domingo, junio 29, 2008

Eurocopa 2008


Con todo lo que he despotricado en contra de las banderas… Después del triunfo de España contra Alemania en la Eurocopa 2008, mi marido me anuncia que hay en el sótano una bandera española que mi hijo menor trajo de España hace años. Hay que colgarla en el porche de la entrada. Qué voy a hacer…? Creo que me he tomado unas cuantas copas de rioja durante el partido…ni idea que esa bandera existiera…sin pensarlo me encuentro atando el dichoso trozo de poliéster amarillo y rojo en la entrada de mi casa. Seguro que mis vecinos, vivo en un barrio judío, deben de pensar que ha muerto el rey. Yo digo: “El Rey ha muerto. ¡Viva el Rey!” ¡Cuánta nostalgia de mi casa….!

viernes, junio 27, 2008

LA EUROCOPA: ESPAÑA Y ALEMANIA

Un correo de mi hijo menor:

“Mom, papa… Not sure if this interests you but Spain beat Russia yesterday to advance to the final game of the Euro soccer tournament - the biggest deal in soccer, basically, aside from the World Cup. Played once every four years. You should watch the final, Spain v Germany.... Sunday @ 2:30PM on ABC. I will be at a local Spanish bar here in DC supporting our team.

Un comentario de Amalia:
amalia dijo...
Les mando un gol, EL gol, que me emociona todavía:

http://www.youtube.com/watch?v=pQ1hlFlag68
27-jun-2008 2:35:00




Mas informacion

sábado, junio 21, 2008

Borges, LA CASA DE ASTERION


Amalia nos manda este cuento de Borges, con enlaces interesantes.

LA CASA DE ASTERION
Y la reina dio a luz un hijo que se llamó Asterión. Apolodoro: Biblioteca, III, I.

Sé que me acusan de soberbia y tal vez de misantropía y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las Hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera.

El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo pienso que nada es comunicable por el arte de la escritura. Las enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo deploro, porque las noches y los días son largos.

Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe, o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o Bien decía yo que te gustaría la canaleta o Ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos.

No sólo he imaginado eso juegos; también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar.

No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes, la casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris, he alcanzado la calle y he visto el templo de las Hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo.
Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor. Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre?

¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?
El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.

-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.


NOTA de Amalia:

En el epílogo de "El aleph", Borges dice:

"A una tela de Watts, pintada en 1896, debo La casa de Asterión y el carácter del pobre pro­tagonista."

Borges vio esa ilustración en un libro de Chesterton, uno de sus autores favoritos.

Alastair Reid: There is one quotation which Borges loved—I think it was his favorite quotation in English literature. It was from an essay of G. K. Chesterton’s on a fairly unknown painter called G.F. Watts. Chesterton said the following: “Man knows that there are in the soul tints more bewildering, more numberless, and more nameless than the colors of an autumn forest. . . . Yet he seriously believes that these things can every one of them, in all their tones and semitones, in all their blends and unions, be accurately represented by an arbitrary system of grunts and squeals. He believes that an ordinary civilized stockbroker can really produce out of his own inside noises which denote all the mysteries of memory and all the agonies of desire.” In other words, language could never accommodate the enormous reality beyond it.


Otros enlaces:
http://www.ucm.es/info/especulo/numero19/asterion.html
http://www.mundolatino.org/cultura/borges/borges_7.htm
Apolodoro
G. F. WattsEnsayo de Ana Maria Barrenechea sobre el cuento
http://es.wikipedia.org/wiki/La_casa_de_Asteri%C3%B3n

domingo, junio 15, 2008

LA OTRA FAROLA


Se habían hecho miembros de uno de esos clubs que te mandan películas cada vez que devuelves las últimas. La mayoría de la veces ni abrían los sobres de los DVD que llegaban y volvían de, no se sabe dónde, de la forma mas absurda. Ella ya le había dicho varias veces que cancelara la suscripción, 20 Euros al mes para constatar que no tenían tiempo ni para ver una película a la semana; era casi una afrenta. Un recordatorio de la mecánica vida que compartían.

“Cría Cuervos” llevaba al lado del televisor un par de semanas. Varias veces él había sugerido que la vieran: “es muy buena”, le dijo la noche que por fin ella se animó a verla de nuevo

Sabía que era buena, cómo no, la vio en su momento, aunque sólo recordaba la escena donde la niña oye al padre hacer el amor; ni siquiera le sonaba la escena siguiente, cuando la amante sale corriendo de la casa dejando al padre muerto. Era como si no hubiera visto la película. Hacía tantos años…pero, con toda seguridad que la había visto.
Una sensación familiar le invadía, la mirada de Ana, esos ojos los había visto desde dentro. La película transcurría sin que ella pudiera recordar nada, quizás –muy vagamente- el uniforme militar…

La madre en el lecho contraída por el dolor, la llamada al médico, la hora de la morfina varias veces al día, el miedo a la muerte. Ahora comprendía por qué se había resistido a ver una película que, al fin y al cabo, ni siquiera recordaba. Fue después de esa escena cuando le comento a él: “ahora sé por qué no quería ver esta película”. No hubo respuesta, se había quedado dormido. Ella siguió viéndola. No era tan terrible, casi tenía un final feliz: Ana se da cuenta de que no fue la ejecutora de la muerte de sus padres.
Ya mujer, la protagonista, recuerda su niñez como el tiempo más triste y estancado de su vida. Tampoco recordaba ella esa parte, donde Ana mujer aparece como narradora dando testimonio de haber sobrevivido un periodo tan oscuro y solitario en su vida.

Se levantó del sofá; sin apagar el televisor se fue a la cama. La noche estaba cargada de esa humedad pegajosa tan propia de agosto, pero sólo era mayo. Se quedó inmóvil mirando fijamente la luz de la farola de la calle que entraba por la ventana; Claro, era otra farola. Ni un soplo de aire, ni un respiro…Cerro los ojos y pensó en lo feliz que había sido su infancia, a pesar de la morfina, los secretos familiares, la soledad…Qué feliz había sido.

lunes, junio 09, 2008

Leda Schiavo: REENCUENTROS A ALTAS HORAS DE LA NOCHE



Anoche me pasó algo extraordinario. Comprendo que lo que voy a contar sólo parecerá extraordinario a unos pocos, a los que viven, como yo, más relacionados con los personajes literarios que con las personas de carne y hueso, aunque en realidad mucha gente vive más cerca de los seres ficticios de la televisión que de su familia. Cuando hablo de seres ficticios de la televisión no solamente pienso en los de las series más populares, sino también en Susana, Moria, o Mirta, que han sabido construirse como personajes y los televidentes argentinos sufren y gozan con y a través de ellas.

Volviendo a mi felicidad de anoche quiero decir que fue por pura casualidad que me puse a leer Los demonios de Dostoievski (que ha sido traducido también como Los endemoniados), en la edición que regala Página 12 con el diario de los domingos. Me encontré, para mi sorpresa, con un viejo conocido del que yo sabía poco cuando escribí un libro sobre Valle-Inclán hace más de veinte años, y que ahora, gracias a la casualidad, termino de conocer. Anoche me estaba esperando Sergei Nechaev, quien llegó otra vez a mis manos al abrir el libro y completé así su triste historia de fanático endemoniado, que es lo que era para Dostoievski cuando aparece como protagonista de su novela bajo el nombre de Piotr Verhovenski. Nechaev fue dirigente de una célula de nihilistas que asesinó a uno de sus miembros, un joven estudiante de agronomía en Moscú, asesinato gratuito para fortalecer al grupo. Este asesinato y sus motivaciones es lo que dispara el libro de Dostoievski, escrito contra todos los fanatismos que deshumanizan al hombre.
Nechaev redactó con Bakunin El catecismo del revolucionario aunque luego el líder anarquista se distanció de él, por su apología del terrorismo puro y duro. Cuando llegué a esta noticia de la relación de Nechaev con Bakunin tuve la certeza de que era un viejo conocido y me fui rápidamente a mi libro Historia y novela en Valle-Inclán para corroborarlo. Bueno, no estaba en mi lista de personajes históricos, lo cual ya demuestra que había resbalado un poco sobre él, pero por suerte estaba en el interior de un capítulo y felizmente identificado. Resulta que Valle-Inclán lo pone junto a Bakunin en un barco imaginario, con otros revolucionarios españoles que conspiran contra Isabel II en Baza de espadas y le da el nombre ficticio de Boy. La parte titulada “En alta mar” del libro citado, que es el tercero de la serie de El ruedo ibérico, es una joya de la escritura y de la imaginación basada en hechos y personajes reales. Volver a encontrar a Boy y saber más cosas de su vida, como si fuera un viejo pariente, y saber que ya había sido elegido por Dostoievski como personaje literario, me produjo una exultación que estoy tratando, quizás vanamente, de explicar.

Eso es la vida, encuentros y desencuentros a deshora.

Daniel Maurer, James Beard Award


James Beard Award, 2008

MULTIMEDIA WRITING ON FOOD

Award WinnerJosh Ozersky and Daniel Maurer,
Grub Street, New York Magazine








Su libro, nada que ver con la comida, sale en Octubre 2008.











jueves, junio 05, 2008

Leda Schiavo: LOS DEMONIOS

La cité en un restaurante de Recoleta, de esos que tienen menú fijo al mediodía, pero un restaurante comme il faut, dentro de una casa vieja reciclada con el buen gusto que suelen tener los gays, con mesas separadas suficientemente, velitas, florcitas, manteles y servilletas de buena tela. Tenía que hacerle una entrevista, porque escribo para una revistita de barrio que, aunque no me da mucho dinero, me da acceso a un carnet de periodista y algunas satisfacciones. Entre otras cosas, acceso a esta mina que iba a modificar mi vida.

Voy a decir la verdad. Aunque a mí me gusta bastante la joda, en esta ocasión estaba muy preocupado por el trabajo y disminuido, porque la mina era colosal en muchos sentidos y además, con lo que me habían contado de ella, de sus libros, de su dedicación al estudio, ni se me ocurrió que las cosas iban a tener el desarrollo que tuvieron. Fue ella la que empezó a perturbarme con sus miradas equívocas, sus sonrisas, sus frases. Al principio de una conversación convencional, llena de lugares comunes, de repente me espetó qué color de calzoncillos usás y yo me atraganté con el pedazo de pan que tenía en la boca. Después la conversación siguió normalmente y pude completar el cuestionario que tenía preparado para la entrevista.

Yo siempre duermo con calzoncillos, y esa noche era la típica noche de un otoño caluroso y húmedo de Buenos Aires, de modo que me desperté a las pocas horas sudado y con gran excitación. Al sacarme los calzoncillos recordé la pregunta de la mina y dudé de mi recuerdo; no podía ser, era una pregunta imposible, imposible pero imborrable. De modo que a la mañana siguiente la llamé para pedirle que nos viéramos, pero en realidad para cerciorarme de que era cierto lo del calzoncillo, sin darme cuenta de que, flor de boludo, había caído en sus redes.

Bueno, acabamos en la cama. Fue una coyunda gloriosa, como haberse acostado con Venus rediviva. Me dijo que me había preguntado lo del calzoncillo para romper el hielo. Y vaya si lo rompió. Toda una noche y casi toda la mañana en el dulce ejercicio; verla encima de mí a la luz del amanecer fue quizás lo que me ató para siempre, no era una simple mortal la que estaba conmigo, no sé como decirlo, era algo más, era como tocar todo lo divino y lo humano al mismo tiempo, era… qué era, quién era!

Al día siguiente no pudo verme, y así me tuvo durante una semana, casi sin explicaciones. Cuando por fin nos vimos me dijo que lo suyo había sido un desliz, que era imposible, que lo olvidara, que borrón y cuenta nueva, que todo menos sexo. Yo caí en la desesperación. Después de tocar a dios, nadie se conforma con menos.

Comenzó entonces una relación atípica, en la cual ella se me hacía indispensable, daba algo, migajas, y luego se retraía. Era una maestra de la defraudación y la estafa. El que está enamorado interpreta las cosas a su gusto, hace una lectura siempre a su favor, siempre alimenta su esperanza y quiere ver el lado luminoso, nunca el sombrío del objeto de su amor.

Después de algunas semanas infernales, me llamó y me invitó a pasear por Palermo. Otra vez creí tocar el cielo, conversamos profundamente como almas gemelas, ella me rozaba la mano con la suya, el verde del parque era como el verde de los primeros días de la creación, todo el entorno participaba de nuestra exaltación. Ella insistió en que nuestra relación sólo podía ser espiritual, y yo tuve la absoluta certeza de ser espíritu puro. De repente dijo que tenía que volver a casa y que no tenía cambio para el taxi. Me sentí feliz de que me dejara acompañarla aunque no quiso que fuéramos hasta su puerta y se bajó en alguna parte. Al llegar a casa me caí del cielo a la tierra. Me sentí terriblemente defraudado y solo, la vida sin ella no tenía sentido, la volví a llamar. Nos encontramos al día siguiente en Las Violetas. Ella no parecía la misma del día anterior. Tuve la sensación de que un cristal nos separaba y decidí jugarme el todo por el todo. Empecé a beber. Le dije que no podía tener una relación espiritual con ella después de la maravillosa experiencia que habíamos tenido, que quería todo o nada. No sé qué más le dije, creo que bebí demasiado y no recuerdo los detalles, pero sé que en un momento se levantó y dijo que la había ofendido y que se iba. Superé la parálisis del asombro, pagué, y salí a buscarla como loco por Rivadavia. Pero no la encontré. Esa noche lloré como nunca había llorado. La llamé varias veces pero colgaba o no atendía. Después de unos días pude hablar con ella y aceptó una cita en una confitería cerca de su casa. Me dijo que la había ofendido como nunca la habían ofendido, que la había echado de Las Violetas, que había tenido que irse a su casa caminando para poder salir de la ofuscación, que lo mío era imperdonable. Le juré que no recordaba lo que había dicho o hecho. Le regalé un broche de oro que había sido de mi madre. Me dijo luego, así como desde lejos, que iba a estar muy ocupada durante algunos días pero que por favor la llamara.

Al poco rato me sentí otra vez estafado, un verdadero gil. Eso es lo que sos, un gil, pibe, me decía a mí mismo. Y menos mal que no le regalaste un tapado de armiño, todo forrado en lamé.
A ella le gustaba desconcertar a la gilada con frases del tipo te gusta dormir desnudo? Y la gente se descolocaba hasta que una sonrisa, otra frase más normal la devolvía a lo cotidiano. Creo que eso me fascinaba, ella era la suspensión de lo cotidiano, con ella todo tenía otra dimensión, un reborde luminoso, qué se yo, todo parecía vibrar, moverse, flotar como flotan los astronautas en sus cápsulas.
Decidí que no podía perderla. Y no la perdí. La llamé y me reprochó no haberla llamado antes, quería verme, me invitaba a su casa. Fui ilusionado, quería verla aunque no pudiera tocarla, pero nunca se sabe, quizás, a lo mejor… Preparó una cena exquisita, yo llevé el mejor vino que conseguí en el super, hubo música clásica, conversación elevada… Su casa era un lugar mágico, religioso, yo quería pertenecer a esa religión, me inundaba como una luz tibia, sentí que el tiempo se detenía, era feliz. De pronto percibí el cristal, la distancia, el frío, me dijo que ya era tarde, que tenía que irme, que no la comprometiera.
Me volví a casa puteando. Cómo saber si me quería o yo era un simple espejo para su narcisismo. Creía notar su cariño, y de repente, todo se evaporaba, y me sentía en una trampa, porque no podía dejar de estar pendiente de ella, pero eso mismo me alejaba, no quería sentir que la estaba comprando con mis atenciones, pero después me odiaba a mí mismo por descender a bajos pensamientos, ella era otra cosa, entraba en otra dimensión, qué carajo, ella era una yegua de gran alzada y yo un pobre infeliz bajito.
Una amiga me dijo que las mujeres muy hermosas están acostumbradas a manijear, que tienen miedo de su poder, que por eso se dan y te quitan en el momento menos esperado. Claro que no me consolaba, yo estaba metido hasta las verijas y quería seguir viéndola.

(Al llegar a este punto el narrador se dio cuenta, ya que tenía algunas letras, de que parecía un personaje de Dostoievski. Recordó el texto de Los demonios, cuando dice: “A veces existen unas amistades muy particulares en las que da la impresión de que un amigo quiere devorar al otro y viceversa, pasan así casi toda la vida y, sin embargo, nunca se separan. Peor, la separación resulta inconcebible: el primero de los amigos que se enfada y rompe el vínculo cae enfermo y acaso muere cuando ello ocurre. Sé muy bien que algunas veces, después de las más íntimas confidencias con Varvara Petrovna, cuando esta se retiraba, Stepan Trofimovich se levantaba de un salto del diván y empezaba a dar puñetazos en la pared”.
Exactamente, me dije yo, después de que el pobre gil me contó su historia, que por supuesto no acabó donde yo la termino, la cosa siguió y siguió por los mismos carriles, y mi amigo perduraba feliz en su infelicidad, porque quién puede quitarle la ilusión al que quiere ilusionarse, y para qué, es mejor eso que la vida en la planicie, la vida siempre igual al lado de la patrona de la que uno acaba aburrido y satisfecho, comiendo ravioles los domingos y después ver el partido de fútbol y gritarles a los chicos que no jodan y odiar a la suegra y los cuñados y a la noche meterse en la cama matrimonial después de cerrar con doble llave la puerta de calle.)
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Nota: Se puede encontrar otras obras de Leda en Google y en ediciones anteriores de este blog:

lunes, junio 02, 2008

ENTRADAS RECUPERADAS : ENERO-FEBRERO 2007

Estas fueron las primeras entradas que escribí para este blog. Las borré en un momento donde creí que el blog tomaba vida propia y se apoderaba de la mía. Alguien más sabio que yo y que me oía amenazar con la destrucción del blog, las copió en un disco que me pasa hoy. Gracias a esta persona, se han recuperado las voces de tantos participantes que dejaron su calurienta imaginación y talento literario volar por estas páginas… A ellos dedico la restauración de este material perdido.

Albert Pla
Alex
Anónimo (varios)
Asier
Breeders
Cancer
Coco
Criatura Perdida allá en el tiempo
El Padre Brownie
Espejismo
Francesa
Francis Black
Gianduiotto (Otto)
Jacaranda
Joaquinita
Maleas
Maniki-Neko
Matemático demente
Miguel
Nickname
Ortega
Ossa
Pozo y el Numa
Provoquen
Prozac
Rita’s Friends
Zombie
ZenobiaY otros que entraron brevemente con otros seudonimos.

Y bueno, estas son las entradas de dos meses locos. Gracias y felicidades a todos los que derrocharon su imaginacion y generosidad.
FEBRERO, 2007
§ NOS MUDAMOS. Marzo 4, 2007
§ JUDITH Y JOY (III) Febrero 28, 2007
§ JUAN RAMON JIMENEZ: CONSEJOS Y AFORISMOS.
§ JUDITH Y JOY (2) Febrero 24, 2007
§ LUIS CERNUDA. Febrero 22,2007
§ JUDITH Y JOY. Febrero 21, 2007
§ QUIEN TIENE EL CONTROL? Febrero 20, 2007
§ FORTUNE COOKIES. Febrero 18, 2007
§ SEGUIR SOMBRAS, ABRAZAR ENGANOS (II) Febrero 16
§ SEGUIR SOMBRAS Y ABRAZAR ENGANOS. Febrero14,2007
§ POEMA ENCONTRADO, POETA PERDIDO (II) Febrero 13
§ HISTORIA (ANONIMO) Febrero 12, 2007
§ NOTA. Febrero, 2007
§ ANNA NICOLE, POR QUE NOS ATRAIA. Febrero 9, 2007
§ TRIANGULO AMOROSO. Febrero 7, 2007
§ LAS MUJERES DE LA VIDA. Febrero 5, 2007
§ DOS PAVAS Y UN PALOMO. Febrero 4, 2007
§ POEMA ENCONTRADO, POETA PERDIDO. Febrero 1, 2007

ENERO, 2007
§ LAS TALLAS Y EL AMOR A ESPANA. Enero, 2007
§ MENOPAUSIA PRECOZ. Enero 24, 2007
§ EL CAJON DE LOS HUERFANOS. Enero 22, 2007
§ BLOGGING YOU. Enero 2007
§ DE MADRID A NUEVA YORK. Enero, 2007
§ TIEMPO Y AMISTAD. Enero 16, 2007
§ DALI ESCRITOR. Enero 14, 2007
§ NO TAN FELICES SUENOS. Enero, 10, 2007
§ SE BUSCAN VOLUNTARIOS. Enero, 9, 2007
§ HOY NO VAMOS AL PSIQUIATRA. Enero 8,2007
§ HOY VAMOS DE PSIQUIATRAS (enero 07, 2007)
§ LA LITERATURA: LUJO O INSTRUMENTO DE PAZ?
§ Propósitos para el 2007
§ ¡Feliz año nuevo! Poema de Leda Schiavo. Enero 2007