No, no
se ajusten las gafas...
De
espaldas a la ventana trabajaba hoy cuando un salto me dio el corazón. Reflejado en el
cristal del cuadro frente a mí lo vi;
no me lo podía creer. Era uno de ellos. El árbol desnudo, cubierto de escarcha,
y el petirrojo en el mismo hueco que el nido ocupó hace un año. De reojo mira
fijamente justo a la ventana donde tantas horas pasé observándolos cuando anidaron. Después, en invierno, me regocijé con la vuelta de toda la familia. Hoy solo uno. Sabe que lo he visto y mantiene
certera la mirada. Inmóvil y fascinada, se la devuelvo. No me atrevo a abrir la
ventana; lo asustaría y no quiero que se vaya. Saco esta foto a través de un
doble cristal cubierto por las huellas de un invierno duro y una primavera que
todavía lucha con los vientos, la lluvia
y el granizo de anoche. Me ha dejado que saque esta foto.
Volverán. Un buen
motivo para despertar más temprano.
"Billete de ida y vuelta"
Robins in concert
Miércoles, diciembre 18, 2013
"Aquéllas que aprendieron nuestros nombres... ésas... ¡no volverán!”
Robins in concert
Miércoles, diciembre 18, 2013
"Aquéllas que aprendieron nuestros nombres... ésas... ¡no volverán!”
8 comentarios:
lo mismo hacen mis cigüeñas
ospreys’ long journey home — from South America to the Anacostia
Los lindos petirrojos. Aquí ya no los veo; creo que andan buscando otro lugar donde el fresco esté garantizado. Cómo me gusta ese pajarillo en versión europea.
Sí que sirve su llegada para levantarte el ánimo. Eso me alegra a mí también.
¡Han vuelto para quedarse una temporada! Aunque no sean los mismos, que a lo mejor sí que lo son, ahí están para alegrar tus mañanas y nuestras visitas al blog.
Queridos, no he vuelto a ver a ese pillo de pajarillo; y ahora si que parece que la primavera se queda. Hoy las calles tranquilas. Todo el mundo está siguiendo la ruta del Maratón. Este año muchos más, como tributo al desastre del año pasado. ..Yo creo que no voy ni a poner la tele.
Anisia, sigo a tus cigüeñas en tu blog. Bellas fotos.
Elvi y Prima. El verdor asoma tímidamente, pero la experiencia me dice que una mañana me levantaré y los árboles estarán cargados de hojas.Claro que volverán. Es difícil distinguir si son o no los mismos porque llevan el mismo uniforme. Serán bienvenidos.
Las increíbles predicciones de Isaac Asimov sobre 2014 que se volvieron realidad
Asimov never learned to swim or ride a bicycle; however, he did learn to drive a car after he moved to Boston. In his humor book Asimov Laughs Again, he describes Boston driving as "anarchy on wheels
En Boston University el ambiente es de los mejores: toda la calle Commonwealth Avenue se llena de estudiantes de BU cada día que van a clase, a los comedores, al gimnasio…”
Asimov.
No crees que sus predicciones eran bastante predecibles? Claro que es fácil decir esto en el presente. Lo que más gracia me ha hecho es lo del tráfico en Boston: cuando vivimos aquí en la década de los ochenta, salir en coche era jugarse la vida; casi como los cochecitos de choque de las ferias. Ahora, un cuarto de siglo después parece que se nos ha civilizado un poco mejor.
El ambiente de B.U es bastante agradable, pero creo que así es en cualquier universidad. Lo que lo hace tan especial son los estudiantes. La juventud trae la energía y vitalidad que nos va fallando a los profesores. Me encuentro muy bien entre ellos.
Publicar un comentario