sábado, agosto 09, 2008

MI VOLVO 940 STATION WAGON. 1995

La única máquina que recuerdo con ilusión es una heladera que mi padre tenía y que usaba sólo en invierno, cuando había una de esas nevadas de aúpa que sólo caen el la sierra granadina.

Mi miedo a las maquinas me tuvo casi hasta los treinta y tantos sin conducir.

Durante mucho tiempo no tuve necesidad de hacerlo: siempre viví en grandes ciudades, en el centro y con buenos medios de comunicación. Pero todo lo bueno acaba, en mi caso fue en Nashville, Tennessee.

Hace quince años Nashville no era una ciudad, era más bien una sucesión de ‘urbanizaciones’ unidas por iglesias. El centro residía en la Universidad de Vanderbilt y tirando calle abajo el Grand Ole Opry, unas cuantas tiendas, bares, y un par de restaurantes.

Vivíamos en uno de los barrios mas céntricos “Green Hills”, pero hasta para comprar leche había que ir en coche. Nada más llegar me di cuenta de que tendría que aferrarme al volante y esperar que funcionaran los frenos; el acelerador –aunque importante- no me preocupaba tanto...no pensaba usarlo mucho. Pero ¿cómo superar esta superstición de que el coche se descontrolaría nada más tocar el volante? La respuesta sería mi amiga Betty. Una mujer de un tesón inquebrantable y una bella sonrisa. Me enseñó a no ‘agarrarme al volante’ sino a acariciarlo.

Me pasé un año diciendo que sólo conduciría un VOLVO. Había oído de lo fuerte de su carrocería y del alto porcentaje de supervivencia en caso de accidentes. Claro, esto era una estrategia ya que no teníamos ni un duro (perdón, dólar) y sabía que nunca podríamos comprar uno. Vete a ver…se dice por aquí “Be careful what you wish for… You just might get it.” Pues eso, un día llegó mi marido y me dijo, “manos al volante”: era un contrato por uno de sus libros y pagaba un buen adelanto…¡un Volvo!

Así llegó a nuestra casa el gran compañero que acabo de perder hace unas semanas. Más de una década de estrecha convivencia y absoluta lealtad. Siempre me hizo caso… aguantó mis malos tratos: lo llevé por donde quise, lo dejé expuesto al duro sol del sur, a las lluvias y a los vientos. Le di de comer cuando mostraba anemia y de beber cuando ardía en fiebre. Muy pocas veces al médico, tenía una salud de hierro. Le hicieron algunas revisiones que sólo confirmaban que era un robusto roble.

Este compañero se ha llevado consigo unos cuantos secretos familiares. Las preguntas indiscretas de los niños en el asiento de atrás, las respuestas francas de los padres. Las conversaciones tensas provocadas por un chaval de nueve que afirma que ‘no hay nada después de la muerte’. El que quiere comprobar hasta dónde puede llegar, no él… su madre: “Mom, what would you do if I were to tell you that I’m gay? …Y años después con la novia sentada a su lado “ bisexuality is the way to go”...Todo esto con una sonrisa diabólica y mirándome de reojo. Toreé ese toro con gracia, le perdoné la vida y se la sigo perdonando…

El fiel amigo que nos llevó de Este a Oeste y de Norte a Sur, recorriendo más de 235.000 millas (378.000 Kilómetros). El que paró en todas las tiendas de antigüedades* y todos los mercadillos a su paso, miles de veces, para que yo buscara esas piezas de cerámica que tanto me gustan… un óleo, una acuarela, un grabado de Goya ¡enmarcado con un paspartú rosa! Una lámpara de Tiffany, una silla de Eames… un escritorio de Limbert. Todo por unos dólares. Internet no había aparecido todavía. No existía EBAY. Nadie sabía lo que vendía…uno se guiaba por el instinto de que ‘esto sí…esto está bien hecho’. Para luego aprender y aprender…y descubrir que tiene una obra de arte en casa.

Este gran compañero cargó de todo: niños a las prácticas de baseball, frisbee, violín, piano…Partidos, recitales, fiestas de cumpleaños. Cargó maderas, cemento, baldosas, ladrillos, tierra para el jardín, estiércol para abonar. Árboles de Navidad…árboles para plantar (más de cuarenta, incluyendo el del otro día) Atestado hasta el techo - varias veces- cuando los niños dejaron de serlo y hubo que llevarlos a la universidad en septiembre y recogerlos en mayo. Uno en NY el otro en Memphis.

Cuánto me habría perdido sin él: tantas experiencias compartidas, muchas de ellas a solas, a hurtadillas, escapándonos por esos caminos de un rural Tennessee , durante horas - a veces un día entero - para volver a casa cambiada: más joven…más fuerte, llena de ideas…y objetos que más tarde pagarían muchos de los increíbles recibos que llegaban a casa de la educación universitaria de mis hijos.
En una ocasión uno de ellos, no tendría más de doce años, viéndome entrar en el coche con un paquete comentó: “another pot?... Are you sure you are going to have enough money to send me to college? A lo que repliqué sin pensarlo “no lo sé, pero tendré suficientes ‘pots’ para venderlas”. No tuve que vender toda la cerámica que compré, pero si que vendí una pieza por la que pagué $150 por $10.000…qué pena no tener más de esas…

Últimamente mi amigo empezó a cansarse. La carrocería no era la misma que se ve en la foto. Tenía unas cuantas bolladuras, se le habían caído varias piezas decorativas y otras utilitarias. La puerta trasera no cerraba, la llave se quedó atascada y tuvimos que dejarla permanentemente dentro del coche… no nos lo iban a robar! Se nos paraba cuando frenábamos en un semáforo o aminorábamos la velocidad… Para colmo el tubo de escape, todo el sistema, lo perdimos la última vez que lo usamos.

Por dentro…ningún español entendió en las condiciones en que se encontraba mi compañero. Siempre vestido de blanco, porque era el color con que lo soñé, pero en realidad era “a blue collar worker” porque así lo prefería y quería. Además de todo lo expuesto arriba, se me olvidó decir que en los últimos años que hemos viajado sin niños, lo hemos hecho con tres perros y una gata. En fin, hasta en este país donde a nadie le importa cómo van los demás, se quedaban mirándonos en las autopistas… pero yo creo que era por Chata, la gata, que coquetea con todo coche que se le ponga por detrás; especialmente en la lluvia, el limpiaparabrisas trasero la vuelve loca. Es un peligro, los coches se acercan de tal forma que un día de estos vamos a tener un accidente serio. La tendremos que dejar en casa… atada a la pata de la cama!

Pero lo peor llegó: mi VOLVO se negó a que lo volviera a manejar: el asiento automático del conductor se había quedado atrancado a la longitud de la pierna de mi marido ( mide 1.82) Una humillación, yo no alcanzaba ni al acelerador ni a los frenos. Por más que me arrastrara al filo del asiento, mi pie quedaba en el aire. Se había cansado de mí. Mis hijos, los amigos, me decían con preocupación y ‘mucho tacto’: “Estrella, teneís que comprar un coche nuevo” . Pero, qué sabían ellos…

Todo ocurrió antes de lo que yo esperaba. Arreglarlo habría costado más que comprar otro parecido - nunca igual - a él: del mismo año, en mejores condiciones y
con la mitad de millas. No lo quise pensar, lo donamos…

Y, ahí estaba, subido en el camión - nada de remolcarlo - en toda su vieja dignidad y belleza. Un repeluzno recorrió mi cuerpo cuando desapareció de mi vista. Se me había olvidado hacerle una foto. Ingrata fui, con quien tanto me había dado, hasta el último momento.
ENLACES:
* En este enlace se puede ver el tipo de cosas que buscaba. Hoy día es difícil encontrar originales del periodo “Arts and Crafts” de finales del XIX principios del XX. Algo queda entre buenas, y malas, reproducciones. http://www.craftsmanhome.com/store/01.html

31 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Estrella, ese coche me ha dado a mi muchos rides a casa, le habéis sacado un montón de millas. Me entró añoranza leyendo tu post. Veo que no has vuelto por Nashville en mucho tiempo, no reconocerías el centro, ni Green Hills, ha prosperado un montón desde que te fuiste. Tienes que venir por aquí y ya verás. La zona rural sigue siendo igual, si encuentro una foto con las fincas de caballos (se que te gustaban) te la mando. Un abrazo, Angela

Anónimo dijo...

Chiqui. Traidora.

http://es.youtube.com/watch?v=9lN_ARlru_w

And why did it have to be in summer?

Anónimo dijo...

Chiqui para qué decirte que comparto tu animismo para con el auto.En mi caso es un toyota, que todavía tiene cuerda para rato por suerte.
Y ni qué decir de las arts and crafts, de la cerámica, me encanta todo.
Pero lo que más me ha alelado es tu manera de contar las cosas, la carga afectiva que le pones a tus historias.
Probaste alguna vez a inventarte un recuerdo con ese estilo tan especial?

estrella dijo...

Ay, Ay,Ay…tengo que volver esta noche y contester… Tengo a unos amigos que vienen a cenar y estoy en ello!

estrella dijo...

Amalia, qué es eso de ‘inventar’ un recuerdo? Yo no soy capaz de inventar nada... (una tara mental como otra cualquiera) explícamelo.
Sabía que te gustaría la cerámica, por eso cargue la mano, pensando en ti y en Miguel.
Lo que si he hecho siempre es la ‘no ficción’, no creo que Verdú haya descubierto la técnica pero, quizás, si la palabra para definirla. Me voy a la cocina!

Anónimo dijo...

Chiqui es que escribiste tan bien un recuerdo o una vivencia verdaderos, que pensé:lo único que le falta para "escribir" o ser escritora, es inventarse las historias.Sabiendo describir tan bien lo que sientes tú misma con palabras, podrías lanzarte a volar imaginando cómo viven otras personas o personajes sus historias.
O sea, estás a un paso del "como si", del símbolo.
Ay! me metí en camisa de once varas.No logro explicar claramente la idea,que tan clara me pareció cuando leí tu relato.

Anónimo dijo...

y sí, sólo un perro puede estar más cercano que un coche. Cuando estuve en Barcelona, donde no conocía a nadie, ver a mi coche en el garage del piso que alquilaba me daba sensación de hogar. Le puse de nombre Proust, porque me hacía la ilusión de ir a la recherche du temps perdue. Y sí, me dio la noche, el underground catalán y las masías... y todo el Ampurdán. Ahora mi coche es anónimo y gris, no rojo como era Proust. Pero el coche gris me abre los escotes de las avenidas de Buenos Aires (eso de los escotes de las avenidas es de Guillermo de Torre, quien le hablaba a Madrid y era un sátiro). El Volvo pasará a la historia, como el Chevrolet rojo de Pessoa.

Anónimo dijo...

Chiqui, aquí estoy esperando una respuesta. No te será fácil convencerme.
I miss you!
I miss my driveway by the lilac trees!

camelot dijo...

Well, Estrella, Nashville has changed lots since the 90s. It’s changed just since I moved here to be with Keith. Much more Urban than it used to be! I loved your Volvo stories! Wish I knew where to connect with those antiques, but there certainly isn't much in Green Hills, just one major store. Much more in Franklin; you probably remember those stores. Nicole

Anónimo dijo...

Chiqui, la pieza de Grueby Pottery es perfecta en la forma, y en la decoración que acompaña sus curvas.

estrella dijo...

Pensaba contestaros anoche pero las olimpiadas me capturaron y después de ellas el cansancio.
Esta mañana desperté poseída por el ‘Antivirus Ex 2008’, Bueno, no yo, mi ordenador. Sólo ahora me he deshecho de él, espero.

estrella dijo...

ANGELA! Claro que sé que Nashville ha prosperado en los últimos 25 años mucho más que Boston! Hace tiempo que no voy por ahí, quizás unos 6 o 7 años; pero buscando fotos que ilustraran mi experiencia en el 93, me di cuenta de lo mucho que ha crecido.
Para nosotros fue un buen lugar para que los chicos crecieran. Yo aprendí mucho – de muchas cosas- precisamente porque en aquel tiempo no había grandes alternativas de pasar el tiempo libre. Ahora me entran ganas do volver y jubilarme ahí! Un abrazo. E

estrella dijo...

VOLVO, no puedo creer que seas el mío. El sabe muy bien que la versión de ‘camelot’ que tanto escuchamos juntos no es la del señor del bigote que tu me envías, que está bastante bien, no lo niego.
La NUESTRA era esta: http://es.youtube.com/watch?v=-gT4ZW_784A

Por otra parte se ve que sabes bastante de él… ¿no serás uno de esos que causó unas cuantas bolladuras en mi querido amigo? Tienes gracia pero eres un poco quejica, mi volvo nunca se quejó.

estrella dijo...

PROUST, a usted le va a gustar el siguiente poema de mi amiga Leda sobre su Mtisubishi:
******************


Mitsubishi negro


Na estrada de Sintra,
que cansaço da própria imaginação...
Na estrada de Sintra, cada vez menos perto de mim...
****

Llevo mi automóvil por las calles de Chicago
mojadas, lamidas por el ogro de la noche
mientras escucho música que grabé en Madrid hace años.

La luna sale del lago
cruza la calle
y besa de repente los adoquines de Buenos Aires.

Los espacios y los tiempos se confunden
ya no sé si Chicago, si Madrid, si Buenos Aires.

Voy por la avenida costanera del lago Michigan
en la noche blanca y fría
como iba Alvaro de Campos por la carretera de Sintra en su Chevrolet rojo
cansadamente eligiendo si ir, si no ir
si buscar otro camino, otro sueño, otra utopía
si sería mejor pegar la vuelta o no haber salido

sintiendo su mismo desasosiego
encerrada en mi Mitsubishi negro
y yendo
siempre yendo
sin llegar.


Leda Schiavo

estrella dijo...

AMALIA, qué te voy a decir? Gracias por ser tan generosa. Te entiendo perfectamente. Aunque pudiera hacer lo que dices - que no sería difícil- no valdría la pena. No mientras me siga entrando nausea, verdadera nausea, cuando voy a una librería y veo miles de libros en las estanterías. Cuando compro un libro y, una vez leído, lo miro con desprecio y pienso: ¡Qué me devuelvan el dinero!
Hoy día es muy difícil escribir y perdurar. Yo, definitivamente, estoy entre los millones de personas que pueden escribir para el momento, sin decir nada que transcienda y dure, como muy pocos autores lo han hecho.
Para eso sirve el blog! No ocupa lugar ni acumula polvo en casa.

El blog es más - mucho más- de lo que me puedo permitir. Ya estoy publicada, junto contigo y con todos los que pasáis por aquí dejando vuestra huella.

Sólo hay que leer los comentarios a las entradas perdidas de:

Chiqui's Blog / El Blog de Chiqui
http://www.bloggingchiqui.blogspot.com

estrella dijo...

CAMELOT: Nicole kidman! Es un gran honor tenerla por aquí. Veo que se acaba de abrir una cuenta en Google para esta ocasión, increíble!
Siento no poder orientarla en cuanto a las antigüedades, en mi caso sólo pude aprovecharme del mercado unos seis o siete años. Con la invención del Internet y los programas como “The antiques road show” la gente se espabiló y empezó a darse cuenta del valor de los cacharros que guardaban en la buhardillas de la casa de la abuelita.
Le deseo buena suerte…y no me refiero exclusivamente a lo de las antigüedades!

Anónimo dijo...

Copiado, Chiqui, seguiremos disfrutando de tus relatos en este espacio íntimo y despojado de objetos encombrantes.
Tal vez esté más cerca de lo efímero del relato oral, que es la manera más linda de escuchar cuentos!

camelot dijo...

Chiqui, this is how URBAN I become. You miss my hint!

http://es.youtube.com/watch?v=YgjWBxaagtA

Anónimo dijo...

Chiqui, me habría gustado ser tu volvo, te conozco y no creo que lo trataras tan mal. ¿Qué ha pasado con él?

Te mando algo interesante. El equipo de baloncesto español posando con aquello de: “yo soy el chino, chin,chin, chin, que viene de la China. Me gusta tanto estar aquí que me voy a quedar”

Dime que piensas. http://sports.yahoo.com/olympics/beijing/blog/fourth_place_medal/post/Spanish-basketball-team-poses-for-offensive-pict?urn=oly,100152

Anónimo dijo...

otro

http://abcnews.go.com/Sports/story?id=5563668&page=1

estrella dijo...

TEX. No me lo puedo creer. Claro, no se te podía escapar a ti… Qué Quieres que te diga...se me ocurre que la arrogancia de los españoles (me incluyo) nos pueda impedir respetar las reglas de lo que aquí llamamos ‘politically correct’, que no es otra cosa que un sustituto para la falta de sensibilidad humana. Eso plantea un problemas aún más gordo; no sé que es peor: ser ‘insensible a la situación de otro’ o ‘arrogante’.

Creo que me quedo con ‘estupidez’. Efectivamente- como ya han dicho - todo el que participó en la idea de esa foto debe tener el cerebro del tamaño de un garbanzo, incluidos los jugadores. Lo humillante es ver a todo un equipo de excelentes deportistas haciendo (iba a decir el indio…dios me libre!) el chino. Ni siquiera puedo decir que siento vergüenza ajena ya que cae en mis propias carnes!

estrella dijo...

Sí, Tex, recuerdo lo del chino ‘chin, chin, chin’…eran los tiempos en que -por una gorda- podías bautizar y salvar el alma de un chino o un negrito. Yo salvé – de las llamas del infierno - a miles de ellos.
Muchas gordas le quité a mi padre, del cajón de la tienda que tenía, antes de salir para la escuela y... aún andamos así? siendo China una de las más importantes potencias mundiales. No se enteran los españoles?

estrella dijo...

My dear Nicole. I’m sorry I missed your hint. Do not take it personally. I can’t keep track with names of actors, politicians, singers…I even confuse my pets’ names with my children’s.
I can see that your ‘urbanization’ has taken a toll on your English grammar; but who cares, it’s the music and lyrics that matter. Muy bonita la canción. Suerte con tu ‘pequeña familia’.

Anónimo dijo...

Para los que no conozcan el poema que citan Proust y Leda....

[AL VOLANTE DEL CHEVROLET POR LA CARRETERA DE SINTRA]
Traducción de César Antonio de Molina

Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra,
al luar y al sueño por la carretera desierta,
conduzco a solas, conduzco casi despacio, y un poco
me parece, o me esfuerzo porque un poco me parezca,
que sigo por otra carretera, por otro sueño, por otro mundo,
que sigo sin que haya Lisboa atrás dejada o Sintra a la que llegar,
que sigo, ¿y que más puede haber en seguir sino no parar, proseguir?

Voy a pasar la noche en Sintra por no poder pasarla en Lisboa,
mas cuando llegue a Sintra me apenará no haberme quedado en Lisboa.
Siempre esta inquietud sin propósito, sin nexo, sin consecuencia,
siempre, siempre, siempre
esta desmedida angustia del espíritu por nada
en la carretera de Sintra o en la carretera del sueño o en la carretera de la vida...

Maleable a mis movimientos subconscientes del volante
galopa por debajo de mí conmigo el automóvil prestado.
Sonrío del símbolo al pensarlo, y al girar a la derecha.
¡Con cuántas cosas prestadas voy yendo por el mundo!
¡Cuántas cosas que me prestaron conduzco como mías!

A la izquierda la casucha -sí, casucha- al borde del camino.
A la derecha el campo abierto, con la luna a lo lejos.
El automóvil, que hasta hace poco parecía darme libertad,
es ahora una cosa en donde estoy encerrado,
que sólo puedo conducir si en ella estoy encerrado,
que sólo domino si me incluyo en ella y ella me incluye a mí.

A la izquierda, ya atrás, la casucha modesta, menos que modesta.
Allí la vida debe ser feliz, sólo porque no es la mía.
Si alguien me vio por la ventana soñará: ese sí que es feliz.
Para el niño que atisbaba detrás de los cristales de la ventana de arriba
tal vez yo haya quedado (con el automóvil prestado) como un sueño, como un hada real.
Para la muchacha que al oír el motor miró por la ventana de la cocina,
desde el piso de abajo,
tal vez yo fuese algo así como el principe que hay en todo corazón de muchacha,
y de reojo pegada al cristal me siguiese hasta la curva en que me perdí.

¿Dejo los sueños a mi espalda, o será el automóvil el que los deja?
¿Yo, conductor del automóvil, o el automóvil prestado que conduzco?

En la carretera de Sintra al luar, en la tristeza ante los campos y la noche,
mientras conduzco el Chevrolet prestado desconsoladamente
me pierdo en la carretera futura, me sumo en la distancia que alcanzo,
y en un deseo terrible, súbito, violento, inconcebible,
acelero...
Pero mi corazón quedó en el montón de piedras del que me desvié al verlo sin verlo,
junto a la puerta de la casucha,
mi corazón vacío,
mi corazón insatisfecho,
mi corazón más humano que yo, más exacto que la vida.

En la carretera de Sintra al filo de la medianoche, al luar, al volante,
en la carretera de Sintra, qué cansancio de la propia imaginación,
en la carretera de Sintra, cada vez más cerca de Sintra,
en la carretera de Sintra, cada vez menos cerca de mí...

estrella dijo...

Pues sí, Amalia. Estos relatos - usando la “no ficción”- pueden ser interesantes. Lo malo es que cuando se usa la primera persona como narrador todavía hay mucha gente que piensa que estás ‘contando tu vida’. He oído a algunos amigos decir que ‘Estrella cuenta su vida en el blog’ cuando en realidad lo que cuento son experiencias pasadas que, cómo no, han marcado mi vida pero no hasta el punto de poder llamar a esto biografía…También hay que tener cuidado al contar e inmiscuir a otros en el relato; puedes herir sensibilidades y -con el problema de la paranoia- hacerles creer que te estás refiriendo a ellos. En fin, hay que andar pisando huevos!

estrella dijo...

AMALIA

Grueby y Teco. Mis dos estilos de cerámica del Art and Crafts preferidos: la primera en Boston y Teco en Chicago. Los de más origen americano. Teco se utilizaba para decorar las casas de Frank Lloyd Right.
Los jarrones de Grueby (y otros por el estilo) le sirvieron a Tiffany como bases para sus magnificas pantallas. Las dos compañías produjeron azulejos que decoraron casas de este periodo y que son valiosísimos hoy. Las dos compañías tuvieron un corto periodo de producción. El resto de la cerámica de este periodo en América es de inspiración europea y asiática (Jug Town, North Carolina, uno (el más antiguo) de los cientos de centros de alfarería y cerámica de esa región) Qué pena que no tenga tiempo de buscarte otros enlaces de gran carácter. Ahora se hacen muchas reproducciones, aunque en North Carolina y en Mississippi todavía hay talleres en producción llevados por la tercera generación de familias de alfareros. Muchas de las fotos que puse en el blog son de Shearwater. Mss.


Grueby
http://www.justartpottery.com/collectors_pottery/grueby_pottery_history.htm

Teco
http://www.chicagotogo.org/tecopottery.html

Jug town
http://www.benowenpottery.com/index.php?option=com_content&task=view&id=38&Itemid=41

Anónimo dijo...

chiqui no me quiero lanzar aquí a hablar de cerámica, que para mí es un tema interminable.
Estuve mirando los enlaces que dejaste, me gustó mucho el color azul de Teko.
Yo me formé leyendo libros,sus autores son mis maestros.En general son ingleses,y me quedé sin conocer a los americanos, tan prolíficos...
Con respecto a la escritura,no te discuto, pero las razones que nombras no son para mí determinantes para no hacerlo.

estrella dijo...

Amalia, la cerámica norteamericana del periodo Arts and Crafts (aquí se dio el movimiento más tarde que en el resto de Europa) está influida, en su mayoría, por la inglesa. Los americanos siempre volviendo su vista a ver que hacen los ingleses. A mí en particular me gusta mucho el estilo de: RUSKIN, DE MORGAN, PILKINTON. Me arrepiento de haber vendido una pieza de Ruskin (pero en realidad la compré por poco y lo hice como ‘inversión’) pero me quedé con otra espectacular que me recuerda a las piezas antiguas españolas decoradas en esmalte rosado (como cobre traslucido). No me podía quedar con todo, no soy coleccionista sólo caprichosa y nunca tuve dinero para derrochar!.
Veo que no podemos seguir hablando de esto, reescribiríamos todos esos libros de arte que han pasado por nuestras manos.

La cerámica decorativa francesa, alemana y la belga son extraordinarias, especialmente las producidas en el periodo Art Nouveau…lo dejo aquí!

camelot dijo...

Chiqui

ttp://www.amazon.com/gp/reader/0385490631/ref=sib_dp_pt#reader-link

estrella dijo...

Ay, Nicole. Un día de estos sabré quien eres. Seguro que te mudaste de Nashville hace tiempo! Un abrazo.

Anónimo dijo...

MUy emocionante,hemos comprado una volvo,tu publicación nos convenció,somos una familia numerosa y también nos dedicamos a la búsqueda de antigüedades.mil gracias,DIos te bendiga, un gran abrazo desde ARgentina.