"He is too tall"
Así se presenta Greg Stones en su Facebook:
Welcome to the fan page of socially inept artist Greg Stones. If you are in any way offended by zombies killing penguins, penguins killing zombies, or penguins pooping upon seeing zombies, turn back right now, because this is not the artist for you.
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Welcome to the fan page of socially inept artist Greg Stones. If you are in any way offended by zombies killing penguins, penguins killing zombies, or penguins pooping upon seeing zombies, turn back right now, because this is not the artist for you.
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Y que quede bien claro, el humor negro de Greg Stones no es para todos. Desde luego no para niños, aunque sus libros puedan invitar a los padres distraídos a ponerlos bajo el Árbol de Navidad. Este sería un buen tema para Greg: “ What absent minded parents do”. Se lo voy a proponer.
Hace unas semanas, en Pisttgburgh, mi cuñada y yo nos encontramos en el pequeño espacio de una caseta hojeando un libro “Goodbye, Penguins”. La desaparición de quince pingüinos que salen de paseo y van desapareciendo uno a uno. Empezar a mirarlo y empezar a reírnos como dos tontas. La risa de una contagiaba a la otra. Los que entraban nos miraban como si fuéramos objeto de alguna trampa preparada por el artista para vender más. De reojo vi a un joven que se daba media vuelta y salía a toda prisa de la caseta, dejando sola a una bella joven embarazadísima.
Habíamos entrado allí al final de un rápido recorrido por el Festival de Arte que se celebra en el centro de Pittsburg. No teníamos mucho tiempo pero mi cuñada quería ver lo que traía de nuevo uno de sus fotógrafos favoritos. Era el último día del festival y mi avión, de vuelta a Boston, a unas horas de su partida. Al llegar al recinto del festival nos dejamos atrás la caseta de Greg Stones. De refilón - según corría tras mi cuñada- vi una acuarela donde la muerte con guadaña en mano miraba con indiferencia - desde la punta de un precipicio - cómo se despeñaban (descarrilaban?) un par de ovejas. Me iba riendo sola y diciéndome que, fuera como fuera, tenía que volver, y no precisamente para rescatar a las ovejas. Así fue como acabamos en este íntimo y extraño lugar donde las cosas más trágicas resultaban cómicas.
Me acerqué a la chica embarazada: “Are you the artist?". Cuando se disponía a contestarnos entró Greg sonrojado y sonriente. Era evidente que tanta risa y exclamación le habían afectado. Buena señal, pensé. El chaval tiene aspecto de lo que llamaríamos aquí “an all American boy” pero con un sentido de humor que no corresponde a la idea.
Los protagonistas de su obra son los héroes de su infancia: extraterrestres, monstruos, zombis, robots, sirenas, desnudos... Pero le tendríamos que preguntar por qué los pingüinos ocupan un lugar tan preferente.
Debió Greg ser terriblemente afectado por el documental “The march of the Penguins”. Yo lo fui. Esos adorables seres que tanto nos recuerdan los estragos por los que muchos humanos pasan. Nacen para procrear y alimentar al retoño a costa de perder en el intento su propia vida. La fidelidad a la familia está presente en su monogamia. Y así Greg los usa como imagen de nuestras miserias y lo absurdo del azar. Desde luego, no dejen de mirar estos dibujos sin tener en cuenta que en ellos se encuentra “more than meets the eye”. Como muestra les dejo en este enlace una tarjeta"I love you" que mi cuñada compró para su marido. Se reía mientras decía “ mira como están, parecemos Peter y yo, esperando a ver quién se acerca primero”.
Me acerqué a la chica embarazada: “Are you the artist?". Cuando se disponía a contestarnos entró Greg sonrojado y sonriente. Era evidente que tanta risa y exclamación le habían afectado. Buena señal, pensé. El chaval tiene aspecto de lo que llamaríamos aquí “an all American boy” pero con un sentido de humor que no corresponde a la idea.
Los protagonistas de su obra son los héroes de su infancia: extraterrestres, monstruos, zombis, robots, sirenas, desnudos... Pero le tendríamos que preguntar por qué los pingüinos ocupan un lugar tan preferente.
Debió Greg ser terriblemente afectado por el documental “The march of the Penguins”. Yo lo fui. Esos adorables seres que tanto nos recuerdan los estragos por los que muchos humanos pasan. Nacen para procrear y alimentar al retoño a costa de perder en el intento su propia vida. La fidelidad a la familia está presente en su monogamia. Y así Greg los usa como imagen de nuestras miserias y lo absurdo del azar. Desde luego, no dejen de mirar estos dibujos sin tener en cuenta que en ellos se encuentra “more than meets the eye”. Como muestra les dejo en este enlace una tarjeta"I love you" que mi cuñada compró para su marido. Se reía mientras decía “ mira como están, parecemos Peter y yo, esperando a ver quién se acerca primero”.
Por mi parte yo compré la acuarela de arriba “He is too tall”. Me casé con un hombre altísimo. No era mi propósito ya que ni pensaba en casarme! Para el día de la boda me compré unos increíbles tacones. Me machacaron los pies, maldije cada paso que di con ellos. Después de unos años dejé de ver la diferencia de estatura que me llevaba. Ahora, la verdad, no lo veo mucho más alto que yo. La altura de hoy día, como en la acuarela, es de otra dimensión. Cosa que tampoco buscaba.
"Time to go"
Esta última acuarela de abajo la pedí por correo porque después de haberla visto en Pittsburg me seguía rondando. Su título, “Catching Herself”. Gran instinto femenino el de este joven y peculiar artista al que pienso seguirle la pista: me hace reír, me hace pensar y disfruto de la fuerza de su azul añil y de la sutileza de sus verdes azulados.
"Catching Herself"
Será interesante ver lo que Greg creará cuando esté en plena faena de padre. Le deseo un camino más calido que el de sus desafortunados pingüinos. Qué no tenga que aguantar las inclemencias del tiempo mientras su compañera va al súper!.