martes, mayo 20, 2014

DESCONCIERTO: Rosa Torres-Pardo y Rocío Marquez





Mira por dónde estoy haciendo algo al revés: me he traído esto de FB (normalmente llevo  cosillas allí.)  De “cosilla” nada tiene este video. Estamos en compañía de dos grandes talentos de la música española, Rosa Torres-Pardo y Rocío Marquez. Ya pasaron por aquí hace un par de años cuando presentaron  en Boston University  la “Suite Española” .

        En este video de presentación, además de extraordinaria música e interpretación, se recogen algunas de las ideas de las dos  sobre el “desconcierto” y la unión de voz e instrumento musical  --en particular el piano-- en la música española.
       Dice Rosa que “Desconcierto” demuestra "cómo surge la magia al unir poesía y música, a la hora del encuentro entre piano clásico, voz, y poesía”. Para Rocío “el desconcierto es la sensación que provocamos cuando intentamos establecer un diálogo con personas que utilizan un código artístico diferente”—en este caso se trata de un diálogo entre Rosa, Rocío y Luis García Montero (cuya colaboración como poeta llaman “fundamental”).
 
       “El proceso de trabajar con piano en vez de guitarra ha sido precioso,” dice Rocío. “Rosa respeta mucho los espacios.” Y lo demuestra, la “Nana” o el “Vito” de las Canciones populares españolas de Falla. “Algunos de los grandes, como Falla y Albéniz estaban esperando ser cantados de esta manera," explica Rosa.  “Yo llevaba mucho tiempo esperando encontrar una voz como la suya con esa capacidad de poder cantar algo lírico pero desde lo popular.”
          Rocío, contenta porque “Este proyecto me da libertad interpretativa... Cuando un espectáculo viene de una necesidad y no de una imposición siempre sale algo bonito...”

          Disfruten de estos  7 minutos  de embrujado desconcierto.

jueves, mayo 15, 2014

Vuelta a Cambridge: Salinas y El Contemplado



          El pasado viernes , de la mano de  Pedro Tabernero y Christopher Maurer volvió a Cambridge Pedro Salinas con El contemplado.
          En el Real Colegio Complutense, de Harvard, entre un selecto y nutrido publico el editor sevillano presentó su edición de El contemplado, con ilustraciones del conocido diseñador  neoyorquino Ivan Chermayeff.
          Palabrasde Tabernero sobre su edición, que forma parte de la serie “Poetas y Ciudades”, y de Maurer, que enlazó el libro de Salinas con la mística española del siglo XVI.
          El contemplado es un conjunto de 15 poemas --tema y 14 variaciones—sobre el mar de Puerto Rico, que dan lugar a reflexiones sobre el tiempo y sobre la creación poética. Libro compuesto lenta y amorosamente durante la estancia de Salinas como Profesor Visitante en el campus de Río Piedras (1943-1946). 
          Hacía seis años que Salinas había salido de España con rumbo a Estados Unidos, y en este país no habia publicado casi nada.  De repente, en la Isla—que le parecía “una continua primavera”—fue, en palabras suyas, “cargado de dones de la musa”.  “Vivo ojeando”, escribe a Américo Castro. “No he visto un paisaje marino más hermoso.”  Y ese paisaje será el tema de El contemplado. A Jorge Guillén describe su “miradero” peculiar, la terraza del Club AFDA, en la calle Cervantes, a pocos metros de la pensión donde vivía. Desde esa terraza (acabó llamándola “mi oficina”) contemplaba el Atlántico . . .

No se ve el mar desde nuestra casa; se oye por las noches porque está cerca, a unos doscientos metros. Así que yo voy como el borracho a la taberna de la esquina, dos o tres veces al día, a echarme mi vista al mar, o mi trago de ojos.










          En al acto se proyectaron algunas escenas del documental “Pedro Salinas, 1891-1951”, rodado hace años en España y Estados Unidos por Oscar Berdugo y Luis Revenga.  Sabrosos comentarios de Claudio Guillén sobre Salinas y la amistad, y una animadísima conversación entre Teresa Guillén y Jaime Salinas en que recuerdan cómo Salinas aprovechó el aprendizaje del inglés como pretexto para saborear la ‘cultura popular’ -- el cine, por ejemplo-- de su país adoptivo.




lunes, mayo 12, 2014

Dia de las madres.

         Haber educado a los hijos sin que prestaran atención al calendario santoral, y menos al comercial, tiene ahora sus desventajas. Llegada a cierta edad, el día de las madres que parecía algo tan superfluo empieza a  hacer cosquillas en la maldita psique que lo registra todo. El padre manda a los hijos un correo recordándoles que  no se olviden  felicitar ‘a mamá’. En fin, que en esta familia de descreídos no seguimos las fechas fijadas por otros y--en resumidas cuentas--hasta se nos olvidan las que creamos nosotros mismos: cumpleaños, aniversarios . . .
           Pero ayer, un día hermosísimo para trabajar en el jardín--que lleva un retraso de semanas por  el  duro trato que ha recibido del invierno—conocí a Sandra. Al otro lado de mis pinos los vecinos han creado un pequeño oasis de plantas que no requieren sol. Primavera tras primavera he observado cómo trabajaba en silencio una mujer de origen oriental. No parecía querer conversación, ignoraba a los perrillos. Nunca me presenté. En este país no se sabe nunca si el vecino quiere ser vecino (ella pensaría lo mismo de nosotros). Ayer fue diferente: desde muy temprano se oía  una especie de gorgojeo en el patio vecino. No entendía lo que decían pero eran voces alegres, casi melodiosas. Tarde ya salí y una joven me saludó, desde la verja que nos separa y entre la espesura de los pinos, con un “hello!” tan amistoso que me hizo bajar del porche para hablar con ella. Sandra había venido a vestir de gala el jardín de su madre y con un guiño me indicó--cuando la madre se alejó--“el día de las madres”.  Alegre, comunicativa, nos informó sobre el edificio, su madre, los otros vecinos. Cuando oyó que tenía dos hijos, sin pensarlo se inclinó y cortó--de la que le había dicho era mi planta favorita--la rama más bella; luego siguió con los tulipanes y me los presentó con una hermosa sonrisa de “happy mothers day”. Sorprendida  y agradeciendo tan feliz encuentro le di las gracias. Luego me quedé pensando que el día de las madres quizás tenga sentido para la relación  hija-madre, los hijos, los maridos, compañeros, nunca sabrán de qué va la cosa. Lo entenderán, pero la experiencia seguirá siendo un secreto para el género masculino.

          Feliz día de las madres, y que sea los 365 días del año.



El que me felicita a diario es este copo de nieve que se me derrite poco a poco. Ahora hay que ponerle alfombra  en el porche para que descanse sus  cansadas patas traseras.









viernes, mayo 02, 2014

I swear it’s not too late


 
Mi querido y admirado Luis Eduardo Aute: 
         En estas últimas semanas me ha sorprendido la noticia de que en España el promedio de edad es de 42,5 años.  ¿En qué estaría yo pensando? Cierto es que cuando vuelvo a Madrid, en las calles, restaurantes, comercios... en el Retiro, me encuentro rodeada de gente de mi edad, o mayor que yo. Pero no se me ha ocurrido nunca recurrir al cálculo. Seguro que a usted tampoco, don Luis. Así que me he animado a ponerle al tanto del asunto que me preocupa. 
         Con gusto--y con frecuencia--lo he oído cantar últimamente una de sus mejores canciones: “De alguna manera”. Tan solo hoy me he empezado a preocupar e incluso inquietar cuando la he oído. La culpa la tiene ese dato—el de los 42 años y seis meses. Como usted, me digo de vez en cuando “es tarde ya” para esto o lo otro; y--como usted--me lo vengo diciendo desde hace varios años; vaya, ¡desde que cumplí los 50! Pero usted me gana: esta canción lleva sonando más de 20 años. Imagínese las muchas musas a las que le habrá dicho adiós desde entonces... ¡No se queje si ahora lo abandonan! 
         A estas alturas, y le deseo una larguísima vida, si llega usted a los 85, se habrá pasado más de un cuarto de siglo diciendo que ya es “tarde”.  
         Me atrevo a sugerirle que componga una canción para su nueva generación de fans, la mitad del país. Los de 42+ Queremos oír que SÍ hay tiempo todavía--algo así como  “un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar...", pero no al estilo del Eclesiastés; algo más parecido al de The Byrds : “I swear it’s not too late”
         Y recuerde  que  amar, soñar, creer, crear, perdonar... no tienen fecha de caducidad;  tampoco sus contrarios. Usted mismo hablaba del deber de “no claudicar” : Libertad!
Vivir es más que un derecho, 
es el deber de no claudicar, 
el mandato de reflexionar 
qué es nacer, qué es morir, qué es amar.

La hermosa foto que ilustra la entrada de hoy pertenece a:
Conversaciones en la Fundación March, con Antonio San José. 13/12/2013