martes, marzo 31, 2009
sábado, marzo 28, 2009
miércoles, marzo 18, 2009
UNA HISTORIA QUE NO COMENZÓ.
En la primera página de “Poemas de AMOR Y NO”, de José María Parreño, se encuentra lo que yo llamaría ‘un micro cuento sin título’. Imposible no leerlo; comienza: “Íbamos bajando por una calle de Lavapiés,”… y nos relata una situación bien común: romántica, frustrante…divertida.
Con una sonrisa, y moviendo la cabeza, acabé el paseo por Lavapiés con la pareja. En cierto periodo de mi vida solía preguntarme con frecuencia ¿Qué he hecho yo para que éste piense que tengo un interés romántico en él?
Yo no aprendía y ellos se confundían…Familiar, ¿verdad?
¡Disfrútenlo!
Con una sonrisa, y moviendo la cabeza, acabé el paseo por Lavapiés con la pareja. En cierto periodo de mi vida solía preguntarme con frecuencia ¿Qué he hecho yo para que éste piense que tengo un interés romántico en él?
Yo no aprendía y ellos se confundían…Familiar, ¿verdad?
¡Disfrútenlo!
**************************
Ibamos bajando por una calle de Lavapiés, tan vertida hacia el horizonte que parecía conducir hasta el mar. Ella dijo: “Me gustan las cosas mientras no las tengo. Una vez que son mías, ya no me importan. Las desprecio”. Se exprimía sobre nosotros uno de los últimos soles del verano. Había en todo una extraña energía melancólica. Sin mirarla, contesté: “No conozco a nadie que no lo haga”. Estábamos en esos preliminares del amor en que, con desgarrada franqueza, se exponen los peores rasgos del carácter. Acaso por la vanidad de pensar: “Le gusto tanto que, a pesar de todo, quiere estar a mi lado”, o buscando la tranquilidad cínica de saber que algún día podría recordarse este momento diciendo: “Ya lo sabías, yo te lo advertí”. Ella continuó: “Tú me das miedo, eres tan impulsivo, pero también eres capaz de actuar con total frialdad. Y además, eres escritor y en el fondo, lo único que de verdad te importa son tus libros”. Me maravilló esa facilidad para describir impávida la amenaza que llevaba de la mano.* Yo le dije: “Ya que sabes tanto, dime cómo acabará nuestra historia”. Y deteniéndose, casi irreal ante una iglesia en ruinas, bordada de esvásticas azules, contestó: “Esta historia no tiene final, porque no ha comenzado. Sólo existe en tu imaginación, que convierte mis comentarios en oráculos, y una caricia en un pasado en común”.
Lo tuve que admitir. Lo admito ahora. Sé que cuando levante la pluma del papel, ella y yo, tal y como los he nombrado, no habrá existido nunca. O si existieron, no éramos nosotros.
Lo tuve que admitir. Lo admito ahora. Sé que cuando levante la pluma del papel, ella y yo, tal y como los he nombrado, no habrá existido nunca. O si existieron, no éramos nosotros.
José María Parreño
*”Loco, malvado, peligroso de conocer. Pero en ese bello y pálido rostro se encuentra mi destino”. Del Diario de Lady Carolina Lamb, al concer a Lord Byron.
lunes, marzo 16, 2009
De una cordobesa a una granaina, ¡casi na!
Se me acercó al final de la lectura de poesías de “Tres poetas españoles”. Con ojos negros centelleantes y una milagrosa sonrisa me dijo: “Tú ereh Estrella, verdá?”. Nada más oírla supe que era Carolina…esa cordobesa que tropezó en la misma piedra que yo tropecé hace años. Le contesté:
“Ah, me reconociste por mi acento andaluz”.
-“Nooo, que vaaa!, te reconocí por tu comentario. Sólo una andaluza podría haber dicho lo que tú dijihte y cómo lo dijihte”.
Total, que ya no me queda ni rastro de acento andaluz. Ni mi pobre madre, si resucitara, me reconocería. Pero ahí está Carolina: me manda un curso acelerado de cómo hablar andalú. Y…, digo yo, !pueh claro que zí! Con el coñazo que dan loh catalaneh, loh gallegoh, loh valencianoh… ¿Por qué no EL ANDALÚ?
Aquí le dejamoh el video, de parte de doh andaluzah, en dehtierro voluntario, pero con unaaa ganaaa enormeee de que el español en EE. UU. tenga acento de Dehpeñaperroh pa bajo!!!
“Ah, me reconociste por mi acento andaluz”.
-“Nooo, que vaaa!, te reconocí por tu comentario. Sólo una andaluza podría haber dicho lo que tú dijihte y cómo lo dijihte”.
Total, que ya no me queda ni rastro de acento andaluz. Ni mi pobre madre, si resucitara, me reconocería. Pero ahí está Carolina: me manda un curso acelerado de cómo hablar andalú. Y…, digo yo, !pueh claro que zí! Con el coñazo que dan loh catalaneh, loh gallegoh, loh valencianoh… ¿Por qué no EL ANDALÚ?
Aquí le dejamoh el video, de parte de doh andaluzah, en dehtierro voluntario, pero con unaaa ganaaa enormeee de que el español en EE. UU. tenga acento de Dehpeñaperroh pa bajo!!!
domingo, marzo 08, 2009
TRES POETAS ESPAÑOLES EN BOSTON
Foto de Mireia Sentis, Walden Pond, Concord. De izda. a dcha: José María Parreño, Alan Smith, Graciela Baquero y José Luis Gallero.
Patrocinado por Boston University y su Humanities Foundation y el Consulado de España en Boston, tuvo lugar la semana pasada una sesión especial del congreso de la NeMLA (Northeast Modern Language Association).
Tuve la fortuna de conocer a tres poetas españoles que no sólo nos dedicaron una velada de variada poesía sino que nos sorprendieron con su acogedora personalidad.
Graciela Baquero y su exuberante gracia ganaron al público: “¿de verdad que no estáis cansados?”… “bueno, uno más”… “ya os dejo en paz”. Acabó la sesión regalando una elegante cartulina con uno de sus poemas firmado por ella. A mí me tocó este.
Nos leyó de su libro Cronicas de Olvido, inspirado por aquella desarrapada alcohólica que una noche le increpó en la calle aquello de: “ya no me conoces…, ya no quieres conocerme. Pero yo soy tu hermana…, yo soy tu hermana Olvido”. No sabía Graciela que este sombrío incidente le inspiraría uno de sus mejores libros.
José Luís Gallero, que cerraba los ojos mientras escuchaba a sus compañeros, nos leyó unos aforismos, o sentencias, como estas: Ultimo: el último exceso será la contención. Inocencia: todo lo que no es inocencia es ignorancia. Ligero: ve ligero aunque te pese. Investigar: investigar los pasos de alguien es investigar sus tropiezos. Dedicó a Alan Smith, organizador de la velada, un poema de la serie Titulcia Suite. Desapareció su aparente timidez en la cervecería alemana donde nos reunimos después.
José Maria Parreño, hojeaba su libro regalándonos: amor, ausencia, desengaño, desesperación y esperanza, con un tono de descuido y cansancio… Fue después de la lectura - en persona - cuando uno se encuentra con un hombre de fina ironía; un seductor casi infantil que reparte cariño y sonrisas a los que le rodean.
Les dejo aquí unos poemas de mis favoritos, no necesariamente los que fueron leídos por los autores.
Graciela BaqueroTuve la fortuna de conocer a tres poetas españoles que no sólo nos dedicaron una velada de variada poesía sino que nos sorprendieron con su acogedora personalidad.
Graciela Baquero y su exuberante gracia ganaron al público: “¿de verdad que no estáis cansados?”… “bueno, uno más”… “ya os dejo en paz”. Acabó la sesión regalando una elegante cartulina con uno de sus poemas firmado por ella. A mí me tocó este.
Nos leyó de su libro Cronicas de Olvido, inspirado por aquella desarrapada alcohólica que una noche le increpó en la calle aquello de: “ya no me conoces…, ya no quieres conocerme. Pero yo soy tu hermana…, yo soy tu hermana Olvido”. No sabía Graciela que este sombrío incidente le inspiraría uno de sus mejores libros.
José Luís Gallero, que cerraba los ojos mientras escuchaba a sus compañeros, nos leyó unos aforismos, o sentencias, como estas: Ultimo: el último exceso será la contención. Inocencia: todo lo que no es inocencia es ignorancia. Ligero: ve ligero aunque te pese. Investigar: investigar los pasos de alguien es investigar sus tropiezos. Dedicó a Alan Smith, organizador de la velada, un poema de la serie Titulcia Suite. Desapareció su aparente timidez en la cervecería alemana donde nos reunimos después.
José Maria Parreño, hojeaba su libro regalándonos: amor, ausencia, desengaño, desesperación y esperanza, con un tono de descuido y cansancio… Fue después de la lectura - en persona - cuando uno se encuentra con un hombre de fina ironía; un seductor casi infantil que reparte cariño y sonrisas a los que le rodean.
Les dejo aquí unos poemas de mis favoritos, no necesariamente los que fueron leídos por los autores.
De Crónicas de Olvido (selección)
1.
Olvido y yo entramos a la vida en un mismo golpe de labios convulsivos. La madre no percibió el doble nacimiento y lloró por el hecho de habernos perdido, y lloró por su cuerpo como casa de nadie, bramó como las bestias en noches imprevistas.
Sin embargo nacimos… La sangre cubrió nuestro único cuerpo y las laderas de una inmensa montaña.
7.
Ella me dice: “Has de estar a bien con tu tarea”. Y lo repite insistentemente por que no me malogre. Sé que nada le importa lo que escribo, pero no me deja desistir. A veces enloquezco.
Para aliviarme, me enseñó a enhebrar agujas, a reconocer el sabor en el olor de las comidas y a hacer la cama como quien ordena la guarida de un planeta.
19.
En invierno solemos pasar muchas horas en los bares. Nos gustan los bares. Nos gusta fumar en los bares. Tomar café, vino, ginebra a pierna suelta. Nos gusta confesarnos, dar la espalda, dar las gracias en los bares. Nos gusta ensombrecernos, besarnos, desaparecer, dormir niños, cantar, jugar a alguna cosa, hacer cuentas, reír, arrepentirnos de todos los excesos y sin embargo volver a intentarlo, una vez más, en las mismas circunstancias.
Olvido es quien se empeña y yo… me dejo hacer.
43.
“Que la suerte te acompañe”. Ese es el mensaje que ella tiene para mí durante el tiempo continuo de los viajes.
Ella va a desaparecer entre lo indecible. Va a evadirse hasta de su nombre, como en nuestro primer día cuando, naturalmente, su sangre se deshizo de mi cuerpo para ser su propio acontecer.
Olvido no hace concesiones, no me abraza sabiendo que lo imploro. Sujeta la gravedad de la noticia en mi cabeza y dice: “No tiembles. Todo saldrá bien”.
José Luis Gallero
PETRARCA EN TITULCIA
real demasiado real es el lugar
al que nos han conducido nuestros sueños
un valle devastado y un río en cuyas aguas
ensucia la luna su sonrisa
ya no duermen las garzas en el cañaveral
no anidan en el cantil las gaviotas
pero patrulla el grajo la línea de ribera
un ánade risueño chapotea entre escombros inauditos
ulula el chotacabras medra la retama
afila sus uñas el esparto
señal de alarma entre las siemprevivas
una amapola solitaria se ha encendido
bajo la alta estela de un avión juega el milano
contra el viento del norte una hilera de cigüeñas remonta la corriente
mudas un instante las graveras
dejan escuchar el traqueteo de un tren de cercanías
prende entonces el murciélago las luces de Titulcia
senda del buen amor frontera de la mala guerra
jamás el Jarama discurrirá tan veloz
como se aleja bajo sus puentes el tiempo de la vida
MEDITACIÓN DE MARCO AURELIO
nadie pierde otra vida que la que vive
ni vive otra vida que la que pierde
la tierra entera es un punto
y allí donde habitas qué diminuto recodo
cultiva la disposición de abrazar cuanto acontece
en la incesante mudanza mantente imperturbable
dificultades obstáculos escollos se tornan favorables
desfavorable a menudo el camino expedito
más que a una danza
el arte de vivir se asemeja a un combate
enseña a los hombres o aprende a soportarlos
sólo quien se aleja de la justicia fracasa
Señales de humo
al este
el sol
un pan
crujiente
el alto
norte
duerme
vela
lento
río
el tiempo
al sur
oeste
de luz
amiga
del alma
[Los Angeles, 1994]
José María Parreño
De Poemas de amor y no (1981-2005)
sin sueño ni apetito
solo dispuesto al dolor vivía
en todas partes veía tradición
y tejía mis pasos la locura
me olvidaron mis amigos
mis enemigos
me cubrían de calumnias
perdí mi dinero
perdí mi confianza
cada día era un sepulcro
un puñado de tierra caía en mi rostro
cada día que pasaba
hoy todo lo bendigo
porque fue mi dolor lo que te atrajo
como la fruta al pájaro goloso
aunque estabas lejos regresaste
como tormenta de almíbar regresaste
y con tus labios refrescaste mi frente
y con mi cabeza apoyada en tu pecho
vi a mis enemigos convertidos en niños
has trocado mi sollozo en aliento
dentro de mi boca
tu lengua borró mis maldiciones
y cantó
a tu lado la miel
no sabe dulce.
***
platón asegura que el tiempo es circular
que volverá a afirmarlo que esto mismo
ya lo ha repetido
san agustín refuta esta doctrina
en su civitas dei
mas yo la creo
yo quiero creerla
porque aunque sea precisa mi vejez
y otra vez
los océanos hirviendo bajo un sol inminente
la plegaria ante el fuego
platón y la escolástica la muerte de mi padre
con el asombro de la primera vez
te besaré en los labios
***
LLUVIA
De todo lo que vuela y nos hace sufrir,
nada más compasivo y simple que la lluvia,
nada tan frágil y a la vez tan invicto
y nada con su misma promesa de frutos y verdor.
Mírala,
como un mar derrumbado,
como ruinas de una atmósfera de agua que existió.
Muchas veces me empapa de nostalgia y me hace nudos
que escuecen al tragar.
Será porque la lluvia
cubre bosques que has amado conmigo,
nos ha mojado juntos, imparcial, minuciosa,
en lejanas provincias junto al mar.
Y para siempre tendrás lo que te he dado,
de mi regalo nunca podrás huir
ni devolvérmelo.
Y cuando llueva, cada gota en tu cuerpo será un beso,
un beso que no pude nada a cambio,
que atravesará los impermeables, los paraguas,
diciéndote con su idioma monótono y dormido
que te quiero.
lunes, marzo 02, 2009
EL DÍA MÁS FELIZ DE TU VIDA
Yo no recuerdo cuál fue… pero me lo acaban de decir. Ha sido esto lo que me ha envenenado el alma, y no ningún amor traicionero.
He decidido contarles la historia.
Les dije que la ceremonia de mi ciudadanía americana había pasado sin pena ni gloria. Así lo percibí en otros, mientras lentamente avanzaba una cola que rodeaba el edificio de Faneuil Hall. Un día sombrío, muy bostoniano. Se nos distinguía por el color de la piel: nos habían dicho que vistiéramos de acuerdo al festivo evento y todos parecíamos pertenecer a la clase media alta. Miraba a mi alrededor y reinaba el silencio; las miradas perdidas, ya en el suelo o en las nubes, como el que espera despedirse de un gran personaje muerto.
No soy patriota, ni aquí ni allí. Mi estado de ánimo era como cualquier otro día; vaya, acompañaba al tiempo. En un momento dado alguien se acercó interrumpiendo la apacible calma. Era un ‘ya ciudadano’, seguro que de nacimiento, con pinta de boxeador y un micrófono en la mano. Con un derroche de energía y entusiasmo, que me reventó, me preguntó:
“Nos podría decir que significa este día para usted”.
Le contesté indiferente: “Llevo en este país 30 años...” El chico pensó que no lo había entendido y me volvió a preguntar: “pero, qué significa para usted ser ciudadana americana”…Yo pensando: ¡de cientos de personas este gili….. se ha tenido que acercar a mí?! No pude disimular mi irritación y en tono cansino le contesté: “Fine! Great!” mientras lo miraba con exasperación. Entendió perfectamente la situación, se volvió a la cámara – que yo veía por primera vez- y en un tono exageradamente sarcástico repitió “Fine! Great!” El resto de los que iban en busca de la felicidad seguían adelante sin pestañear. Me llegué a preguntar cuántos entenderíamos el inglés; quizás la solemnidad y ensimismamiento sólo era parapeto de la ignorancia.
Fue entonces, dentro del histórico edificio, durante las dos horas que llevó la identificación de aspirantes y la entrega de certificados, que fueron pasando varios sobres con información pertinente a los intereses de un buen ciudadano: cómo registrarse para votar, cómo sacar el pasaporte…, un librito explicativo de la Declaración de Independencia y la Constitución de los EE.UU.
Entre todo este material me encuentro esta mañana una tarjetita - tipo carné - en azul celeste. Ahí me explican cual ha sido el día mas feliz de mi vida (¡Qué osadía!, ¡Qué sandez!) Al final hay un reglón para la firma, dejando así constancia de ello… y que no se me vaya a olvidar.
¿Podrían ustedes decirnos cuál ha sido el día más feliz de su vida? Si no se acuerdan, háganse ciudadanos americanos y se lo dirán.
Traducción de la tarjeta:
Hoy es el día más importante de mi vida al hacerme ciudadana de los gloriosos Estados Unidos. Prometo mi lealtad; y que cada uno de mis actos y palabras sea de elogio y agradecimiento por los privilegios que me corresponden como ciudadana.
Firmado ________________________
Patroncinado por la Massachussets American Legion Auxiliary
Nota: La banderita la debe llevar en el ojal de su chaqueta como recuerdo de este sublime díá.
He decidido contarles la historia.
Les dije que la ceremonia de mi ciudadanía americana había pasado sin pena ni gloria. Así lo percibí en otros, mientras lentamente avanzaba una cola que rodeaba el edificio de Faneuil Hall. Un día sombrío, muy bostoniano. Se nos distinguía por el color de la piel: nos habían dicho que vistiéramos de acuerdo al festivo evento y todos parecíamos pertenecer a la clase media alta. Miraba a mi alrededor y reinaba el silencio; las miradas perdidas, ya en el suelo o en las nubes, como el que espera despedirse de un gran personaje muerto.
No soy patriota, ni aquí ni allí. Mi estado de ánimo era como cualquier otro día; vaya, acompañaba al tiempo. En un momento dado alguien se acercó interrumpiendo la apacible calma. Era un ‘ya ciudadano’, seguro que de nacimiento, con pinta de boxeador y un micrófono en la mano. Con un derroche de energía y entusiasmo, que me reventó, me preguntó:
“Nos podría decir que significa este día para usted”.
Le contesté indiferente: “Llevo en este país 30 años...” El chico pensó que no lo había entendido y me volvió a preguntar: “pero, qué significa para usted ser ciudadana americana”…Yo pensando: ¡de cientos de personas este gili….. se ha tenido que acercar a mí?! No pude disimular mi irritación y en tono cansino le contesté: “Fine! Great!” mientras lo miraba con exasperación. Entendió perfectamente la situación, se volvió a la cámara – que yo veía por primera vez- y en un tono exageradamente sarcástico repitió “Fine! Great!” El resto de los que iban en busca de la felicidad seguían adelante sin pestañear. Me llegué a preguntar cuántos entenderíamos el inglés; quizás la solemnidad y ensimismamiento sólo era parapeto de la ignorancia.
Fue entonces, dentro del histórico edificio, durante las dos horas que llevó la identificación de aspirantes y la entrega de certificados, que fueron pasando varios sobres con información pertinente a los intereses de un buen ciudadano: cómo registrarse para votar, cómo sacar el pasaporte…, un librito explicativo de la Declaración de Independencia y la Constitución de los EE.UU.
Entre todo este material me encuentro esta mañana una tarjetita - tipo carné - en azul celeste. Ahí me explican cual ha sido el día mas feliz de mi vida (¡Qué osadía!, ¡Qué sandez!) Al final hay un reglón para la firma, dejando así constancia de ello… y que no se me vaya a olvidar.
¿Podrían ustedes decirnos cuál ha sido el día más feliz de su vida? Si no se acuerdan, háganse ciudadanos americanos y se lo dirán.
Traducción de la tarjeta:
Hoy es el día más importante de mi vida al hacerme ciudadana de los gloriosos Estados Unidos. Prometo mi lealtad; y que cada uno de mis actos y palabras sea de elogio y agradecimiento por los privilegios que me corresponden como ciudadana.
Firmado ________________________
Patroncinado por la Massachussets American Legion Auxiliary
Nota: La banderita la debe llevar en el ojal de su chaqueta como recuerdo de este sublime díá.
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