sábado, marzo 22, 2014

APOLLINAIRE: Animaladas


Hoy ha caído en mis manos este curioso libro raro, publicado en 1919, un año después de la muerte de Apollinaire, por Éditions de la Sirène (Paris).  Como testimonio de su “amistad y de su admiración” explica Raoul Dufy, el ilustrador del libro, que “la rareté de l’édition originale du Bestiaire motive cette reproduction réduite” (en formato reducido). “La mort soudaine de Guillaume Apollinaire l’a empêché  de présenter lui-même ce nouveau livre au public.” Les dejo cuatro de las ilustraciones que más me han gustado, con sus correspondientes poemas y traducciones al español. Todas vienen de la Red y no me convence ninguna. Francófilos, os reto a que las mejoréis!




Mi pobre corazón ¡ay! es un búho, / clavado, desclavado, vuelto a clavar. / Y de sangre, de ardor, está agotado / A todos los que me aman, yo los alabo.




Deseo siempre en mi casa / una mujer con buen tino, / un gato andando entre libros /y en toda ocasión amigos / sin los cuales yo no vivo.



Pulgas, amigas y amantes, /¡crueles son quienes nos aman! / Con sangrías abundantes / infelices nos proclaman.

El trabajo produce riqueza. / Trabajemos, pobres poetas. / La oruga esforzándose sin cesar / se vuelve hermosa mariposa.



6 comentarios:

Anisia Serendipia dijo...

Dices, Estrella, que no te convence ninguna...si es que ya lo dijo el

"Cuando el hombre quiso imitar el andar, creó la rueda, que no se parece en nada a una pierna"

Elvi dijo...

Muy buenas estas cosas de Guillaume, Chiqui. ¿En qué andarás metida para salir con éstas ahora?

estrella dijo...

ANISIA, siempre tienes la respuesta correcta. Algún día me dirás el secreto.


ELVI: no estoy metida en NADA, por eso me permito juguetear con estas curiosidades.

JMV, Anecdota del bestiario dijo...

Diez, doce, catorce personas acudieron a ver los bichos. Unas tenían caras amables, gozaban sencilla e ingenuamente con la visión de cada jaula. Otros llevaban monoclo y jeta criticona.
Una de estas se dirigió al embalador, aparejador o custodio, al bestiario y le dijo:
--¡Oye! Tú que tanto sabes y tan bien distingues unas alimañas de otras, ¿puedes decirme la diferencia que hay entre las enjauladas y el hombre? Entre tú y ellas por ejemplo.
Contúvose un poco antes de responder, como advirtiendo al interlocutor que había sido apreciada la insolencia y luego:
--En que los animales no pueden ponerse freno a sí mismos y el hombre a sí mismo y a los demás. --José Moreno Villa, Bestiario.

Anisia Serendipia dijo...

jjjjjj!

estrella dijo...

Miguel, mi perro me lo acaba de demostrar: he bajado a la cocina y al subir me lo he encontrado esperándome en el descansillo; lo cual quiere decir que ha saltado del sofá – bastante alto- donde me lo había dejado. Esto lo podía hacer cuando era más joven, pero desde que le dio el ictus las patas de atrás no lo sostienen...Total, ha pensado que era la hora de cenar y se me había olvidado bajármelo.

Ya, ya sé que Moreno Villa iba por otro camino...Y no creo estar del todo de acuerdo con él.