Me he pasado, desde las 2 de la tarde hasta ahora, las seis, intentando localizar a alguien que se hiciera cargo de un hermoso perro Labrador.
Apareció en mi jardín a las 12 del día. Hice varias llamadas a todos los sitios oficiales donde se deben de hacer cargo de animales en estas situaciones. Todos tenían el contestador automático puesto. Dejé mensajes detallados. Esperé una hora a que alguien contestara. Entre tanto lo puse en mi jardín y después de acariciarlo un poco y hablarle tranquilamente se calmó, aproveché y volví dentro de la casa. Mis perros sabían que algo pasaba en el jardín y estaban bastante nerviosos.
En pocos minutos el perro empezó a aullar; cada aullido se prolongaba más y más…miré por la ventana y la escena partía el corazón. Bajé varias veces para jugar con el pero cada vez que lo dejaba sus aullidos se volvían más agudos y largos. Después de más de dos horas y sin que ninguna de estas organizaciones me contestara, tuve una brillante idea: decidí usar la correa de uno de mis perros y darle un paseo por el barrio y ver donde me llevaba.
Dejé a la perra (ahora sé que era perra) que iniciara el paseo. Una de esas ideas que a uno se le ocurre aun estando en las nubes y preocupada por otras muchas cosas. La perra, sin separarse de mi lado bajó la calle y torció a la derecha. Era tan cariñosa y atenta que me tuve que hacer la fuerte y seguir sus pasos y no volver a casa con ella. Si no tuviera tres, me la habría quedado. Siguió, siempre asegurándose que iba a su lado, hasta llegar a dos calles más abajo donde empezó a oler el “famoso” poste de teléfonos. Pasadas unas cuantas casas (eran ya las dos y media) la perra me guió hasta el porche de una de ellas y allí se sentó; las dos nos sentamos --yo sin ducharme todavía y ella oliendo a perra-perra, nos quedamos allí casi dos horas. Me alegré de no haberme duchado ya que Kico se rozaba en mis pantalones, me pasaba su húmeda cara por el cuello…Uff.
Convencida de que allí vivía, le pregunté a todo el que pasaba hasta que un señor la reconoció. La vecina de al lado llegó como a las cuatro y media, me dijo que mi compañera (la perra no se despegaba de mi) se llamaba Kico, hembra de 13 años que sufre de incontinencia - por su edad – y artritis, por lo cual los dueños (médicos) la dejan día y noche en el patio. Pero no nos podíamos explicar como se había escapado, ni cuanto tiempo llevaría fuera.Los dueños estaban de vacaciones y le habían encargado el cuidado a la vecina de enfrente...Total, que me he venido deshecha; Kico cojea por la artritis y parece
estar hambrienta de contacto humano y abrumada por su soledad. Cuando la vecina me abrió la valla del patio -que yo no pude hacerlo- Kico se metió debajo de mi brazo y se resistía a entrar. Dejé una nota, no muy amigable en la casa de sus dueños y otra en la casa de la que se supone cuidar de ella.Son las 6 de la tarde y nadie ha contestado a mis mensajes. Esto me ha desconcertado por el hecho de vivir en una parte del país donde la crueldad contra los animales está penalizada. Hay todo tipo de organizaciones para el cuidado de ellos (pero a las dos de la tarde nadie estaba en las cuatro que yo llamé) Cuando volví a llamar a una de ellas a las seis, me recordaron que eran un centro caritativo y que no estaban subvencionados por el gobierno estatal o federal, a lo que yo le conteste…”la próxima vez que reciba su sobrecito pidiendo una donación, irá derecho a la papelera” colgando el teléfono sin esperar respuesta.
Antes de adoptar o comprar, regalar un animal domestico piénsenlo bien. Los animales requieren el mismo cuidado que los niños, por muy absurdo que les parezca a algunos. Desde luego, las personas que no entiendan esto deben de ser las primeras en no tenerlos.Cada caricia que estos animales reciban será devuelta multiplicada por cien. Por otra parte la responsabilidad es tan grande que dejarán de hacer muchas cosas que antes hacían… por ejemplo, viajar!
Apareció en mi jardín a las 12 del día. Hice varias llamadas a todos los sitios oficiales donde se deben de hacer cargo de animales en estas situaciones. Todos tenían el contestador automático puesto. Dejé mensajes detallados. Esperé una hora a que alguien contestara. Entre tanto lo puse en mi jardín y después de acariciarlo un poco y hablarle tranquilamente se calmó, aproveché y volví dentro de la casa. Mis perros sabían que algo pasaba en el jardín y estaban bastante nerviosos.
En pocos minutos el perro empezó a aullar; cada aullido se prolongaba más y más…miré por la ventana y la escena partía el corazón. Bajé varias veces para jugar con el pero cada vez que lo dejaba sus aullidos se volvían más agudos y largos. Después de más de dos horas y sin que ninguna de estas organizaciones me contestara, tuve una brillante idea: decidí usar la correa de uno de mis perros y darle un paseo por el barrio y ver donde me llevaba.
Dejé a la perra (ahora sé que era perra) que iniciara el paseo. Una de esas ideas que a uno se le ocurre aun estando en las nubes y preocupada por otras muchas cosas. La perra, sin separarse de mi lado bajó la calle y torció a la derecha. Era tan cariñosa y atenta que me tuve que hacer la fuerte y seguir sus pasos y no volver a casa con ella. Si no tuviera tres, me la habría quedado. Siguió, siempre asegurándose que iba a su lado, hasta llegar a dos calles más abajo donde empezó a oler el “famoso” poste de teléfonos. Pasadas unas cuantas casas (eran ya las dos y media) la perra me guió hasta el porche de una de ellas y allí se sentó; las dos nos sentamos --yo sin ducharme todavía y ella oliendo a perra-perra, nos quedamos allí casi dos horas. Me alegré de no haberme duchado ya que Kico se rozaba en mis pantalones, me pasaba su húmeda cara por el cuello…Uff.
Convencida de que allí vivía, le pregunté a todo el que pasaba hasta que un señor la reconoció. La vecina de al lado llegó como a las cuatro y media, me dijo que mi compañera (la perra no se despegaba de mi) se llamaba Kico, hembra de 13 años que sufre de incontinencia - por su edad – y artritis, por lo cual los dueños (médicos) la dejan día y noche en el patio. Pero no nos podíamos explicar como se había escapado, ni cuanto tiempo llevaría fuera.Los dueños estaban de vacaciones y le habían encargado el cuidado a la vecina de enfrente...Total, que me he venido deshecha; Kico cojea por la artritis y parece
estar hambrienta de contacto humano y abrumada por su soledad. Cuando la vecina me abrió la valla del patio -que yo no pude hacerlo- Kico se metió debajo de mi brazo y se resistía a entrar. Dejé una nota, no muy amigable en la casa de sus dueños y otra en la casa de la que se supone cuidar de ella.Son las 6 de la tarde y nadie ha contestado a mis mensajes. Esto me ha desconcertado por el hecho de vivir en una parte del país donde la crueldad contra los animales está penalizada. Hay todo tipo de organizaciones para el cuidado de ellos (pero a las dos de la tarde nadie estaba en las cuatro que yo llamé) Cuando volví a llamar a una de ellas a las seis, me recordaron que eran un centro caritativo y que no estaban subvencionados por el gobierno estatal o federal, a lo que yo le conteste…”la próxima vez que reciba su sobrecito pidiendo una donación, irá derecho a la papelera” colgando el teléfono sin esperar respuesta.
Antes de adoptar o comprar, regalar un animal domestico piénsenlo bien. Los animales requieren el mismo cuidado que los niños, por muy absurdo que les parezca a algunos. Desde luego, las personas que no entiendan esto deben de ser las primeras en no tenerlos.Cada caricia que estos animales reciban será devuelta multiplicada por cien. Por otra parte la responsabilidad es tan grande que dejarán de hacer muchas cosas que antes hacían… por ejemplo, viajar!
8 comentarios:
Kico no quiere estar sola, y se las arregló para escaparse y llegar hasta tu casa. Cuando regresen sus dueños querrá volver con ellos, porque los perros perdonan todo. Confío en que los tipos no la dejaran en el patio en pleno invierno.
A mi perro lo recogí en una estación de tren. Intentamos encontrar a sus dueños, pero fue inútil, y finalmente lo adopté y somos felices. Le puse de nombre Evaristo, pero aquí todo el mundo le dice Evar, con una a muy larga, y él responde a los dos nombres. Tengo también dos gatos. Y una niña. Y un marido, ya que no se pueden tener dos ni tres. No sé quién es más niño de todos ellos.
IRENE querida. Tu vida suena casi como la mia.
Los vecinos me dijeron que entraban a Kico a la casa las noches que hacia mucho frió,
Tiene su propia caseta en el patio, pero aquí en invierno siempre hace frió.
Cómo no va a tener la pobre artritis. Los médicos a veces son los más duros, con los animales y con las personas ( excepto los de mi familia!)... Será porque están acostumbrados a ver de todo y tendrán que endurecerse para poder seguir en el trabajo con un mínimo de eficacia.
Esta noche tuve pesadillas y, por primera ven en mucho tiempo me levanto con dolor de cabeza. Acabo de sacar a mis perros y...que casualidad, ahora oigo a Kico aullar y me doy cuenta de que su patio esta casi detrás de mi jardín. Antes nunca lo había oído. Creo que si de vedad tuviera corazón debería de ir y quedarme con el un ratito, pero no sé si sería peor...se acostumbraría? Esto es lo que me faltaba a mí, que suelo darle vuelta a las cosas más estúpidas. Besos, Estrella
PD. El perro de la foto es idéntico a KICO
No puedo creer que no haya habido más comentarios a esta entrada. Quizá confirma mi sospecha de los españoles, no todos, hacia los animales domésticos. Yo viví en España la mitad de mi vida. Este país es más inteligente en cuanto al trato de la naturaleza en general. Los animales son un gran ejemplo de lo que los humanos podrían ser.
i have the fortune to live in puerto rico....a beautiful place, full of beautiful people and wonderful things. unfortunately, i have the *mis*fortune of having to deal with the overall distaste people have for animals here. when my co-workers and friends found out, for example, that my dog slept at the foot of my bed, i was made fun of incessantly for 3 or 4 weeks. on another occasion i took in a stray who had an open sore on his leg - i took him to the vet, paid $80 to have the wound cleaned and bandaged, and took care of it for over a week. eveyone i knew had NO IDEA why i would have done such a thing. the emergency lanes of all of the interstates and local highways are littered with dead cats and dogs.
the idea, to me, that someone could treat an animal inhumanely is something that is not only incredibly confusing but also rage-inducing. i recently befriended a girl here, Aida, who is a member of PETA. she made the point to me a couple of weeks ago that she feels animals are more noble and deserving of attention and affection than humans - that they have no voice to protest with when they are mistreated. i could not have put it better myself. i feel horrible even leaving jack, my dog, in a crate for more than 3 or 4 hours at a time. i use my lunch break every day to come home and play with him.
bueno, te dejo con un foto de jack:
te dejo con un foto de jack....
PABLO ¡Qué perro más hermoso tienes! Parece muy inteligente y con energía. Quizás has aprendido como tratar a los animales de tu familia.
La actitud que cuentas de PR. es normal de los pueblos pobres donde la gente no tiene $80 con los que podría alimentar a toda una familia. No deberías decirlo en publico porque en realidad puede resultar ofensivo.
Si no pueden llevar a sus hijos al médico (en P.R sí pero en muchos países no) ¿cómo van a entender que gastemos tanto dinero en los animales? Es una situación moral que todos debemos de luchar con ella. Pero comprendo que tú sientas ese cariño por Yack, es tu mejor amigo, con toda seguridad. Un beso muy fuerte.
i understand your point, but those same people should know that they don't even have money to care for their kids and not bring an animal into the mix. that's just my two cents. it may sound ignorant to you, but it doesn't sound too ignorant to me.
No Pablo, en ese caso tienes toda la razon. Si no tienes dinero para alimentar a tu familia para que tener un perro o un gato.Un beso
Para Pablo, admiro tu cariño por Jack (¡que está muy hermoso en la foto!) , y comparto tu desprecio absoluto por la crueldad hacia los animales. Desde hace miles de años los perros han sido nuestros compañeros fieles, y debemos tratarlos así, como “fellow travelers.” Nos han defendido y nos han acompañado en la soledad, y cuando nos miran, nos miran a veces como si fuéramos sus dioses. Debemos comportarnos así. Se me ocurre, sin embargo, que esos mismos pueblos que criticamos por tratar tan mal a los perros no suelen ser los que causan miseria y muerte a otros países, mediante la guerra, la tortura, y la indiferencia. ¡Qué mundo! Un abrazo.
Publicar un comentario