viernes, marzo 21, 2008

Maria Victoria Atencia en Boston


La falta de sol en Boston es agobiante para alguien de clima cálido, pero tenemos con frecuencia rayos de luz que compensan los muchos días nublados. En una ocasión oí decir a un conocido que “por aquí pasa to dios”. Efectivamente, si uno tuviera tiempo, la vida cultural de la zona de Boston es de tal riqueza que, si no estuviéramos acostumbrados, también sería agobiante. Algunos, casi pasamos de ella.

Hace un par de semanas tuvimos aquí a la poeta malagueña Maria Victoria Atencia. Ese rayo de luz malagueña casi me lo pierdo, pero ¿cómo podría ser? Quedando Málaga tan cerca de mi tierra natal y siendo Maria Victoria no sólo poeta sino madre, abuela, amante del dibujo (en papel o en linóleo) y de la música…pero sobre todo tan audaz como para haber sacado su licencia de piloto en una época cuando ser poeta - para una mujer- todavía era un atrevimiento…

El profesor Luís Fernández-Cifuentes, que la había invitado a Harvard University, presentó a la poeta malagueña, intentando, primero, situarla en un contexto generacional:

“¿A qué generación pertenece la poesía de María Victoria? Los críticos no parecen estar muy seguros. Comenzó a publicar sus poemas en los años 50 y, por edad, le corresponderá un lugar en esa generación de extraordinarios poetas (Gil de Biedma, Francisco Brines, Angel González, Antonio Gamoneda, Claudio Rodríguez, Valente, Goytisolo, etc.). En una de las antologías recientes de la generación del 50, María Victoria es la primera de la lista y la única mujer. En otras anteriores, no aparece en absoluto.”

Siguió haciendo un resumen de su trayectoria literaria y biográfica, sumamente unidas. Acabó Fernández-Cifuentes con un inspirado apunte sobre cómo sus poemas, de una gran calidad descriptiva, “llevan a su lector de ese mundo descriptible a la inserción de un ‘yo’ que no sólo contempla los objetos, sino que participa de su existencia, se implica en su forma de ser con una fluidez que da al poema otras dimensiones epistemológicas de gran belleza y seducción. Les ofrezco brevemente, para terminar, dos ejemplos que me parecen muy representativos. En un poema de Contemplaciones titulado ‘Un cuadro’, los cuatro primeros versos describen su absorbente presencia: los dos últimos inscriben en el mismo cuadro al ‘yo’ que lo contempla de la siguiente manera:

Puedo decir tan sólo su encuentro en el vacío,
el alto objeto de su tiranía gozosa
sobre el gris de una plata arañada o el asombro
de aquella dimensión mantenida en su plano.
Conozco ahora el secreto: el caballo, la mesa,
la rota flor, el toro.
Yo sostengo la lámpara.

Habrán reconocido al Guernica de Picasso en esa descripción; si recuerdan el escorzo del brazo que se alarga interminablemente con una lámpara, no podrán dejar de admirar la figura de continuidad con que el yo se incorpora a ese brazo que a su vez está entrando por una ventana en el mismo cuadro.”

Tuvimos la suerte de pasar unas horas con Maria Victoria, su hija Victoria y el marido de ésta, Javier. Un grupo de ‘turistas’ ejemplares. Maria Victoria se encaramó en un Land Rover donde yo subo con dificultad y dimos una vuelta al Cambridge literario. Primera parada: 15 Gray Gardens West, la hermosa casa donde Jorge Guillen vivió con su hija Teresa durante años, ocupada hoy por un premio Nobel. Luego los barrios típicos que rodean la Universidad de Harvard…La casa y jardines de Longfellow… Bajando el río Charles llegamos a MIT donde el interés era ver el edificio de Geary; por fuera por dentro…admirable pero, ¿habitable? María Victoria no encontraba su ‘yo’ en el cemento y los espacios industriales sin industria (¡estas son impresiones mías!) de ahí, ya tarde, con un vientecillo frío llegamos a la Biblioteca de Boston. Quería enseñarles a estos finos y cariñosos malágueños los murales de John Singer Sargent y Edwin Austin Abbey; las bóvedas del catalan Rafael Guastavino ……y el elegante y cálido (en su color) mármol de la señorial escalera. Mirando a su alrededor, echando una breve ojeada a las salas de lectura, Maria Victoria dijo “¡Esto sí…!” Mujer de pocas palabras, como todo buen observador y generoso interlocutor. Os dejo co un par de mis poemas favoritos y otros enlaces a su poesía.

SAZÓN

Ya está todo en sazón. Me siento hecha,
me conozco mujer y clavo al suelo
profunda la raíz, y tiendo en vuelo
la rama, cierta en ti, de su cosecha.

¡Cómo crece la rama y qué derecha!
Todo es hoy en mi tronco un solo anhelo
de vivir y vivir: tender al cielo,
erguida en vertical, como la flecha

que se lanza a la nube. Tan erguida
que tu voz se ha aprendido la destreza
de abrirla sonriente y florecida.

Me remueve tu voz. Por ella siento
que la rama combada se endereza
el fruto de mi voz se crece al viento.

De Cuatro sonetos (1955) y Arte y parte (1961)


LAS AUSENCIAS

Inútilmente vais a esperarme; no soy,
no, no soy vuestra huérfana, muertos míos recientes,
aunque creáis dejarme aquí desasistida.
También acrece fuerzas la soledad:
No será vuestra ausencia el tirón que aguardaba.
Mas llegará el momento
Después de que en el hueco de mis manos
Tan sólo quepa un sorbo amargo de café.

De Las contemplaciones (1997), Premio Nacional de la Crítica

miércoles, marzo 19, 2008

OBAMA: DISCURSO INAUGURAL EN MARZO


Jeremiah Wright, pastor de la ‘Trinity United Church of Christ’ en Chicago le ha enseñado a Obama su última lección: la separación de Iglesia y Estado debe ser ejecutada seria y cuidadosamente; sobre todo cuando un sermón de su querido Pastor, por años, le hará ganar la presidencia…creo yo.

Uno se pregunta cómo el candidato, que encabeza la nominación demócrata a la presidencia del país, se ha alimentado espiritualmente de alguien que convive con tanto odio. Lo cierto es que, en la mayoría de los templos a que asisten los negros en este país, los sermones son bien parecidos, el mismo Obama lo admite. También hay templos donde los blancos, con lenguaje más cuidadoso, distribuyen su buena dosis de odio…y no es exclusivamente al color de la piel.

Obama reprocha a quien durante 20 años ha sido su mentor, pero lo ha hecho con un distanciamiento justo y razonado que se puede comprender. Aun así, uno no entiende cómo pudo pasar bajo su tutela veinte años. La respuesta es que este pastor que odia a los blancos - ricos y con poder - ejerció la caridad toda su vida. Creo que lo podemos perdonar.

Lo que Jeremiah Wright ha hecho, aunque no fuera su intención, es darle la oportunidad a Obama de presentarse ante todo el país, en plenas elecciones primarias, con uno de los mejores discursos oídos en los últimos años. Discurso que dio con serenidad, elocuencia y sinceridad… Le perdonamos los momentos de oportunismo político; después de todo, eso es lo que llamamos experiencia, no?

El tema en que todos pensábamos está puesto en el tablero, lo empezó Geraldine Ferraro con otra verdad, y Obama no se ha acobardado… De hecho el discurso que dio bien podría ser el que tenía pensado para el día de la inauguración de su presidencia.

Me gusta pensar que cualquiera de los candidatos, Hillary u Obama sería capaz de gobernar este país. Me preocupa que el odio de los racistas – de cualquier color – durante años agazapado, no haga posible que el mejor candidato lo haga.

domingo, marzo 16, 2008

IN TREATMENT



Uno de mis recientes entretenimientos, me lleva media hora al día de lunes a viernes, es la nueva serie de HBO “In Treatment”. No siempre estoy libre a las nueve y media de la noche para ver el episodio pero, si lo pierdo, con seguridad -en algún momento- voy a los archivos de HBO y miro los episodios no vistos.
Es este uno de los pocos programas que no sólo ha atraído mi atención sino que la mantiene. El protagonista, un sicoanalista que tiene la consulta en su propia casa, es el actor Grabiel Byrne. Uno se concentra en sus gestos - sus ojos - cambios de expresión y postura en el típico sillón… nivel de interés en el paciente de turno. La actuación de los personajes no sólo es excelente sino creíble. Los temas que se presentan en estos cinco pacientes son de gran cercanía al espectador medio de la serie. Por momentos uno se puede ver sentado en ese cómodo sofá, rodeado de objetos tan familiares como los que se pueden tener en casa. Pero es Paul, el sicoanalista el que, como un imán mantiene la atracción e interés de sus pacientes y de los espectadores.
Cada día de la semana está dedicado a un paciente.
Lunes: Laura, médico, atractiva…, obsesionada con Paul. Victima de abuso sexual.
Martes, Alex: piloto, destino Irak. Marcado por un padre dominante.
Miércoles: Sophie, adolescente, gimnasta, intentos de suicidio, padres divorciados, relación conflictiva con su entrenador.
Jueves: Jake y Amy; un matrimonio a punto de desaparecer como tal…Amy toma la iniciativa, Jake no puede controlar la situación debido a sus celos y fundadas sospechas de la infedilidad de Amy. La necesita.
Viernes: Paul y Gina (antigua mentora de Paul). Para mí las sesiones mas interesantes; uno puede observar las técnicas usadas entre los dos sicoanalistas para debatir la –no tan aparentemente – simple vida del protagonista de la serie: la relación con sus pacientes – su atracción hacia Laura – al mismo tiempo lo problemático de su matrimonio y el conflicto que crea el tener la consulta en casa; en definitiva, su decadencia personal en la cima de los cincuenta.
La serie es pura escena teatral. Se concentra en un dialogo denso y complejo y la media hora vuela, creando la necesidad en el espectador de querer saber más de Paul, su mujer Gina (empujada a la infidelidad por la indiferencia de su esposo ) y la de algunos de los pacientes más que otros.
No sé cuando "In treatment" llegará a España. La versión americana - con gran éxito dirigida y producida por Rodrigo García- está basada en la serie israelí “Be Tipul”, que ha tenido gran éxito en Israel durante tiempo. La de HBO con cambios menores, por ejemplo Alex en vez de luchar en el ejertito israelí, tiene como destino Bagda, consta de 45 episodios. Al paso que llevamos nos quedan diez...

Para ver parte de alguno de los episodios, o verlos en su totalidad, pueden pinchar en el enlace de HBO que dejo aquí.


Espero que la versión en español no pierda la fuerza que tiene ésta.

martes, marzo 11, 2008

Félix de Azúa sobre la compra de basura


Les dejo aquí un divertido artículo, procedente del El País: espero que se diviertan con él los que no lo hayan leído…el mundo al revés, diría yo. Volvemos al blog la próxima semana con nuevo material.


TRIBUNA: FÉLIX DE AZÚA


Ginebra: se compra basura


Si los suizos no hubieran seguido a rajatabla las recomendaciones ecológicas de separar la basura, ahora no se verían obligados a importarla del sur de Italia para evitar el cierre de una planta de eliminación de residuos
FÉLIX DE AZÚA 10/03/2008



Me resisto a creer que no haya en español una palabra capaz de definir ese temblor que asalta al viajero y que los franceses llaman dépaysement, extrañamiento del país, pérdida del lugar, lejanía de la patria, algo similar a lo que se solía describir con el castizo "caérsele a uno el pelo de la dehesa". Aunque me parece que tampoco la conocen los ingleses, como si sólo los franceses se sintieran raros al salir de casa y toleraran mal el abandono del cascarón. El caso es que ciertamente el viajero tiene la sensibilidad muy encendida en cuanto pasa un tiempo fuera de su entorno habitual y le parece asistir a fenómenos extraños allí donde los lugareños no ven nada en especial.
La sociedad cantonal de eliminación de residuos va a importar 300.000 toneladas de basura. En Nápoles eres acogido por un caballero vestido de Armani que te ofrece unos martinis
Leo en la Tribune de Genève que durante los próximos cuatro años la sociedad cantonal de eliminación de residuos (Services Industriels de Genève, SIG) va a importar 300.000 toneladas de basura. De inmediato me asalta la extrañeza del dépaysé: esta información es incomprensible y me deja perplejo, ¿para qué van a importar algo ontológicamente inútil? El titular era tan sólo el comienzo de una perplejidad cada vez mayor, porque el problema de las basuras ginebrinas se inicia muy atrás.
Cuando en el año 2002 el SIG puso en marcha la planta de incineración de basuras de Les Cheneviers no calculó que los ginebrinos iban a abrazar con entusiasmo la recogida ecológica de basuras domésticas. La capacidad de los tres inmensos hornos era de 350 mil toneladas anuales, pero no ha logrado superar las 200 mil toneladas en ningún momento debido al frenesí selectivo de los suizos. La situación llegó a ser tan crítica que la empresa (no se olvide que la pagan los contribuyentes) hubo de proyectar el cierre de uno de los hornos.
Iluminados por la finezza italiana, ahora los responsables discuten una nueva solución más sensata para no poner en la calle a los 50 obreros del horno inútil: importar basura italiana como quien importa aceite de oliva. Gracias a la peculiaridad napolitana, es decir, a la bronca entre la Camorra y los políticos que piden aumento de soborno, así como a la perfecta ineficacia de la Administración italiana con o sin soborno, la región de Campania puede dar trabajo a los hornos ginebrinos durante decenios. De modo que se va a establecer una cadena de transporte de basuras que cruzará la península de abajo arriba. Se trata de cargar entre 40 y 90 mil toneladas de basura fresca por año y subirlas primero en tren desde la punta de la bota hasta la frontera suiza y luego en camiones hasta Ginebra, pero no va a ser fácil.
Ante la inmediata avalancha de recelos, agravios y suspicacias, el portavoz de la empresa, Christian Brunier, se adelanta a pecho descubierto. En primer lugar, dice, sólo admitirán basura fresca ("Nous ne voulons que du frais"), no vaya a ser que los italianos aprovechen la proverbial simplicidad helvética para colar residuos radiactivos, detritus industriales clandestinos o pañales infectados de la red hospitalaria.
"¡Exigiremos conocer de antemano el lugar de procedencia de la basura!", dice Brunier. "Para lo cual enviaremos equipos de especialistas a pie de obra", remata. Esto me parece soberbio. Sin duda tengo el síndrome del dépaysé, pero ¡cómo me gustaría formar parte de ese equipo de especialistas en basura fresca! Te envían a Nápoles en donde eres acogido por un caballero elegantemente vestido de Armani, el cual, tras unos martinis, te conduce hasta una montaña de basura. "Assagi, egregio dottore, assagi, la prego". El suizo acepta la invitación y revuelve las basuras con rigor calvinista, se lleva a la nariz unos nabos podridos, desmenuza unas raspas de congrio, finalmente, aquiesce. Hay trato. Se dan la mano (el italiano se la limpia solapadamente en un pañuelo de seda de Gucci) y los camiones comienzan a cargar. El suizo vigilará sin descanso a lo largo de toda la ruta para que no aparezca otro elegante italiano a apañar los camiones a la altura de Milán. Cuando llega a la frontera tras una noche de vigilancia, el suizo, muerto de sueño y cansancio, descubre que lleva en el bolsillo del abrigo un atadijo de diamantes, varias revistas pedófilas y una foto del Papa. Divisa al elegante italiano esperando en animada charla con los carabinieri de la frontera. Ahora le saluda agitando la mano y los carabinieri montan las ametralladoras.
Este no es el mayor problema. Todos saben que la Campania gobernada por la Camorra napolitana produce 250 mil toneladas anuales de basura, carece de incineradoras, ha quemado ocho así llamados "comisarios especiales para la basura napolitana" en los últimos 14 años, ha despilfarrado 200 mil millones de euros y puede proporcionar materia prima durante todo el siglo XXI a los hornos suizos y a los de Pero Botero. La importación de basura italiana no sólo permitiría mantener los tres hornos, sino que dejaría un beneficio de unos 10 millones de francos suizos anuales. Pero no todo va a ser materialismo. El diputado del Movimiento de los Ciudadanos, Eric Stauffer, afirma que es una vergüenza que Ginebra se pasee comprando inmundicias por Europa ("faire du shopping d'ordures") para beneficiar a la mafia italiana. La fastidiamos, ya compareció el patriota.
Esta gente que habla de su país como si lo llevara atado al cerebelo con una correa, siempre es grandiosa: "Ginebra dice", "Ginebra quiere", "Ginebra llora". Son muy tontos, pero peligrosos. Así, también, el diputado Guillaume Barazzone (PDC), el cual se muestra conmovido y agraviado porque "Ginebra se va a convertir en el cubo de basura de Europa". De nada vale decirle que los hornos de Les Cheneviers llevan años importando basura alemana que cae a mano y luce mucho. Al diputado le duele ver a la patria convertida en una husmeadora de residuos como un mendigo de favela. El sentimentalismo es el opio del pueblo. Lo peor de esta oleada de agraviados viene, sin embargo, de los magistrados ecologistas, los cuales están indignados porque cuando se proyectaron los hornos nadie creyó que los ginebrinos iban a seleccionar cuidadosamente sus basuras, que es lo que ha traído todo este barullo. ¡No confiaron en el alma suiza! ¡El suizo es más limpio y disciplinado que un marine! ¡No respetan al suizo! Así gime el patriota, como si suizo no hubiera más que uno: él.
A los diputados ecologistas habría que hacerles una razonable contrapropuesta: que los ginebrinos regresen a la sana costumbre de poner toda la basura junta y lo más revuelta posible, como lo que es, mera basura. Que dejen de comportarse civilizadamente. Que abandonen un ecologismo que no hace sino crear quebraderos de cabeza a la Administración. Y que polucionen como mandriles para dar trabajo a los hornos de Les Cheveniers. Que el ginebrino produzca múltiple asquerosa basura sucia en lugar de ir a buscarla por los burdeles mediterráneos, eso sí que sería patriotismo. Y todo lo demás es rezar el rosario en familia.