Habíamos quedado en un café cerca de la Universidad. Le había mandado un e-mail donde le pedía que hablara a mi clase: un grupo de 25 estudiantes de primer año de la Universidad de Illinois en Chicago que habían elegido - de los seminarios ofrecidos como requisito para ellos - mi clase, “Teaching: A Life of Learning” (La enseñanza, una vida de aprendizaje). No nos conocíamos pero sabía que era uno de los profesores de la Facultad de Educación más ocupados. Había oído hablar de él a varios de los estudiantes a quienes yo guiaba en el laberinto para conseguir la licencia estatal que les permitiría enseñar en las escuelas públicas de Chicago. Me contestó; quería que nos viéramos y le explicara de qué iba la clase y qué tenía que hacer él para que su visita fuera eficaz.
Entré en el café - un poco ecléctico - buscando a un profesor en sus cincuenta y tantos…Alguien, al fondo del salón, levantó la mano; con la otra sostenía su café, varios libros reposaban bajo un periódico. Ahí que fui. Me pareció un motociclista, pero no había visto ninguna Harley aparcada afuera. El me reconoció (ahora me doy cuenta de que miraría en la página del departamento de español, mi foto andaba por allí) Llevaba un chaleco de cuero, debajo una camiseta de manga corta, por donde asomaba un antiguo tatuaje, y un arete en la oreja izquierda. Tenía, y tiene, unas respetables entradas y el resto del pelo rizadillo; una mirada directa y jovial. Sonreía fácilmente.
Se entusiasmó con la idea de esta clase. La escasez de estudiantes que se gradúan de las universidades de EE.UU. para dedicarse a la Enseñanza Media es alarmante. Cuando llegué a la Universidad de Illinois en Chicago y vi el número de graduados en la enseñanza de ciencias, matemáticas y español no me lo podía creer. Las escuelas públicas de Chicago estaban contratando a profesores de España y Latinoamérica para cubrir la falta de personal que enseñara clases de español a estudiantes bilingües y angloparlantes.
Entre elementos de carácter teórico y práctico, una de las partes fundamentales del éxito del semiranio “Teaching: A Life of Learning” era la participación de los invitados: maestros, profesores, antiguos alumnos, administradores…que motivaran a este grupo a dedicarse a la noble, y mal pagada, profesión de enseñar. Eso es lo que tenía que hacer Ayers: llegar a la clase y hablarle a los chicos de su experiencia como profesor, educador de futuros profesores y conocedor de la grave situación en que se encuentra nuestro sistema educativo.
El primer año le dejé - como a los otros invitados - 45 minutos de las dos horas y media que duraba la clase. Los chicos estaban en vilo. ¿De dónde había salido este hombre? Las anécdotas que contaba, las satisfacciones que les prometía…hasta los sueldos -descubrimos- eran atractivos. No era suficiente 45 minutos. El segundo año le pedí que se quedara una hora, el tercero y último hora y media. Año tras año Ayers era evaluado por mis estudiantes como el invitado más convincente y eficaz de los que por allí habían pasado.
Quién me habría dicho que este hombre, campechano, cariñoso, todavía con la ilusión y entusiasmo de esos adolescentes que quieren conquistar el mundo y devolvérnoslo en un estado puro, iba a desestabilizar las elecciones a la presidencia unos años después.
¿Que si sabía de su pasado? No, en un principio, cuando lo invité a mi clase. Alguien se encargó más tarde de informarme. Un año después salía su autobiografía. Pero ¿y qué?
Cuando salí de España en 1977, dejé atrás a una juventud totalmente comprometida con la política. Llegué a otra sociedad donde los estudiantes pasaban por la universidad ensimismados en lo que sería su futuro, sin prestar atención a lo que ocurría en el resto del mundo o en su propio país. Mi desencanto con la indiferencia al voto de esto jóvenes era frustrante. No se podía hablar en las aulas de otra cosa que no fuera de la materia enseñada, o te destrozarían en las evaluaciones por no ceñirte a ‘tu obligación’. La época en que la palabra ‘liberal’ era un insulto infame. No salía de mí asombro, yo que siempre había idealizado a los liberales, la flexibilidad, el entendimiento hacia un mundo más justo. No, no me preocupaba en absoluto que Bill Ayers hubiera tenido un pasado parecido al de muchos de mis compañeros de la Complutense. Es más, nunca indagué en su pasado, tenía suficiente con lo que le oía decir a mis estudiantes. Esos estudiantes, hoy, recordarán ese tiempo en que Ayers pasó por nuestra aula y se sentirán orgullosos de haber conocido a alguien distinto, todavía leal a sus principios.
Va a hacer dos años que solicité la ciudadanía en este país…me dicen que están investigando mi pasado. Ahora entiendo mejor a Obama. Los dos nos hemos codeado con un terrorista! No podré votar, no soy ciudadana todavía, pero muchos jóvenes lo harán por mí, es algo que ha cambiado en EE.UU. en estos últimos ocho años. Para algo han servido los errores de Bush.
Entré en el café - un poco ecléctico - buscando a un profesor en sus cincuenta y tantos…Alguien, al fondo del salón, levantó la mano; con la otra sostenía su café, varios libros reposaban bajo un periódico. Ahí que fui. Me pareció un motociclista, pero no había visto ninguna Harley aparcada afuera. El me reconoció (ahora me doy cuenta de que miraría en la página del departamento de español, mi foto andaba por allí) Llevaba un chaleco de cuero, debajo una camiseta de manga corta, por donde asomaba un antiguo tatuaje, y un arete en la oreja izquierda. Tenía, y tiene, unas respetables entradas y el resto del pelo rizadillo; una mirada directa y jovial. Sonreía fácilmente.
Se entusiasmó con la idea de esta clase. La escasez de estudiantes que se gradúan de las universidades de EE.UU. para dedicarse a la Enseñanza Media es alarmante. Cuando llegué a la Universidad de Illinois en Chicago y vi el número de graduados en la enseñanza de ciencias, matemáticas y español no me lo podía creer. Las escuelas públicas de Chicago estaban contratando a profesores de España y Latinoamérica para cubrir la falta de personal que enseñara clases de español a estudiantes bilingües y angloparlantes.
Entre elementos de carácter teórico y práctico, una de las partes fundamentales del éxito del semiranio “Teaching: A Life of Learning” era la participación de los invitados: maestros, profesores, antiguos alumnos, administradores…que motivaran a este grupo a dedicarse a la noble, y mal pagada, profesión de enseñar. Eso es lo que tenía que hacer Ayers: llegar a la clase y hablarle a los chicos de su experiencia como profesor, educador de futuros profesores y conocedor de la grave situación en que se encuentra nuestro sistema educativo.
El primer año le dejé - como a los otros invitados - 45 minutos de las dos horas y media que duraba la clase. Los chicos estaban en vilo. ¿De dónde había salido este hombre? Las anécdotas que contaba, las satisfacciones que les prometía…hasta los sueldos -descubrimos- eran atractivos. No era suficiente 45 minutos. El segundo año le pedí que se quedara una hora, el tercero y último hora y media. Año tras año Ayers era evaluado por mis estudiantes como el invitado más convincente y eficaz de los que por allí habían pasado.
Quién me habría dicho que este hombre, campechano, cariñoso, todavía con la ilusión y entusiasmo de esos adolescentes que quieren conquistar el mundo y devolvérnoslo en un estado puro, iba a desestabilizar las elecciones a la presidencia unos años después.
¿Que si sabía de su pasado? No, en un principio, cuando lo invité a mi clase. Alguien se encargó más tarde de informarme. Un año después salía su autobiografía. Pero ¿y qué?
Cuando salí de España en 1977, dejé atrás a una juventud totalmente comprometida con la política. Llegué a otra sociedad donde los estudiantes pasaban por la universidad ensimismados en lo que sería su futuro, sin prestar atención a lo que ocurría en el resto del mundo o en su propio país. Mi desencanto con la indiferencia al voto de esto jóvenes era frustrante. No se podía hablar en las aulas de otra cosa que no fuera de la materia enseñada, o te destrozarían en las evaluaciones por no ceñirte a ‘tu obligación’. La época en que la palabra ‘liberal’ era un insulto infame. No salía de mí asombro, yo que siempre había idealizado a los liberales, la flexibilidad, el entendimiento hacia un mundo más justo. No, no me preocupaba en absoluto que Bill Ayers hubiera tenido un pasado parecido al de muchos de mis compañeros de la Complutense. Es más, nunca indagué en su pasado, tenía suficiente con lo que le oía decir a mis estudiantes. Esos estudiantes, hoy, recordarán ese tiempo en que Ayers pasó por nuestra aula y se sentirán orgullosos de haber conocido a alguien distinto, todavía leal a sus principios.
Va a hacer dos años que solicité la ciudadanía en este país…me dicen que están investigando mi pasado. Ahora entiendo mejor a Obama. Los dos nos hemos codeado con un terrorista! No podré votar, no soy ciudadana todavía, pero muchos jóvenes lo harán por mí, es algo que ha cambiado en EE.UU. en estos últimos ocho años. Para algo han servido los errores de Bush.
Enlaces:
Blog de Bill Ayers: http://billayers.org/
Bill Ayers contesta a sus críticos (sobre su pasado y su presente):
Bill Ayers sobre las satisfacciones de la enseñanza
23 comentarios:
Te veo muy involucrada e interesada en la política, cosa que no me extraña, conociéndote. Yo estoy muy alejada de vuestra realidad y no me atrevo a opinar, o quizás sea que huyo de todo aquello que no controlo, que no depende de mí.
En todo caso, sigo pensando que tú serías una candidata ideal. Todos los demás me producen muchas reservas, será la ignorancia, ya digo.
Prima, no sabes cómo quiero desconectarme. Estos últimos meses he hecho esfuerzos colosales para hacerlo porque cuando hablo de política pierdo los estribos. Muchos años de desengaños.
Qué un país con los recursos económicos que tenía hace ocho años se encuentre endeudado, y que su prestamista sea CHINA!. Qué no tengamos un sistema médico donde todos seamos tratados igualmente y que las escuelas públicas sean un lugar donde se ejerce más la disciplina que la enseñanza…qué cuando llegas a tus cincuenta, después de años de duro trabajo, te des cuenta de que tus ahorros han desaparecido y, con suerte, te quede la casa como única seguridad ( esta sería la clase media alta). Qué no puedas ni contar con el cheque de la Seguridad Social a la que has contribuido durante toda una vida…y que te des cuenta que el futuro de tus ya crecidos hijos será peor que tu pasado…Créeme, este es un país donde el 1% de la población gana más dinero que el 99%. (feudalismo?) …Lo dejo aquí.
Lo dicho, ideal... Apasionada y brillante, aunque los problemas que planteas tengan muy difícil solución y precisamente de ahí mis reservas para los que piden la oportunidad de resolverlos. La verdad es que últimamente no veo a ningún político hablar de forma convincente de cómo va a mejorar las cosas... Tiendo a ver su sonrisa expectante, como un perro ansioso pidiendo su hueso, obedeciendo como un autómata la orden de sentarse y quedarse quieto, sabiendo que después vendrá el premio, que será suyo y del que dispondrá a su entero placer. Los políticos hablan del interés general con el mismo interés con el que se sienta el perro, para luego trincar el poder y ponerlo al interés sí, pero al suyo propio.
Efectivamente, llevas toda la razón ( ¡no me llames brillante que la pierdes!) no necesitamos a un político en la Casa Blanca, necesitamos a alguien con cojones y cabeza para mantenernos a flote durante unos años hasta que la economía se recupere. Que nos saque de todas las guerras (‘cruzadas en busca de petroleo!) en que estamos metidos y después ver lo que se puede hacer. Ni McCain ni Obama podrán hacer esto, no sé si hay alguien en este país que lo podría hacer… Lo más inteligente es, lo que ya están haciendo, humildemente pedir ayuda a los europeos. Querida prima ¡vete a dormir! Besos. Yo, a ver si mi equipo de Baseball gana el último partido para entrar en el campeonato nacional: los Red Sox!!!
Siento que tu equipo acabe la temporada, pero honorablemente ( no como el mio). No sé como puedes seguir a los Red Sox, tienes que cambiar de equipo, es imposible vivir con la intensidad que vives. Nos tienes agotados.
¿Y ahora nos dices que tienes los mismos amigos que obama? Con razón no te dan la ciudadanía. Hala, que duermas bien.
http://es.youtube.com/watch?v=SYFlcrdipaI
Tex, no me digas que has visto el partido? Deprimente, verda? Pero te digo, esta noche estaba bien irritada: si hubieran seguido un inning más me habría ido a la cama; los escupitajos me traían loca. Alguien debería de hacer un Youtube con una serie de ellos acompañado de música. Tendría éxito.
Ayers, amigo? No como tú. Como dice Obama, un colega! Pero no me importaría contarlo entre mis amigos.
Anónimo, esa música no estaría mal para la danza de escupitinajos…pero los tendríamos que poner a cámara lenta.
Gracias, no oía esa canción en décadas. Muy romántica, define mi relación con los Red Sox!!
Buenas noches, o dias para algunos madrugadores.
http://www.youtube.com/watch?v=PkCQ8qR5-i0&NR=1
Chiqui, no quería mezclar anoche los deportes con la política. Me gusta tu entrada de hoy, o ayer. Me gusta porque nos presentas al idealista de Ayers, como debió de ser cuando participó en todos esos actos de protesta y sabotaje al gobierno. Creo que las únicas muertes de ese periodo fueron de los mismos participantes del movimiento. Murieron tres mientras fabricaban una de esas bombas que ponían en sitios oficiales y monumentos. No he leído el libro de Ayers, (Fugitive days). Supongo que se hará muy popular ahora y venderá más libros que cuando salió, gracias a Palin.
Yo estoy en contra de la violencia, pero de todo tipo de violencia, hasta la legalizada.
OBáMANOS
http://www.youtube.com/watch?v=-ycu0sy5RW8
Anónimo. Recuerdo ese episodio de Seinfeld, divertido. Es una pena que no lo puedan entender los que nunca han visto un partido de Baseball!
Tex, que te voy a contar…estamos de acuerdo. Yo no quiero bombas, ni en edificios oficiales ni desde helicópteros en paises remotos. El movimiento ‘underground’ al que pertenecía Ayers contaba con casi 300 jóvenes, en su mayoría estudiantes. Muchos de sus dirigentes son hoy gente productiva y estrechamente comprometida con la ideología que defendían entonces. Algunos acabaron en la cárcel ( por atraco a mano armada) de hecho Bill Ayers y su mujer - una de las principales dirigentes - adoptaron al hijo (o quizás fueron dos?) de compañeros encarcelados. Los criaron junto con sus dos hijos.
Todo esto está en los enlaces que he dejado. Yo leí el libro que mencionas hace tiempo y no recuerdo bien.
Obámanos. Buen ritmo. Todo sea por el cambio, pero no estoy muy entusiasmada.
Chiqui, me ha conmovido tu evocación de Bill Ayers, que ha hecho mucho más por la educación que la mayoría de sus críticos
Chiqui por Dios!
Sara Palin diciendo que EE.UU. es el paradigma del bien!!!!!!!!
Bien dice al refrán:
"Nunca atribuyais a la malicia lo que puede explicar la estupidez".
Lo que escribiste y lo que leí de enlaces,sólo me hacen admirar a Ayers.
Cómo puede triunfar tan impunemente la hipocresía?Cómo puede una molotov hacer mella a las asesinas invasiones oficiales americanas por todo el mundo?
Lo siento, se me sube la mostaza.
Otra cosa: me emocionó que Bill Ayers haya podido adoptar a los hijos de sus companieros encarcelados.
En nuestro país los hijos de los desaparecidos fueron a parar a manos de los torturadores de sus padres, y aún hoy sus abuelas biológicas siguen buscándolos.
Gracias Adolfo y Amalia. Sentí la necesidad, no de defender a Ayers -que lo hace muy bien él solo- sino de dejar aquí constancia de como puede manipularse toda una elección a través de las ‘medias verdades’ y la ignorancia del país. Nadie se acordaba de Ayers, entre otras cosas porque nunca mataron a nadie, y porque el público no quiere recordar las causas por las que la organización luchaba, porque fueron más de lo mismo que hoy tenemos en Irak.
Terrorismo, la caída de las torres gemelas en NY, los culpables siguen sueltos. Este país tiene una memoria muy corta, tan corta que hasta los demócratas ponen como ejemplo a Regan como uno de los mejores presidentes de nuestra época. Y así se escribe la historia.
El niño que adoptaron Ayers y su mujer Dohrn, pasó por todo tipo de problemas emocionales y de aprendizaje. Nadie mejor que esta pareja para haberlo cuidado; oí decir a Ayers que estaba orgullosísimo de él, ahora un hombre.
http://www.youtube.com/watch?v=xGbnua2kSa8
¿Has cambiado la configuración del blog, prima, o es que la ha cambiado Google?. En estos asuntos ando bastante perdida, como en tantos otros. Por ejemplo, cada vez que intento pensar algo coherente sobre la violencia me hago un lío porque la veo tan consustancial con la naturaleza humana que me da vértigo. Supongo que iremos evolucionando a mejor, pero no las tengo todas conmigo.
Querida, estoy intentando volver al cauce donde estaba. Yo no he cambiado nada, la configuración del blog cambio sola, estuve dos días sin Hotmail, y hay señales en mi Web de que alguien la ha estado manipulando. Estoy intentando salir de todo esto pero veo que, hasta para alguien como yo, esto es un medio bastante inseguro.
NO TIENE NADA QUE VER CON EL BLOG QUE COMENTAMOS, sospecho que está más bien conectado con esos piratas que andan intentando meterse, si no en la cabeza de uno, en sus papeles. No te preocupes.
Camelot? creia haber visto un comentario tuyo
Pues ahora que lo dices, si, se notan algunos cambios de formato.
Si, Chiqui, firme antes como anonimo porque no sabia entrar con mi bonito seudonimo. A ver que pasa ahora.
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