hace años, cuando surge un tema que le interesa, cruza el río y asiste a las clases de algún “visiting professor” de Boston University—Hugh Thomas-- o hace lo mismo en Harvard – Vargas Llosa, Moneo, Borges, Octavio Paz... Pero evitemos, como ella, el “name dropping”. “Para aprender” – dice—“sólo hay que escuchar”.

Entre sus mayores méritos ha sido la cuidadosa ordenación y disposición de los libros y manuscritos de su padre, quien dejó, en Cambridge y en Málaga uno de los archivos más importantes y extensos de la literatura española del siglo XX; archivo que Claudio y ella depositaron en Wellesley College, en la Biblioteca Nacional, en Houghton Library, o en la Fundación Jorge Guillén de Valladolid. ¡Generosa donación! Durante esa ordenación de libros y manuscritos—ardua labor de años-- ha demostrado Teresa otra de sus cualidades más admirables. Con un fino sentido de la frontera entre lo público y lo privado, ha puesto esos manuscritos a la disposición de los estudiosos, atendiendo con cortesía y tacto a los muchísimos investigadores que le han pedido información o fotocopias. Y sigue sorteando, día tras día, con buen humor, los problemas éticos y estéticos. ¿Qué hacer cuando no le convencen las traducciones, o cuando alguien se equivoca de forma espectacular, o cuando sale en una carta una frase incómoda? Desde luego, nada de retener permisos o papeles. Entre los herederos de los grandes escritores – grupo que a veces dificulta extraordinariamente el trabajo de biógrafos y editores, por lo menos el de biógrafos con los que no están de acuerdo—el comportamiento de Teresa Guillén ha sido ejemplar. Ningún deseo de “figurar”. Ningún intento de imponer su propia visión del padre ni de su generación, ni en el terreno poético ni en el político; sólo el respeto al trabajo ajeno y el deseo de poner los papeles a la disposición de los investigadores.

De Gray Gardens West, la casa de Cambridge, decía Jorge Guillén que amparaba varias generaciones: “viviendas y vidas a nivel cotidiano... sapiencia de senectud y vigor de almas tenaces”. En Teresa misma se unen de manera admirable, esa sapiencia y ese vigor, y sobre todo la convicción de que, en palabras de su padre, “vivir es convivir o no es nada.”
Christopher Maurer


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SOBRE TERESA

Cuando en 1988 la Universidad de Harvard me ofreció un puesto en la Sección de Español del Departamento de Lenguas y Literaturas Románicas, mi viejo mentor de Princeton me advirtió: “en Cambridge, la persona que tienes que conocer es Teresa Gilman”. De la sabiduría y el alcance de esa advertencia no tardaría en darme cuenta. Como todos los que nos dedicamos a la literatura española, sabía que Teresa era la hija del poeta Jorge Guillén y que cuando era niña Federico García Lorca y Juan Ramón Jiménez le habían dedicado unos poemas memorables. Hasta Princeton llegaban también, de cuando en cuando, los ecos de sus famosos gatherings en la casa de Gray Gardens. Ahí se detenían entonces mis conocimientos del mundo de Teresa. Lo que estaba a punto de descubrir en el otoño de 1988 es que Teresa era además (o, mejor, sobre todo) el centro de atracción y difusión de la cultura española en el área de Boston, es decir, en uno de los puntos de mayor densidad intelectual del mundo. Una vez en Cambridge, no tuve que ocuparme de llamar a Teresa o de informarle de mi llegada y mi deseo de conocerla: un amigo común, Christopher Maurer, nos presentó en la calle uno de los primeros días y, a partir de ese momento, fue ella la que me buscó, me abrió las puertas de su casa, me orientó sobre el mundo que me rodeaba y, a lo largo de los años, me puso en contacto con las figuras fundamentales de la vida cultural de Harvard, tanto las de residencia permanente como las que se encontraban de paso; tanto las que se dedicaban a algún aspecto de la literatura española como las que destacaban en otras muchas disciplinas, desde la arquitectura a la sociología, desde la antropología a la música.
En primer lugar, ni siquiera mis colegas más veteranos o los administradores de la universidad conocían (o conocen) la trayectoria de mi departamento como Teresa: en aquel momento inicial, ninguno logró informarme como ella de quién había hecho qué y cuándo, y con qué trascendencia; ninguno me dió como ella una noción de conjunto de cuáles eran los objetivos, las dificultades y las necesidades más perentorias de una venerable Sección de Español donde habían profesado las autoridades más eminentes del campo en los Estados Unidos, desde los ya legendarios Amado Alonso y Raimundo Lida, hasta los más recientes, como su propio marido, Steve Gilman, que había fallecido no mucho antes; su propio hermano, Claudio Guillén, que regresaría a España definitivamente aquel mismo año; Juan Marichal, cuya jubilación coincidió con mi llegada, o Francisco Márquez Villanueva, que representaba entonces la continuidad entre un pasado tan distinguido y un futuro abocado a toda clase de renovaciones (metodológicas, administrativas, pedagógicas…etc.; renovaciones de las que Teresa sigue siendo el testigo más lúcido que conozco). Pero Teresa no era sólo una fuente de datos y noticias. Era sobre todo una voz prodigiosamente autorizada que lograba transmitirnos a las nuevas generaciones lo que había sido el espíritu de la institución, cómo había evolucionado a lo largo del tiempo, qué valores sobrevivían y cuáles habían caducado con los cambios de los tiempos. Naturalmente, Teresa no daba lecciones magistrales; transmitía su sentido de las cosas al hilo de cualquier conversación, cuando se refería, por ejemplo, al diferente tenor de las clases que cada uno de ellos había impartido con tanta dedicación, la marca que dejaron sus publicaciones, la manera que tenía cada cual de dirigir tesis y corregir trabajos, y el linaje de discípulos que habían establecido. Con todo, lo más importante de esa voz era y es, quizá, la gran precisión, el acierto insuperable con que sus comentarios iluminaban el intrincado territorio social e intelectual en el que nos movíamos.
En segundo lugar, es muy posible que no haya en todo el ámbito de Cambridge una persona que haya sabido, como Teresa, congregar en su casa a figuras tan distinguidas no sólo del hispanismo sino de otros muchos campos, ni que haya alentado como ella amistades y diálogos tan inolvidades y productivos. Teresa ha logrado complementar así la vida cultural, ya tan rica, de las universidades de Boston-Cambridge (Harvard, MIT, Boston University, etc.), con este otro tipo de encuentro intelectual, a menudo más intenso y trascendente que cualquier clase o conferencia. Se habla, todavía, en Cambridge, de los formidables encuentros con Octavio Paz y con Carlos Fuentes en los salones de Grey Gardens, cuando eran profesores de Harvard. Se están volviendo legendarias las cenas con Rafael Moneo y con los arquitectos argentinos Jorge Silvetti y Rafael Machado, todos ellos profesores de Harvard, en su apartamento de Memorial Drive, cada semestre de primavera. Teresa tiene una especial habilidad para iniciar y sostener en esas ocasiones algunas de las mejores conversaciones y debates intelectuales de sobremesa en los que he participado desde mi llegada a Cambridge. En muchos momentos he tenido la sensación extraordinaria de que, gracias a Teresa, asistía a un singular encuentro de culturas y de disciplinas que no podría haber tenido lugar en otra parte. Por ejemplo, cuando se me abrió un espacio en la conversación entre el veteraano sociólogo Daniel Bell, el influyente autor de Las contradicciones culturales del capitalismo (Alianza, 1977) y un joven historiador de la universidad de Berkeley, Niels Gilman, nieto de Teresa y autor de Mandarins of the Future: Modernization Theory in Cold War America (2003). O cuando Teresa me invitó a una cena en petit comité con el compositor Leon Kirshner, que, con su prodigiosa memoria y su capacidad para contar historias, narró de primera mano la trayectoria de la música americana del siglo XX a través de la sucesión entre maestros y discípulos a los que había conocido de cerca. Con Teresa he asistido en varias ocasiones a las prestigiosas Elliott Norton Lectures (que el propio Jorge Guillén dictó en los años 50). Recuerdo sobre todo las del crítico de arte Leon Steinberg, no sólo por la extraordinaria calidad de las conferencias en sí, sino por los brillantes debates a que dieron lugar en los cócteles y cenas que Teresa organizaba a ese propósito. Y cuando Claudio Guillén pasaba por Cambridge, Teresa reunía a antiguos colegas y discípulos de su hermano y orquestaba una vez más conversaciones únicas que uno no hubiera querido perderse por nada del mundo. El mero recuento de anécdotas ejemplares como estas no tendría fin.
Teresa está a punto de cumplir 87 años, pero su actividad continúa, brillante, intensa e imprescindible como siempre. Entre los que la conocemos bien desde hace tantos años, no sólo hay un agradecido consenso sobre su decisiva importancia en nuestras vidas; hay una inequívoca convicción de que sin ella nada hubiera sido ni será lo mismo en este complejo mundo intelectual y social de la cultura española fuera de España.
Luis Fernández Cifuentes





71 comentarios:

elvi54 dijo...

¡Ohhhh! Cuánta lectura apetecible y yo teniendo que marcharme a Madrid ipso facto... I wish I had been there! ¡Viva Teresa!

Angela dijo...

Estrella, felicita a Teresa de mi parte. Tantas veces te he oido hablar de ella que tengo la impresión de conocerla. Muy bonitas las fotos,

Christopher es un placer leerlo en ingles o en espanol, siempre impecable. Saludos a todos. Angela

Anónimo dijo...

Qué señora más elegante.
Chiqui, ¿sabes si está emparentada on la reina Isabel?, la otra, la de Inglaterra. Tienen un perfil parecido.
Felicitaciones.

Nadia dijo...

Me pregunto cómo te las arreglas para tener amigos tan ilustres y de tan buen talante. Será Cambridge?, será Chicago? serás tú?. Lo que sea será, pero no sabes cómo te envidio, nena.

Jens dijo...

Maurer y Fernández-Cifuentes aluden al famoso “retrato” de Juan Ramón. Esta mañana lo he buscado en la Nasjonalbiblioteket, y la copio aquí, como aportación al homenaje... Se trata del texto (perteneciente a “Edad de Oro”) , editado por Germán Gullón y Heilette Van Ree en JRJ, “Obra poética”, publicado en las ediciones BLU (Biblioteca de Literatura Universal) que dirigio Claudio Guillén (t. II, págs.824-25). El texto parece ser de 1925.

TERESA Y CLAUDIO GUILLEN

Teresina, la niña de Jorge Guillén, el Poético esbelto, le tiene un miedo hondo a mi barba negra. Cuando me ve, me dice cerrando los ojos, encojiéndose como ante un tiro: “¡No, Juan Ramón, no me beses en la cara; yo te besaré a ti donde tú quieras!” Y me coje la mano, ennoblecida por el deseo sumiso de contentarme con un beso derivado y complaciente.
Es toda turquí. Los ojos celestes le contajian la carnecilla rosa, redonda, inocente, atrevida; y, sobre la impertinente naricita respingona que le engamuza y le entrecorta las palabras respiradas, fijan en uno, fruncidos, las estrellitas francesas heredadas de su madre.
Un instante, parece que nos va a decir una atrocidad, desvergűenza de 20 años; pero, claro, sus 7 no llegan a ello, y lo que nos dice es una silvestrada angelical mientras echa mano, volviendo loco al que intente seguir sus redondas filigranas, al décimo bizcocho.
Aparece, desaparece, se viene a todo por los bordes, cae del techo. Ahora asoma un poquito de media cara por el corredor, pone la voz todo lo negra, profunda, ltriste que puede su azulez y le dice a su hermanito Claudio, que sin duda le sonríe permanentemente con su carita tostada y oro de buen Murillo, niño español: “Vamoz a azuztar a Juan Ramooónnn...”.
Y, asustada de su propio susto, salta corirendo de sí misma, cae sillas, tira cacharos, entra y sale por puertas y ventanas, se coje a una lámpara, y al fin viene sin mirada, como un animalillo atolondrado a refujiarse en mi barba negra sonriente, de mi terrible barba negra que ella se ha figurado, disfrazándose un momento de mi espantoso mí mismo, coco, para asustarme.

Jens dijo...

Se me olvidó esta entrevista, de “La Vanguardia” (archivo pdf – tarda en abrirse)
http://hemeroteca-paginas.lavanguardia.es/LVE05/PUB/2008/10/10/LVG200810100681LB.pdf

Jens dijo...

http://hemeroteca-paginas.lavanguardia.es/LVE05/PUB/2008/10/10/LVG200810100681LB.pdf

Elvira dijo...

Caramba, jens, qué absoluta delicia. ¿Cómo se me habrá pasado esa "contra" de La Vanguardia? Antes de que me irritara tanto, la compraba a diario.
Teresa es una mujer tan atractiva y tan inteligente... Me encanta mucho.

Elvira dijo...

Muy buen articulo,Christopher Maurer, con razón se lo apropian los altos representantes de las Españas (sin querer, claro).

Camelot dijo...

Por lo que nos cuentan Maurer y Fernandez, esta distinguida dama ha hecho durante toda su vida de embajadora de Espana sin pertenecer a la nomina del cuerpo diplomatico. Pues muy merecida esa cruz que lleva con tanto arte en la solapa. Enhorabuena a todos.

Tadeusz dijo...

Estrella qué interesante y elegante se pone tu blog. No sabía que Stephen Gilman estuviera casado con la hija de Jorge Guillen. Vaya, que vamos a tener que cambiar aquello de: tras un gran hombre siempre hay una gran mujer. En nuestros días se tendría que oír más lo contrario “tras una gran mujer siempre hay un gran hombre”.

Gran hispanista Gilman, nadie ha escrito mejor que él sobre La Celestina y su autor. Tampoco sabía que había muerto a tan temprana edad.

Excelentes esas semblanzas de Teresa Guillen. Gracias a sus autores.

estrella dijo...

Gracias por vuestros comentarios, que pasaré a Teresa. Le estáis dejando muchos piropos, como ya esperaba.

Ángela, la felicitare de tu parte. Ojala vuelvas a entrar porque he puesto, después de tu comentario, otro ‘retrato’ sobre Teresa de un querido amigo, Luis Fernández Cifuentes, se complementa con el de Christopher.

Nadia, efectivamente, tengo mucha suerte con mis amigos, los laureados, distinguidos y los corrientes y molientes como yo. La palabra “amigo” no la uso a lo ligero. Mis amigos han sido - y siguen siendo - tan importantes como mi familia.

Elvi, mu bueno ese “Viva Teresa” . Lee tranquilamente este fin de semana. Se que tendrás mas comentarios. Sigues en Madrid?

Anónimo, que gracioso. Entiendo lo que dices del parentesco con Isabel de Inglaterra. Creo que más bien, lo que notas en Teresa, es su porte real…aunque si se pusiera sombreritos quizás se le podría confundir.

Sigo en un momento…

estrella dijo...

JENS. Te has lucido al ponernos aquí el retrato de Juan Ramón a Teresa y Claudio. No lo pude encontrar en la Red ni en casa. Me imagino que lo habrás trascrito. Muchísimas gracias. Ahora queda aquí para todo el que lo busque…nada de ir a la biblio., has traído la Biblioteca a casa.
Gracias también por tu enlace a la Vanguardia, de donde he sacado la foto que acompaña al texto de Fernández Cifuentes.

CAMELOT, muy bien lo has dicho. También hay que reconocer que el servicio diplomático, en este caso, la ha premiado por algo que ella hacía por puro placer y desinteresadamente.

estrella dijo...

Tadeusz!!! Ya era hora... Sabes que asistí a las clases que Stephen Gilman daba en Harvard?. En su obra escrita aparece esa pasión que tenía por la literatura española: Cervantes, La Celestina, Lope…Pero tendrías que haberlo visto en las clases. Imagínate , dio una sobre el teatro histórico de Lope. No muchos se matricularon - por aquello de ‘el Lope histórico’- el pequeño grupo que estábamos tuvimos la suerte de ver a un Gilman divertido y un poco más íntimo. Era una persona, se decía, tímida. Yo no estoy de acuerdo, quizás reservada, pero en esa clase todos nos sentíamos en familia. Fue poco antes de su muerte.

En la ceremonia a Teresa, sus estudiantes, colegas y amigos, sentimos el vacío de su inmensa presencia que nadie podrá llenar.

Y sí, Tadeusz, con el ‘Political correctness’ se empezará a decir lo de “tras una gran mujer siempre hay un gran hombre”…

Un beso.

Elvira dijo...

¿Que se parece a la reina de Inglaterra? Por el amor de Dios, enónimo. Ya quisiera la susodicha. La cintura de teresa cabría varias veces en las faldas de la inglesa. En cuanto a la elegancia, nada comentaré para no incurrir en conflicto diplomático con la Pérfida Albión. No ya por la vestimenta, muy favorable del cado de Teresa Guillén, sino por el porte natural. El rostro de la británica quedaría muy mejorado con la expresión coqueta de la española. En fin, no pararía; sin que ello desmerezca en su majestad del Unido Reino, quien estuvo divinamente representada por Hellen Mirren en "La Reina", por cierto.

Elvira dijo...

anónimo...lado
Habría que escribir con más tiento. Perdonen.

Elvira dijo...

Muy simpáticos los recuerdos con JRJ y ese escrito lleno de jotas sobre sus negras barbas que atemorizaban a los pequeños Guillén. Puedo imaginar a la perfección a esa niña traviesa pero fina, de percepción y de expresión, oculta tras una pesada cortina, pergenando un plan perfecto que asustara a su asustador. Y la divertida expresión del malvado JRJ al descubrir las tramas infantiles. ¡Qué pena que el tiempo arrase y nos haga olvidar la infancia tan rápidamente! Teresa conserva esa expresión infantil, de travesura pendiente, en su cara.

Elvira dijo...

En cuanto a FGL, aunque me pesa que la exaltación de su figura haya oscurecido los valores de la literatura española en general, dejándolos en casi nada debido al deslumbramiento lorquiano, supongo que era fácil enamorarse de su personalidad y de su gracia natural. Si a eso añades que te dedica un poema cuando niño... Y eso que el dedicado a Claudio Guillén tiene usía.

adolfo dijo...

SI, Elvi, el “deslumbramiento” lorquiano. Mejor que alguien le hubiera dicho: “Federico, por Dios, que te contengas... ¡menos gracia, menos simpatía, menos metáfora y menos drama! No hagas lorquismo! ¡Que dejes sitio para los demás!” Algo tiene FGL que atrae --literalmente-- a todo el mundo. Supongo que las quejas --sobre el eclipse parcial— empiezan en vida del propio FGL. Creo que se empiezan a oír en EE. UU. en los años 40.

estrella dijo...

Elvi, vaya defensa a la figura y el aire de Teresa. Le hará gracia cuando lo lea. Ahora, lo de Lorca es otra cosa. Conseguiste despertar a Adolfo.

En la correspondencia de los años treinta, entre compañeros y amigos del poeta, ya se ve que están un poco cansaditos de la atención que el granaino va despertando por donde quiera que pasa: Argentina, Cuba, NY…y no digamos los círculos que todos frecuentaban, donde era el el centro de atención. En fin, unos nacen con gracia y otros graciosos.
Yo tenía la misma reserva que tú hace años. Poco a poco me he deshecho del estereotipo. Estereotipo que no se habría creado si no se le hubiera asesinado.
Joven murio. Imaginate lo que podría haber hecho de haber llegado a la vejez?

Adolfo Sardina dijo...

Gracias Christopher Maurer,ahora ya sé a quien va dirigido el poema.
Tenemos el disco Label: MOSHE NAIM EMEN 1968 !!Que tiempos!!

EL LAGARTO ESTÁ LLORANDO - PACO IBÁÑEZ - FEDERICO GARCÍA LORCA

Elvira dijo...

Yo no puedo soportar su teatro, que los dioses me perdonen, Adolfo. Me produce vergüenza ajena.

Elvira dijo...

Sin embargo, Teresa... Ah, Teresa sí que da alegría y orgullo de compartir idioma y cultura.

adolfo dijo...

Supongo, Elvi, que te refieres a sus dramas rurales. Interesante la perspectiva de Max Aub (“Diarios”, 16-06-55): “Es muy posible que F.G. Lorca represente el fin de un teatro español, el que, precisamente, está fundado en el honor—por las buenas de “Bodas de sangre” a “La casa de Bernarda Alba” pasando por “Yerma”, a lo cómico en la “Zapatera”. Ya se permite el tomarlo [el tema del honor] totalmente en broma, desde “La venganza de Don Mendo”.... al teatro de Miguel Mihura. El honor familiar ha muerto en el teatro español. Si quieren tratar de él tendrán que recurrir—como Villaespesa, Marquina, Aradvín o Casona—al pasado, al verso... o darle nuevas formas...”
Y cambiando de tema, qué buen compañero es este Max Aub de los “Diarios”! Meditaciones riquísimas – breves, casi siempre- sobre el tiempo y la muerte; aforismos que superan – con mucho— los de sus escritores coetáneos (los de Bergamín, por ejemplo); noticias entretenidas– sátira, elegía, protesta- sobre los compañeros de viaje.
En 1955, Max Aub era todavía uno de los grandes olvidados de la literatura en lengua española, pero no parece quejarse (en lo que he leído hasa ahora) de la fama de FGL. “No mataron a F. por liberal, ni por fascista. No. Lo mataron por idiotas, por imbéciles. Y así han seguido siendo, cerrados de mollera, ciegos; España, ciega, sin lazarillo siquiera, sentada a la puerta de Europa, con una escudilla en la mano, mendigando un trozo de pan, una limosna. Por idiotas. (“Diarios”,13 marzo 55)

estrella dijo...

Elvi y Adolfo, cómo en un homenaje a la hija de Guillen se os ocurre sacar a relucir a Lorca?. Vaya, vaya…

estrella dijo...

Miguel, ese disco con label de Moshe Nain Emen puede valer bastante.
Gracias por el enlace!

adolfo dijo...

Gracias, Adolfo Sardinero. Muy bonita la versión de Paco Ibañez. En un libro sobre FGL y la música veo nada menos que 16 versiones musicales de ese poema! Las más conocidas (para soprano y piano) son las de Silvestre Revueltas
http://www.youtube.com/watch?v=0KBitHnWuDM
para soprano e instrumentos) George Crumb (1987) y, menos sombría, Xavier Montsalvatge.

tex dijo...

Felicitaciones a Teresa. chiqui donde te escondes, no te veo en ninguna foto.Has cambiado tanto? te ha credido el pelo?

tex dijo...

Ya volvere a leer lo de los profesores Maurer y Cifuentes, eso hay que hacerlo despacio. A mi me gusta ver fotos.

el cartero dijo...

tiene usted unas amistades muy interesantes, chiqui.
no se olvide dicirle a su amiga
teresa guillén que tiene un amigo cartero.

LA HE ECHADO DE MENOS

el c dijo...

SALUDOS A TODOS

estrella dijo...

Tex, no, no andes buscándome porque yo era la que sacaba las fotos.

estrella dijo...

Cartero, que gentil, pasarse por aquí en una ocasión tan especial. Nosotros lo hemos echado de menos! Esperamos que, en el futuro, no nos abandone durante tanto tiempo. De momento, y mientras ocurran cosas, está puerta queda abierta. Un abrazo.

lagarterano dijo...

! 16 versiones musicales de ese poema!

Y fué Paco Ibañez de los primeros?

Te diré que el sardinero y la sardina están en ascuas. No logro entender el porqué me mandaste visitar
Adolfo Sardina, best known as Adolfo,began his successful fashion career in Paris as an apprentice to Balenciaga. American buyers admired his work and..etc (page web history of Adolfo)

Bueno, pasando página vuelven los lagartos. Os mando uno muerto de ¿Tristeza? lo encontré en el camino,y dado su colorido no podia dejar de hacer la foto.

Abrazos. M

estrella dijo...

Miguel, estás seguro que no lo has pintado tú, dado su colorido? Qué penita!

el c dijo...

me han llamado la atención las piedras que acompañan al lagarto

el c. de momento no hay cenizas que soplar dijo...

me gustaría mucho estar cerca esta semana , chiqui, pero no sé si podré. qué desazón me entra¡
ojalá la nicotina fuese tan saludable
he de decir que al mismo tiempo siento la necesidad de aire... ¿sabe por qué sé que en la red no existe el aire? porque si pidiese que soplaran mis cenizas por aquí, no sería posible... ¿o sí?

otro abrazo para usted, dama gentil

tex dijo...

Chiqui, no me digas que no viste el partido. Sabes si Camelot anda por New Orleans? Menuda celebracion se va a montar. Estoy tentado pero creo que no llegare a tiempo. Les dire.

Elvira dijo...

Qué belleza de lagarto, M, por más que esté muerto... ¿no se lo estará haciendo?

Elvira dijo...

cartero, vaya con cuidadín que este mundo es muy maandrín.

el c dijo...

¿por qué me dice eso, elvi90?
acláreme un pizquitín, porfa
... me voy intrigado

estrella dijo...

Cartero, me alegro de que no tengamos cenizas, but ‘ I urge you to stop inhelling…please! Así, para cuando las haya – y le deseo una muy larga vida – quizás ya se sepa como esparcirlas por la Red. Ahora bien, no me mande a mi ni un soplo porque yo no creo en esas cosas. El recuerdo, eso sí.

Elvi, no digas esas cosas, algunos somos un poco supersticiosos. Ahora has dejado al cartero en ascuas

estrella dijo...

No tex, no vi el partido pero me alegro mucho que haya ganado New Orleans, les vendrá muy bien en sus esfuerzos de devolverla a su esplendor turístico.
No sé cómo te puedes comunicar con Camelot, con suerte quizás lee tu comentario…o te lo encuentras por la calle, si estás por ahí. Allí o en tu casa, celébralo!

Anónimo dijo...

Nooooo, naaaaada, por Dios, no preocuparse. Era una forma de provocarle, cartero. Como últimamente andaba tan calladito... Y lo que son las prisoletas, puse cualquier tontunez. Lo siento, de verdad. Usted perdone. Ahora voy a dormir mal de la preocupación, home, jolines. ¿Me perdona, eh? ¿Eh?
Ay... he vuelto a meter la pata.
Elvi90

el c cono el c dijo...

chiqui, elvi90 no responde ¡qué vaga es¡

he estado leyendo al sr.guillén.

sí creo en las cenizas. sólo en las cenizas. no es poca creencia.

"I urge you to stop inhelling... please¡"-----pregunta:: me está recomendando encarecidamente que deje de fumar?........o me está contando algo del código da vinci?

tengo mi teoría sobre un dibujo de
.davinchi. pero no puedo decirla
porque no sé

chiqui, necesito un consejo: usted me ve más de príncipe o de pirata?

supongo que estará nevando, así que
no andará vagando por las calles de boston. lo lógico es que esté en su casa contando cosas para aquellos que la escuchamos

escuchando

el c dijo...

oígame elvi 90, a usted le pasa algo con el tiempo, con las horas... o simplemente quiere confundirme?
sepa you que me falta una garcillá

mójese y responda¡

ayhome¡ ya lo entiendo, pero como se escribe exactamente: pan and tumaka
DÍGAMELO
porfi

´´´´´´´´´´ dijo...

qué mala es you, elvi90. y me que pensaba que no tenía doblez y ya veo y ya veo

ah¡ no se me olvide decirle que la vi en otro sitio ... la guardilla la buhardilla
¿quizás?
anda usted por todas partes, así no me extraña que... oiga estoy esperando como agua de mayo por
`salir de un mal sueño´
no, no la he lído... supongo que seguiré entendiendo en plan garcilla

MIEDO ME DAN LAS MORAS¡
la zarzamora o parrilla, no

control nocturno dijo...

´con las tildes me entender´´án
lástima que me no pueda hacerlo

qué paciencia¡¡¡ dijo...

cuando digo que no pueda hacerlo me refiero a que no pueda entenderlo me, osea yo.
prefiero explicarme por si acaso
¡qué raros son de verdad¡

estrella dijo...

Cartero, Elvi le ha contestado como “anónimo”, justo antes de usted entrar.

Le pido ‘encarecidísimamente’ que deje de fumar.

De príncipe o de pirata? Pirata sería un buen disfraz para un príncipe.

Cartero, después de esta entrada tan completa no se me ocurre qué poner…la dejaré un par de días más.

el cartero dijo...

qué bien le ha quedado esa respuesta, chiqui. la pongo otra vez:

pirata es un buen disfraz para un príncipe

me ha encantado
ay¡

el cartero dijo...

ah¡ malandrín... no son muy malos ¿verdad?
ahora tengo miedo NO ME DEJE SOLO
ELVI90¡
... ¿cómo va a protegerme?

Elvira dijo...

Cartero: hace mucho que no rezo como Dios manda, pero esta noche le tendré en mis oraciones. Son unas oraciones imperfectas, informales, heterodoxas y un poco heréticas, si se me permite, pero sinceras, sin doblez alguna. No he vivido tropecientos años para andar doblándome ahora, ¿Me entiende? Ay, carterín, no hay nada que temer: estoy con usted. Soy su -¿cómo decirlo?- genia protectora. Eso es.

Elvira dijo...

Buenas noches, cartero.
Buenas noches a todos.
Good night, good night, sleep tight!

Elvira dijo...

Everybody, everybody, good night.

Elvira dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=XQZJXkh88oM

el babe dijo...

all right i will sleep tight
i have got i nice pillow

thanks so much for de song

probably tomorrow i´ll be busy so... i want to say... see you after tomorrow

Valpuesta Origen del Castellano dijo...

Muy cerca de aquí pasó John Adams.
Te mandé foto de carretera que subia al monte,para despues bajar a Orduña.

The road at last came to a steep, where the only method of making a road for a carriage up and down is by serpentining it.There is a fertile valley, and well-cultivated, at the feet of these mountains, in the centre of which is the village of Orduña.

At the bottom of the mountains we had a small toll to pay for the support of the road.

el cartero dijo...

hola, miguel¡
recuerdos a su amigo john adams.
le recordamos gracias a usted, al menos éste que le habla

sabe usted que me van a dedicar una entrada?
sí, a mí. como se lo digo.
este atento y no se lo pierda. será fantástico.

reciba un cordial saludo

el c ontento dijo...

chiqui, una persona bien conocida por su gran labor contando cosas ¡me va a dedicar una entrada¡. su gran capacidad para contar hará de mí toda una creación artística llena de maravillosas palabras en las que podrá adivinarse claramente mi bondad infinita así como una buena estampa.
la buena estampa no será necesario adivinarla porque mi encantadora amiga seguro que va a poner una foto para caerse de espaldas

¡GUAU¡

estrella dijo...

Cuando quiera Cartero. Mándeme la foto, su partida de nacimiento notariada ante la presencia de alguien que conozcamos los dos y un cuestionario cortito… lo demás lo busco en Google o me lo invento!

A qué no se atreve!

estrella dijo...

Miguel, quién pudiera darse un paseito por esa feria del libro, aun sin comprar
nada. Imagínate como se lo pasaría J. Adams!

Hay un Miguel por el Boomerang y pensé que eras tú, pero veo que no.
Gracias por el enlace. Te harán embajador honorario de Burgos y su provincia!

estrella dijo...

Elvi, no conocía esa nana de lo Beatles. Vaya, que casi me duermo, la escuché varias veces, mejor que el Yoga…

el cartero dijo...

qué bien, chiqui, ya tengo dos entradas dedicadas¡

cuando pueda, eche un vistazo al molino y verá porque digo dos entradas.

claro que elvi igual se refería a escribir una entrada y al final poner: dedicado al carteriño.

con respecto a la entrada que usted me dedicaría, fácil será cuando vengan a quedarse al trastero. nos heremos fotos y le contaré mis azañas por el mundo.
no se preocupe, seré esquemático.
y luego a comer marisco (yo pongo el trastero usted el marisco) y a pasear hablando del tiempo. qué relajante suena¡ ¿verdad?

y si quiere, me dedica ya otra tercera entrada inventándose lo que quiera. en el google estoy, pero camuflado.

besinos grandes y piquiñinos

el c dijo...

está cosiendo cortinas?
qué bien me venía usted para hacerme un traje de carnaval. los que venden son siempre los mismos
¡no voy a carnaval¡ ya está¡

me dijo...

Cartero, retiro lo del retrato. Vengo de Azua, donde se habla de pintura, y ese seria el mejor lugar para retratarse.

el c dijo...

uno de estos días he quedado para recoger a un profe de literatura, que no conozco todavía, para llevarle al lugar donde dará un conferencia, pienso sacar cosas de aquí y de allá para que se fundan los plomos. igual le digo que estuve con teresa guillén. no, mentira no es. y me apuesto lo que quiera a que el profe en cuestión no estuvo. al menos, de verdad

el c dijo...

vengo de donde azua chiqui me he quedado a la mitad de los comentarios porque he sentido como un ligero movimiento... supongo que será que llevo unbuen rato aquí sentado me levantaré a fumar un cigarrito de los que estoy dejando

el c dijo...

probablemente el movimiento sentido se debió a la lectura multiorgásmica.

un amigo de .me. dijo...

he estado leyendo también ´los pelos` de vicente verdú y a sergio ramírez
fue el sr.ramírez quien estuvo hace tiempo en su casa ¿verdad?
o me estaré confundiendo, no sé
da igual

Anónimo dijo...

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