
Así es Miguel Vivanco. Nunca el protagonista sino el que está tras el telón, o el apuntador, o como lo ha expresado hermosamente Fernando Ortega en su artículo “Miguel Vivanco, el último viajero romántico” ( artículo necesario para conocer el espíritu inquieto y artístico de este hombre) Dice Ortega:“Palomas mensajeras en forma de correos electrónicos viajan cotidianamente desde la capital de Escocia, Edimburgo, a la capital histórica de Castilla. Enviadas por Miguel Vivanco llegan a bibliotecas, periódicos, universidades, archivos y centros culturales…”
Conocí a Miguel en El Boomerang sin ni siquiera decirme que era el autor de las flores que me dejaba, como inicio de lo que hoy día es una amistad especial de las pocas que he hecho en Internet. Nunca nos hemos visto, pero sin duda, amigos somos.
El artículo de Ortega entra en detalle en la trayectoria biográfica-profesional de Miguel. También la de viajero romántico: su idealista esfuerzo de levantar menhires en distintas partes del mundo; empezando en España con el de Rodapozos. Ha viajado a lejanos lugares donde lleva y trae piedras para levantar estos túmulos - Babel en miniatura - de unión y amistad.Pero son los colores, y el simbolismo, de las serigrafías en lino de Miguel lo que, por fin, traigo hoy al blog.

Después de varios intentos en estos años para que nos hablara de su obra, con respuestas como, “no me gusta hablar de lo que hago”, consigo que me envíe una serie de imágenes acompañadas de una mínima explicación por parte del artista: "su ordenador esta convaleciente…" Las imágenes aquí presentes forman parte de un mural… Así me lo explica Miguel:
“Estrella: El mural de "los fragmentos o trozos" formaron parte junto a otro proyecto "Graná" de la exposición fin de curso de la escuela de arte de Glasgow. 1986. El primero era tan grande que solo acabé la parte central que correspondía a los elementos: Agua, Aire, Fuego y Tierra (soil). Hace 2.500 años, Thales, recogiendo fósiles que encontraba de sus muchos paseos por las colinas de Mileto, llegó a imaginar que esas colinas alguna vez habían estado cubiertas por el mar. Su conclusión fue que el elemento AGUA era el origen de toda la materia. Sus críticos declararon que con solo este elemento no se explicaba la gran diversidad que ellos observaban y decidieron añadir otros tres: Aire, Fuego y Tierra. Así que, todo a nuestro alrededor era la mezcla de estos cuatro elementos. Con la corriente filosófica indú, “el Samkhya” , la luz pasa a ser el quinto elemento de la materia:
”In ancient India, the Hindu schools of Samkhya and Vaisheshika, from around the 6th–5th century BC, developed theories on light. According to the Samkhya school, light is one of the five fundamental "subtle" elements' (Wikipedia)Sigue Miguel: "En un extremo del mural está la idea de Copérnico de separar nuestro habitat, la tierra, del centro del universo. En el otro, la de Darwin, al despojar a la especie humana del lugar privilegiado que hasta entonces habia ocupado en la naturaleza.”

Gracias Miguel. Sigue mandando…!











