Un par de días en Madrid, con el sueño
trastornado y sin saber a qué día
estamos, y ya me empiezan a ocurrir cosas.
En mis tres últimos viajes no acierto con la
maleta: o me derrito o me muero de frío. Esta vez venía bien preparada… creía
yo. La cosa es que estoy pasando unos calores desconocidos por mí. Me dejé en
Boston una camisetas y un par de blusas que había previsto necesitaría.
Igual con el calzado… ¡cómo echo de menos mis sandalias!
Esta tarde me estaba probando algo informal y
ligero en una tienda del barrio de Salamanca. Después de varios
modelos y tallas me decidí por una camisa un poco roquera pero fresquita.
Cuando salía del probador entraba en el recinto una pareja– muy del estilo de
este barrio-- sin nada para probarse. Hablaban en voz baja, parecían que
esperaban una llamada. Afuera las dos dependientas cuchicheaban y miraban,
discretamente, hacia donde ellos estaban. Yo no sabía qué pensar. Finalmente,
mientras les pagaba, la pareja salió y ella, dirigiéndose a las chicas, dijo:
“la policía dice que se han ido”. Los dos les dieron las gracias y se
marcharon. Pregunté a las chicas que qué pasaba. “Bueno, los paparazis”,
contestó una de ellas.La pareja se había metido allí para evitarlos.
Con tantos años fuera de España he perdido toda
una generación, o dos, de famosos, así que me dijeron el nombre de ella:
Arantxa del Sol –modelo famosa-- que no me sonaba en absoluto. Para más
detalles, añadieron que está casada con el torero…”uno de pelo rizadito”; no
recordaban su nombre. El chico que la acompañaba tenía el pelo rizado pero en
una larga melena. Les pregunté que si el acompañante era el marido…
“¡Nooo!”, me contesta una de ellas. “Por
eso los paparazis… porque va con otro”.
En fin, según me dispongo a salir les pregunto:
“¿Estáis seguras de que se han ido los paparazis?” Me miran desconcertadas y
prosigo: “Es que a lo mejor eran para mí, y no para ella.” Ahora no saben si
tomárselo en serio. La más comunicativa responde: “Ah, como usted no es de aquí
y no la conocemos, a lo mejor es famosa”. Haciéndoles un guiño les he
dicho: “¡No os preocupéis, que yo no voy acompañada!” Las dos se
han reído y han entendido el juego.
Lo cierto es que el camión de la policía seguía
parado delante de la tienda, incluso tengo la impresión de que me han seguido
durante un ratito…hasta dejarme a salvo.
¡Qué bien se lo pasa uno en Madrid! Ya ven, las
cuatro de la madrugada y todavía de juerga!
5 comentarios:
Creo que he borrado un comentario por accidente. No lo había leído! Lo siento.
¡Pues si que está fatal el panorama del 'papel couché'! Ella está más que demodé. ¡Si no fue la menda quien llamó a los paparazzi...!
Otro día ve de compras por Fuencarral. A mi me suele pasar que entro en las tiendas y se creen que soy una famosa y ¡claro!, no saben quien. Mis amigas son muy muy altas y morenas y yo muy muy pequeña y muy muy rubia, y se piensan que son mis guardaespaldas. Y las dependientas se ofrecen a sujetarme las bolsas mientras miro. Y además siempre tienen algo "ideal" para mi. Lo que es la actitud, ¡Ay, qué risa!.
¡Qué te diviertas!
Que divertido lo que cuentas; y sí, me pasaré por Fuencarral, aunque ya he hecho todas las compras!
Queridos, hemos tenido -- para los que usáis "Google Chrome" una de esas advertencias de "malicia" (Malwere)
Creo haberlo solucionado, pero si nos quieren fastidiar lo volverán a hacer. Se puede ignorar ya que tengo una buena protección en mi ordenador y se trata de asustar a los que visitan este sitio para interrumpir el tráfico.
Esperemos que nos dejen en paz!
Edward Snowden awarded the Sam Adams prize for integrity in intelligence
The award is issued by a group of former intelligence and US law enforcement officials who have become critics of government surveillance programmes
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