Tengo la suerte de compartir hoy con ustedes una de sus narraciones; resultado de su reciente experiencia.
La Leda directa, reflexiva e inquietante de siempre. Qué la disfruten.
Hace poco decidí volver a vivir en la casa donde nací, después de un periplo que me llevó por los mares del mundo durante treinta años. Al lado de lo mío, el viaje de Ulises, que tardó veinte años en volver a Itaca, es una pavada. Odisea, la mía, aunque su viaje llene las bibliotecas y todos lo admiren. A mí, ni siquiera el perro me reconoció, como hizo Argo con Ulises, porque claro, después de 30 años, era otro perro y no el fiel compañero de mi infancia. La nodriza hacía rato que estaba en el cementerio y no se pudo fijar en mis cicatrices, como hace Euriclea, porque las mías, en el fondo, no eran más que psicológicas.
Pero dejémonos de odiosas comparaciones y vayamos a lo que quiero contar. Para conjurar a los fantasmas que habitan la casa, en la que ya vivían mis abuelos y en la que fueron muriendo uno a uno, después de ellos, tíos, tías, primos, progenitores, bastardos de confusa progenie, perros, canarios, y hasta los caracoles que criaba mi abuelo, me dediqué a derribar paredes y a ampliar así los ambientes, digamos que para personalizar la casa. Tiré abajo una pared de la cocina, para unir cocina y comedor, uní dos dormitorios demoliendo la pared intermedia. En fin, para no entrar en detalles, les diré que derribé todas las paredes que pude.
Cuando uno tira abajo las paredes, le quedan sin destino fijo las puertas intermedias. Las mías son unas bellas puertas de madera maciza y, al sacarlas, las fuimos apilando en la terraza cubierta que hay en el fondo. Hicimos de todo, revocar lo dañado, lijar, enduir, pintar, luchar a brazo partido con la humedad, pulir los pisos; cubrimos todas las etapas que este tipo de refacciones impone.
Las puertas siguen allí, contra la pared de la terraza, apiladas en forma vertical. Fui tirando o regalando las cosas, pero no pude desprenderme de las puertas. Cada vez que paso las miro y cada vez que las miro se me estruja el corazón. Esas puertas que ya no conducen a ninguna parte son como una metáfora de la vida: primero cumplen una clara función, están ahí, nadie las cuestiona; luego pasan a ser inútiles, a ser una carga física y metafísica.
Siguen estando ahí y yo no quiero tirarlas, ni regalarlas; son viejas pero son hermosas, y han vivido, han cumplido con su papel. El problema es que ahora cuestionan la realidad, como los cuadros de Magritte. Por ejemplo, ese cuadro que tiene una ventana con un vidrio roto, y el vidrio reproduce en el suelo el mismo paisaje que se ve por la ventana.
Las puertas apiladas contra la pared representan el pasado y el futuro, el lado de acá y el lado de allá, lo vivido y el porvenir, aunque no tienen presente. Ante una puerta sacada de sus bisagras se te presenta el dilema de no saber en qué tiempo estás cuando mirás el vano, hay como un vacío que te chupa hacia el delantal del colegio, el triciclo, los patines, la calesita o hacia lo desconocido, el resumidero, le gouffre.
El vano de la puerta no existe, no se puede definir si no se habla del marco que lo contiene. El vano es el presente, que no es.
Por eso son tan inquietantes esas puertas apiladas, y hasta que no resuelva esta pesadilla, las tengo que dejar ahí, hermosas por vulnerables; etéreas, circunscribiendo el vacío.
Leda Schiavo.
Otras narraciones de Leda en el blog:
junio 2008: Reencuentro a altas horas de la noche
22 octubre 2007: LEDA
27 julio 2007: Cortazar, Baudelaire, el tango y yo
19 junio 2007: Las pasiones
23 marzo 2007: Equinoccio
Enero 2007: Poema. Tríptico
62 comentarios:
Gracias, Chiqui, por publicar otra vez a una de mis poetas predilectas. Y gracias, Leda Schiavo, por palabras tan precisas, tan suyas. Me gusta más –mucho más-- el poema suyo que el cuadro injenioso de Magritte.
Esas puertas son estelas. Son el recuerdo del marco, la frágil pervivencia de la forma; son llaves sin cerrojo, la cáscara del secreto. Son ventanas que dan a la nada. Y poniendo fin a las metáforas, le copio estos versos de un poeta olvidado:
Una puerta
no es puerta
hasta que un muerto
sale por ella.
Rosa de dos pétalos
que el aire abre y cierra
Leda, ya leí tu cuento unas cuantas veces: que delicia. Y siempre tu sentido del humor!
He llegado a la conclusión de que eres afortunada al tener ahí esas puertas. No deberías deshacerte de ellas,’aun cuando hayas resuelto la pesadilla… si es que la llegas a resolver. Esas puertas tampoco quieren dejarte.
Mándame una foto de ellas, y que así acompañen a tu narración.
Muy bueno tu comentario, Ivan. Qué facilidad para las metáforas, y qué bellas.
Qué razón lleva Chiqui al mencionar tu sentido del humor. ¡Cuánto nos hemos reído contigo!. Un humor a lo Valle Inclan o a lo Quevedo, y ahora este humor sutil de tu escritura. Te echamos de menos Leda. Buenos Aires no puede ser tan irresistible como para que no hayas vuelto en tantos años por tu querido Madrid. Quizás este otoño.
Ivan, de quien es el poema? Muy expresivo.
Leda es una belleza tu relato de las puertas. Están todas abiertas, por eso no necesitan estar. los rectángulos de madera apilados en el patio son la crisálida.
Me las imaginé colgadas de las paredes, como cuadros, con título: "Puerta a la pieza de mis padres", "Puerta al patio", etc. Entonces cada uno que las veía pensaba en sus puertas correspondientes, y dejaban de ser tan tuyas e inquietantes para ser universales, de todos.
Durante la vida miles de puertas forman parte de tu existencia. Puertas que abres, cierras, vuelves a abrir, dejas entreabiertas...quizás a veces dejas pasar a quien no debes o le das en las narices con ellas a aquella persona que nunca deberías haber echado de tu vida...puertas en movimiento que van marcando tu camino... Pero te ha llegado el momento en que ya no las necesitas, Leda, por eso tiras paredes, haces de tu existencia un espacio diáfano y las puertas pierden su sentido porque ya no quieres ni te interesa dirigir el tráfico en tu vida, ya has dejado de elegir, de manejar, de seleccionar entradas y salidas de tu mundo y te relajas, y admites todo... y solo te queda la nostalgia de cuando tenías puertas, por eso las conservas como trofeos que te recuerdan otros tiempos. Olvida esas puertas, Leda, tíralas, dáselas a quién todavía no ha llegado a tu grado de sabiduría y sigue seleccionando gentes y experiencias. Tu te has ganado vivir sin puertas, ya no necesitas puertas, has derribado barreras, disfrútalo. Pocos como tu se han ganado ese derecho.
Siempre te he admirado
Este portero parece saber de lo que habla. ¿Cuánto cobra usted la hora?.
¿Qué hago con la puerta de mi casa?: Entran corrientes heladas en invierno y en verano no cierra.
Creo que lo que necesito es un carpintero, ¿sabe de carpintería? Y hablamos bonito mientras la arregla.
En Argentina existe un oficio muy interesante, que acá en Alemania no tiene sentido de existencia: el burletero, que se ocupa de los chifletes en ventanas y puertas.
Les mando una oda al burlete,(y a un pobre gato) por A.Casero, al estil bossa nova:
http://www.youtube.com/watch?v=2cPl4xLHzkI
Me encanta que después de tanto tiempo de ni siquiera abrir el ordenador, me reciba un relato como el de esta entrada. Me gusta tanto que me faltan las palabras. Me ha pasado como a mi prima, que he tenido que leerlo más de una vez, para degustarlo. Confieso que he pasado por alto la profundidad del sentimiento de pérdida, o de confusión, o de nostalgia, de Leda al volver a su casa o al enfrentarse al futuro. Me he limitado a deleitarme con la perfección y la belleza de las imágenes que logran, además, ahuyentar la amargura. Leda utiliza su escritura a modo de terapia, y a mí me ha transferido la misma terapia. Bueno, es una percepción absolutamente irreflexiva, nacida del impacto de la lectura de este relato, que voy a releer inmediatamente.
Pasamos de puertas a perros. Se que a Chiqui y probablemente tambien a Leda les gustara este articulo de Elvira Lindo
http://www.elpais.com/articulo/panorama/Viejo/sordo/incontinente/elpepusocdgm/20090621elpdmgpan_8/Tes
http://tinyurl.com/myucxp
Caramba, qué de bonitas nuevas en el blog de Chiqui. Casi me las pierdo, de tan despistada que ando. Esas puertas, Leda, tan bellas y viejas, descansan y esperan sin prisas. No veo que tenga que agustiarle a usted eso, ¿no? ¿Respiran? ¿Sí? Eso es que se encuentran bien. No hay cuidado. El presente es lo que es, según los budistas; entonces, ellas son en su esperar, en su apartamiento, en su tranquila existencia inmóvil. Qué bonito relato. Qué talento. Gracias por compartirlo con todos. Y a Chiqui, por exponerlo tan bellamente.
Amalia, ¡qué buena la actuación de esa brasileña de fuerte léxico hispano! Tan gracioso, no lo conocía; ahora procuraré seguir a estos artistas. ¿Se fijaron ustedes en la cara del guitarrista? Un poema. Pobre gatiño...
Anónimo, el articulo de Lindo es bueno. Me gusta cuando los que nunca han tenido animales, de pronto abren su casa a uno y ya quedan tocados para siempre jamás.
Te habrá gustado un montón, ¿eh, Chiqui?
Mándame una foto de puertas,,,,
Aquí una de un pueblecito de Zamora en la divisoria del Duero con Portugal .
Sacada el año pasado durante el tour en bicicleta.
Leda, ¿a qué responde la foto de la casa al final de la entrada de Chiqui? Vamos que si es tu casa lo que se ve en la fotografía.
Caramba, Leda, que existo. Tienes aquí consejos y opiniones de todo tipo. Dispares, como la mía y la del portero…y ahora veo que Elvi se apunta a mi parecer, pero dicho mucho mejor . Como la intervención de la ‘sabihondilla’, que si no fuera porque sé que estaba dormida diría que soy yo, las dos tenemos problemas parecidos (¡)
Leda es cierto, es tan agradable e interesante leer "Las puertas", que uno lo lee varias veces, como actividad placentera,aunque ya sepas lo que va a decir. Como quien escucha una y mil veces una música que le gusta. No pasa seguido!
Ya me lo leí 5 veces.
Querida prima, que bien verte por aquí. Ya las malas lenguas sugerían que estuviéramos peleadas!
Estoy contigo: “Leda utiliza su escritura a modo de terapia, y a mí me ha transferido la misma terapia”.
Leer a leda siempre me sirve como una especia de ‘calmante’, aun cuando la narración está cargada de dolor, siempre abre puertas a una aceptación de una realidad esperanzadora.
Siempre irreverente y auténtica.
Amiga AMALIA, bates el record! Me gusto la idea de colgar esas puertas con un letrero. Leda es así de juguetona, sería capaz de hacerlo. No he visto todavía el video, pero estoy aprendiendo un montón de argentinismos entre Leda y tú.
Y qué bonitas suenan las palabras "chifletes" como 'chiflado' (loco, tocado, pirado) Vuelvo cuando vea el video y lea el artículo
MIGUEL, sabes, esa puerta que se ve pinchado tu nombre, me recuerda a la puerta que iba al corral/cuadra de la casa donde nací, en Montejicar (Granada). Ya no existe, tampoco el corral. Les dio por tirar tabiques, y airear pasillos… como a Leda.
No te hagas el remolón y entra con más frecuencia, sabemos que te escondes detrás de la puerta del blog!
IGNORANTE, veo que no te ha contestado Ivan. Yo no lo sé y no lo he encontrado en la Red, que me imagino tu también has mirado (vaya por dios!)
La primera parte suena a Lorca y la segunda a Juan Ramón...pero ninguno de los dos poetas está olvidado, como dice Ivan. Esperemos que alguien resuelva el misterio
ELVIRILLA, vamos que la casa no va con la narración…verdad? Fue idea mía, y es una casa de muñecas! Yo la vi y no pude resistir la idea. Una casa abierta al aire, al mar a las miradas de todos los que todavía les guste jugar, curiosear, cambiar los muebles…Se puede bajar un dormitorio al primer piso en un abrir y cerrar de ojos, no hay que subir las escaleras, Ni siquiera hay que usar las puertas, hasta se puede dar un salto desde el segundo piso y salir ilesa…Siempre quise tener una casita de muñecas, cuando tuve la oportunidad ya estaba ocupada con cosas de ‘mayores’. Ni tuve la excusa de tener una niña para así, como hacen otros padres, vivir por ella lo que yo no pude vivir.
LEDA, QUE HAGO, QUITO LA FOTO DE LA CASA DE MUNECAS???
ANONIMO. Gracias por el artículo de Elvira Lindo. Con dos perros de 14 y uno de 11 (chiqui) me he identificado con todo lo que dice; y con que gracia lo dice! Yo también sucumbí este invierno a ponerles unos abriguitos de lana a los dos mayores, tiritaban en la casa. Y sí, ahora soy yo la que los despierto y juego con ellos, los acaricio cada vez que paso por su lado, les hablo al oído (secretos que sólo ellos entienden)…Chiqui todavía me sigue con esa mirada – como dice Elvira L. – de enamorado; yo , como boba, le devuelvo la mía y él sabe que me lo comería a besos, pero me freno, porque con tres no haría otra cosa en todo el día.
Luego está la gata, arisca e independiente que sólo se acerca cuando necesita algo.
Sí, AMALIA, antes de acostarme recorro la casa llamando a ‘chata’, en caso de que se haya quedado encerrada en algún armario o cajón. En un par de ocasiones el corazón me ha dado un vuelco: si no la encuentro me voy directa a la lavadora, la secadora…y el frigorífico. En el microondas no puede meterse porque está empotrado alto en la pared! Muy divertido, el video. Me encanta el sonido del portugues
‘chiflete’ como chiflar (silbar, en mi tierra) Tiene sentido.
Chiqui me arrepentí un poco de mandar el video.Me inspiró automáticamente la corriente de aire helada de Sabihondilla.
Me parece que es un humor muy local.
Casero parodia a María Bethania que es, al igual que su hermano Caetano Veloso, un tesoro viviente de la música brasilera.
http://www.youtube.com/watch?v=P8BIpRfB1vU
No quise distraer la atención del cuento de Leda, tómenlo como una digresión
Hola Chiqui:
Aprovechando la entrevistra a Francisco Ayala en el Pais de hoy.
(Soy americano y me he adaptado a la vida y cultura americanas, desempeño un papel importante allí, pero sigo siendo culturalmente español. Me eduqué en España y mi educación personal y social es española, así que tengo las dos culturas. Es como los pasaportes, vivo muy bien con los dos pasaportes y muy bien con las dos tradiciones)
Te diré que me enganché al Boomerang entre otras cosas por tu participación con "dos pasaportes, dos culturas etc"
Yo, como sabes, vivo en Escocia que está a sólo unas pocas horas de vuelo y tal vez no siento tanto la distancia como Tú.
La escritura no es mi fuerte,así que debo hacer un pequeño esfuerzo para mandar unas letras.
Pienso que esto de los blogs, es para los que gustan escribir, y por tanto se afanan en hacerlo con estilo.
Te imaginas si todos fueramos capaces de hacer muchas cosas bien?
Tambien, desde hace tiempo visito los blogs burgaleses (BURGOSFERA) para comunicarme con los paisan@s,y no perder hilo.
Un fuere abrazo. Miguel
Miguel, la mayoría de los que leen el blog estarán familiarizados contigo, no crees?
He buscado la entrevista de Francisco Ayala en El País pero no la he encontrado. Pásala, si tienes oportunidad. Un abrazo
Entrevista
Con la teoría del diseño inteligente, Dios sería el mayor abortista
Gracias Miguel. Muy interesante: Ayala parece andar en una cuerda floja, al intentar mantener su compromiso con la iglesia. En cuanto a los dos pasaportes, que tan bien le van (como la ciencia y la religión) dice: “No admite más que una "esquizofrenia trivial", la de tener que cambiar el chip de la lengua cada vez que viene a España, ya que cuando se acostumbra a pensar y soñar en castellano se tiene que volver.”
Será fácil para él porque cuando está aquí no usa el español. Ese no es mi caso; yo cambio de lengua durante el día – pensando, soñado y hablando – varias veces.
¿Cómo te va a ti en Escocia?
Lo verdaderamente apasionante no es cambiar de lengua, es mudarse de uno en otro, sin prescindir del que subyace en todos ellos. Así, echas al imbécil que te impide beber durante todo el día, controla tus palabras y tus hechos y te tiene atado al escritorio; y recibes al verdadero dueño, al que ríe sin motivo, ama con estruendo y se excede en mil memorables excesos, imposibles luego de recordar.
Esta Leda,Chiqui, tine talento. He leido otras cosas en tu blog y es verdadero talento.
Ahora si, no se cuando tendre tiempo para pasar por aqui en los dos proximos meses. Suerte y saludos a todos.
¡Conde! Creí que hablaban ustedes del escritor y académico Francisco Ayala, cuya hazaña de cumplir 101 años está en camino. También conozco al científico, pero no me he leído aún la entrevista ni sé si lo haré. En Palencia, se dice "chiflito" al silvato o al pito, como quieran. "El chiguito sopló el chiflito bajando el banzo junto el arambol", por ejemplo.
Amalia, las digresiones son la sal de la vida. A nadie deben ofender, creo yo.
Cuando hube de poner a mimir a mi perro Doby primero, y a mi gata Margarita, después, sufrí mucho. Sólo se puede hablar de esto en estos términos con gente que tenga y aprecie a estos animales. Suena a tontorrón, de otra manera. Hay quien no quiere tener mascotas porque duran pocos años. Pocos años... ¡qué raro es el discurrir de algunos seres humanos! Te acompaño en el amor doloroso a tus viejitos, Chiqui.
Eco: creo entender lo que dices pero no estoy segura a qué vine. Nos hablas de ti?
CAMELOT, te daba por más que ido. Un abrazo.
AMALIA, si no hiciéramos digresione seriamos robots!
ELVI: qué demonios es 'banzo junto el arambol'. En cuanto a los perrillos espero que me duren unos anos más sin que tengan que sufrir. Ahora lo que tienen son 'achaques', como los míos.
La casa de muñecas, abierta, indefensa, en ese paisaje desolado, con esa luz indecisa, se relaciona con el texto de Las puertas en cuanto representa angustiosa soledad. Es una casa que no es una casa, ya que no la habita nadie, es hermosa pero inútil, es extensa y quizás acogedora pero es un objeto sin sujeto. Es una metáfora de una metáfora y me parece muy bien elegida.
Leda en esas palabras anónimas que anteceden se esconde un nuevo cuento, ya delineado, algún firulete faltante.
Esta vez menos personal y más fantástico
Por Escocia bien.
Fué una buena elección el venir para acá. Y me ha dado la oportunidad de conocer más España
AMALIA, cómo reconoces la voz de Leda ¡ Efectivamente, estoy de acuerdo contigo. De esa casa se puede sacar otro relato.
Miguel, un poco tarde ese pasaporte, no parece que les sea fácil viajar. Si te confieso, si oigo hablar más de la guerra civil voy a vomitar; con todo mi respeto a los que la sufrieron, empezando con mi propia familia.
Leda. Totalmente de acuerdo con tu interpretación. Retiro la mía, que más expresa deseos, ilusiones: la casita de muñecas que nunca tuve de pequeña. Pero va con tu relato: cuando la vi me produjo el mismo efecto que cuando lo leí.
La casa vacía. Un objeto sin sujeto. ¡Bravo, Leda!.
Nosotros, varios sujetos sin objeto, habitando un mismo y enloquecido ser. Él ya se fue. Irreprochable y responsable. Aquí me dejó, borracho y cansado, alegre y triste al mismo tiempo. Se los quiere, o no, porque no se los conoce.
Eco, como me gustaría entenderte, pero no acabo de captar tus mensajes? Alguien me los puede aclarar? Pero sí, bravo por Leda y por su cabeza, clara y directa.
Las puertas abren espacios y también los cierran. Las personas están encerradas en un solo y demasiado estrecho habitáculo, sin puertas. Pero, a veces, o eráse una vez, nuestra vez, ese recinto humano abre su limitado mundo a varias personas, a todos nosotros, los habitantes del Eco, que nos replicamos, sin parecernos, y os desquiciamos, sin pretenderlo; somos varios, todos confusos, pero yo, el último, el de la noche, borracho y cansado, mucho más. Se nos quiere, sin embargo, porque no nos conocen bien. No intentes comprender. No es interesante. El Eco, me llaman mis amigos, pero no soy uno, sino muchos en uno, dando vueltas en un pequeño y mezquino cerebro sin perspectiva. Hasta que se abre y me voy, y llega el otro, irreprochable y responsable, aunque eso ya lo he contado. Alegre y triste. Puritita disgresión.
Después de releer la entrada varias veces, y también vuestros comentarios, sigo embelesada con el ritmo de las palabras de Leda y de las imágenes que evocan, de tan fuertes.
Pues Eco, como yo tambin tengo mis neurosis, me dejaras en vela esta noche. Maldita sea!
Querida Prima. Yo creo que Leda debe presentar este relato a algun premio, no crees?. Yo sigo leyéndolo y es hipnotizante.
Estoy segura de que ganaría el premio y coincido contigo, es realmente hipnotizante porque cada vez le encuentras nuevos matices, sin ni siquiera buscarlos. Pero eso me pasa con todos sus relatos.
Me encanta su forma de escribir y me encantaría conocerla en persona. Debe ser apasionante.
Prima, si va a Madrid en el otoño te voy a poner en contacto con ella. Pero la jodida es muy callada y tímida en persona, es mejor leerla…a no ser que consigas que beba un poquitín mas de lo que aguanta, entonces se pone de lo más graciosa.
Cuánto la quiero!
Amalia la conoció en Buenos Aires! Ella te confirmará lo que te digo.
Será un placer, y un honor. Y si hay que achisparse, nos achispamos. A mi también me gusta soltarme de vez en cuando.
Confirmo, Prima!Me invitó a su cumpleaños sin conocerme y, como yo también soy tímida, saltamos la timidez y la ignoramos.
Fue lindísimo, lástima que no seguimos en contacto, por esas boludeces que uno hace en la vida...
Banzo= escalón
Arambol= pasamanos
Oyem este Eco tiene un desdoblamiento de tres o cuatro, ¿no? Lo que no le resta encanto, desde luego. En absoluto.
Hemos quedado a cenar con Adolfo, mñn noche en un restaurante que Chiqui conoce; y va Adolfo y me suelta esta estrofa tan bella que he aprendido de memoria:
"Sweet to ride forth at evening from the Wells/
When shadows pass gigantic on the sand/
and softly through the silence beat the bells/
along the Golden Road to Samarkand"
Pedazo de bonito, ¿eh?
¿Quién sabe el nomb re del poeta?
¿O será de la poeta?
Elvi, si buscas trabajo te voy a recomendar para agente de la CIA. Has dado todos los datos necesarios para que os siga un envidioso y sabotee vuestra cena.
Ni idea de quien será el poema…pregúntale a Adolfo, que sabe mucho!
Quién pudiera estar con vosotros.
El “Eco”, bien quisiera yo saber quién es el eco…pero es cosa propia del blog, la duda.
Ay, muchos quienes interrogativos en mi comentario anterior...
No sé los que son, somos. Coincido con ese que se apresura a abandonar cuando aparezco desengañado y aburrido, a tratar de doblegar mi cansancio a fuerza de excederme en aquello que el perfecto tonto no se ha permitido casi nunca. Aunque sospecho que en algún momento le falla el autocontrol. Espero estar presente entonces. Pero una vez conocí a otro con el que estuve conviviendo en este estrecho espacio, y al que no me atreví a dejar solo, de tan triste que le ví. Puritita depresión. Lloramos los dos. Mucho. Luego se fue, y volví al exceso nocturno de algunas cosas más o menos predecibles, más o menos inconfesables. Ya somos tres, que yo conozca hoy, ahora. Ayer pudimos ser más y pude haberlos olvidado. Mañana seré el primero. También podré ser el segundo. Podré ser, incluso, nadie.
The Story of Hassan of Baghdad and How he Came to Make the Golden Journey to Samarkand
Miguel, gracias por traerle a Elvira a Goglee aquí; últimamente se nos está volviendo muy olvidadiza. Una cosa que no encuentro en Goglee es al amigo ‘Eco’. Puedes descifrarnos su mensaje?…Lo poco que entiendo me quita el sueño a estas horas de la tarde!
Con que James Elroy Flecker... humm, ¡quién lo iba a decir! Pues me gusta. Y ¿de qué Elvira hablas, delecta Chiqui? Ten en cuenta que lo malo abunda.
Gracias por tus eficaces gestiones blogueras, adorada.
Ahhh, me caigo de sueño. ¡Qué melancólicas han quedado las puertas de Leda!
Querida Elvi. Así empezamos: las puertas de Leda estaban cargadas de melancolía cuando llegaron aquí. Felices sueños!
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