Una sustancia
que se diluye en agua puede quedar en
nada si se tira al mar. Algo así ha pasado en EE.UU. con el contagio de Ébola de la
primera enfermera que atendía a un enfermo con el virus. El caso, en Dallas, se
ve desde lejos y con calma.
La reacción
en España en apoyo a Teresa Romero no ha sido entendida del todo aquí, pero
sí respetada. No quisiera yo con este comentario desdeñar las protestas de los españoles en
contra de las las críticas —por parte de algunos oficiales— a Teresa Romero y
por la decisión de sacrificar a su perro. Por otra parte me ha parecido un mal uso
de energía y tiempo para aquellos que
necesitan, en situaciones de este tipo, el máximo apoyo y cooperación a nivel
nacional e internacional. De pronto, la ministra de Sanidad es una incompetente, cuando la responsabilidad
tendría que caer en los supervisores
inmediatos del personal auxiliar, y así sucesivamente. Pero hablo con un poco de miopía ya que, aunque sigo
diariamente las noticias de España, llevo mucho tiempo fuera de mi país.
En contraste, en la USA, la historia de Nina Pham, de 26 años—también
con un perro--casi ha pasado desapercibida, con la excepción de aquellos
que que somos adictos a
los medios de comunicación.
Al perro se
le ha ingresado en un centro veterinario para observarlo. Quizás esto último
gracias al ruido que se ha hecho en España con la “eutanización” de
Excalibur. Pero hay que admitir
que EE.UU. le lleva a España años de adelanto en el trato humanitario a
los animales domésticos.
Triste ha
sido para mi ver cómo algunos españoles se flagelaban y comentaban la penuria y
barbarie en que España vive—esto visto en el canal internacional— cuando estoy más que convencida que el sistema de sanidad en España supera con
creces al de EE.UU. Los médicos españoles,
en EE.UU., son venerados en las
universidades estadounidenses.
En tiempos
como estos, todo aquel que pueda, que done a Médicos sin Fronteras, verdaderos héroes que llevan más de 40 años luchando con Ébola. Mucho tiempo en el que el resto del mundo no se ha
preocupado de cuándo llegaría el momento en que todos quedaríamos
expuestos al monstruo que ha decimado a estos países pobres y desamparados. Ahora,
las compañías farmacéuticas, se sentirán más motivadas a encontrar
una solución. Espero que para beneficio de todos.